Mi búsqueda de mi joven pupilo apenas daba frutos lo que me llevo a un punto de encuentro de mercenarios, oh supongo que era donde los mercenarios reunían información, no tenía fondos así que no podría dormir en la posada. Aunque tenía algunos créditos obtenidos por algunos “negocios” que no diré su origen, ni siquiera mencionar que eran unos paquetes de ciertos estimulantes  usado en el ejército.

La cosa era simple, necesitaba dinero y urgente tenía unos pocos fondos y aunque tenía medios para no gastar nada. Para pasar como humano debería hacerlos. Por ende mirando el tablón de anuncios encontré algo bastante jugoso, por lo que lo tome y fui al espacio-puerto, más solo me alcanzo para comprarme "un pasaje" hacia xiar,  aunque no era bastante para una nave de lujo, porque la nave era pequeñísima y estábamos los 3 rumbo al planeta, una chica que ya estaba en la nave y con la que no platique demasiado, solo me quedaba mirandole de reojo , aunque mi forma humana era similar a mi viejo yo, una cosa resaltaba y eran mis ojos con un brillante color, estos los ocultaba bastante porque sabrían muy bien que sería yo un no humano por ende siempre andaba con una gafas de soldados, dos redondos lentes puestos en cada ojo, los que no dejaban denotar mi luminiscencia espectral en mis orbitas oculares.

Recapitulando, a la chica enfrente de mí no le hablaba ni siquiera le miraba ya que me hacia el dormido agachando mi cabeza. Estaba en una misión aparentemente fácil mas todo cambio en el momento en que sentí una sacudida era la nave que caía a tierra un caos en pleno suceso un desmadre total por decirlo aún más simplificado.

Yo: se supone que sonaría una alarma pero esto es de locos por la madre Rusia que está sucediendo, esta cosa se va a destartalar. Has algo piloto inútil

Decía con un tono casi colérico al piloto al sentir como vibraban las paredes de la pequeña nave pero el vehículo seguía su rumbo a tierra, pronto mi mente veía todo en cámara lenta, dividiéndolo en cuadros, primero unas nubes de colores morados, luego unos relámpagos y la nave camino a tierra, luego de eso un montón de árboles y vegetación atravesándose por el parabrisas, un tronco atravesó al piloto, este agonizo por un momento. mientras estaba sentado en el lado del copiloto intentando mantener estable el aparato con los alerones de descenso.

yo: le ayude a que parara su sufrimiento, su cuello hiso un lindo crunsh.

Ahora en tierra, con una nave literalmente frita por la tormenta y al parecer por anochecer.

Yo: genial ahorra donde deje mi vodka

Refunfuñaba buscándome la petaca con el licor, mire a un vidrio y paso lo que faltaba, miro a la chica y le hablo.

Yo: mmm bueno veras, no soy humano.  Me pregunto que pasara por tu cabeza en este instante.

Decía mientras movía mis apéndices de lado como si jugase con mis dedos, me gire para quitarme mis lentes y darle un sorbo a mi botellita con el preciado licor.

Yo: bien veamos, el piloto murió así que no tenemos por qué preocúpanos por una boca más por alimentar, yo puedo estar un mes sin comer, además acabo de alimentarme por lo que debería conseguir alimento para ti, así y agua.

Dijo para caminar al exterior, la puerta parecía trabada y con su garra la abrió como si fuese papel mache.

Yo: mmm en la lejanía veo humo así que deberíamos ir hacia ese lugar, pero ojo es un planeta que ido no conozca por ende deberemos planearlo con algo de cuidada y anticipación.

Dijo entrando a la nave nuevamente sacando de su bolsillo un par de criaturas similares a larvas.

Yo: bien pequeños crezcan y vuélvanse fuertes

Dijo para que estas pequeñas  largas del tamaño de una banana se volvieran huevos y de esos huevos aparecieran pequeños zerling criaturas del tamaño de un perro aunque deberían ser 4 solo habían 3, la razón era que se habían comido a uno de ellos además de acabarse el cadáver del piloto.

Yo: bien no sé si quedarme o si deberíamos irnos de aquí hacia el noroeste donde esa torre de humo está mirándose. Por cierto me llamo Sergei pero poder decirme Marduk

Dice mirando a su joven acompañante mientras los zerling salían de la nave, amenazantes miraban a la chica como un plato más Marduk impediría aquel acto.

zerling:

Tras volver adentro de la nave caída revisaba las provisiones, logro encontrarse con algo de comida de supervivencia apenas 5 raciones, un kit de primeros auxilios y una bengala. Cosas comunes en las naves y que no serían afectadas por las hondas magnéticas.
Dado el caso tomo un trozo de metal plano el cual lo moldeo como una chuchilla de 60 cm dándole un solo filo, unas cuerdas y un bolso con cachivaches del piloto, tomo las cosas y las metió sin antes sacar las cosas del fallecido que se encontraba ahora en su panza y en la de su acompañante. Sus gafas estaban en su chaqueta mientras las demás cosas en el bolso.
Yo: con esto poder iniciar el viaje.
Decía mientras usaba los escombros para colocar unas letras SOS y una flecha de la dirección hacia donde se dirigía.
Yo: Con ese impacto como fue que aquella chica no perdió la compostura. Quizás esto le afecte y tome resoluciones sin notarlo. Mierda no poder hacer una fogata. Bien no necesito de una aunque no sé si ella.
Hablaba con sus acompañante en búsqueda de la chica, había empezado llover apenas unos segundos de salir. Continúe mi viaje en busca del rastro de la chica. La oscuridad inundaba el lugar empeorándola aún más con el caer del agua, yo estaba casi empapado sentía las gotas deslizándose por mi sombrero y por mi cuerpo, el saco pesaba un poco mas aunque ese no era un problema realmente. Camine y camine hasta encontrarme con un interesante cuadro.
Eran una criaturas similares a cocodrilos sin sus ojos, estaban acercándose a la chica mientras miraba un impulso de idiotez me obligo a actuar siendo acompañado por mis amigos, deslizándonos los 12 metros saltando a los 2 metros antes de llegar al suelo lo que nos ayudó a estar en una ventaja, los zerlings  se abalanzaron ferozmente sobre uno de estos seres los tres se montaron encima de la espalda de esta criatura atacándole frenéticamente con sus garras colmillos y apéndices, emitían chirridos potentes junto a gritos desgarradores mientras aun lo atacaban sin importarle saber si ya había muerto. El segundo se abalanzó sobre mi mientras intentaba zafarme del barro bajo mis pies, con suerte pude colocar la espada en vertical en su boca dejando a sus potentes mandíbulas hacer el resto. Dejando que los 3 aliados míos se ocupasen del resto. Sentía una presencia como si nos observara pero no le di mucha importancia pensando que sería solo una mera sujeción mía.
Yo: sí que eres descuidada mocosa. Vamos salgamos de acá y hagamos un refugio.
Decía subiendo por un lugar más estable a duras penas por el barro. Los zerling vigilaban en busca de algún enemigo más. Correteando entre las sombras. Sus agudos sentidos me avisarían de cualquier cosa además de la comunicación telepática recibiendo la información mediante un canal mental. Tras un arduo trabajo logre hacer un refugio con un piso de madera y un techo que nos mantendría aislados de la lluvia.
Yo: si tan solo tuviésemos fuego.
Decía mirando una hoguera improvisada con madera algo húmeda por el agua. Había intentado hacer fuego con rocas, incluso haciendo chispas con metal pero nada había funcionado. Pero le había lavado la herida a Arlene y hacer los primeros auxilios en su herida, luego de vendársela apropiadamente sentía unas cosas bajo mi ropa, al verme el torso tenía 4 sanguijuelas en el cuerpo.
Yo: miren tenemos compañía.
Dije sacándome las como si no estuviesen en ese lugar dándoselas a los zerlings los cuales se las engulleron.
Yo: Toda proteína es importante, eso me recuerda.
De la mochila saco una ración pasándosela a ella.
Come yo ya me llene hace un momento. Y te encontré buscando tu aroma. Apestar un montón, no es difícil encontrarte incluso con esta lluvia.

No podía seguir más tiempo con ese sujeto, confiar en el...no podía permitírmelo, a saber cuales eran sus intenciones, ya solo por su aspecto podía deducir que no era trigo limpio, seguramente fuera un asesino buscado, un mafioso o un delincuente de los bajos fondos que quería la recompensa para fines perversos, por ello debía adelantarme, aunque en un principio no me importaría dividir entre dos la recompensa, cuando me paraba a meditarlo mejor llevaba a la conclusión de que sería más rentable para mí darle esquinazo, completarla por mi misma y así quedármelo todo para mí, por eso es que aligeré el paso, queriendo perderlo de vista pero...¿Hacia dónde me dirigía? Memoricé el lugar de donde venía el humo pero aún con esas era complicado moverse por un terreno desconocido, casi parecía que este lugar fue diseñado para impedirme abrirme paso hacia mi objetivo.

Como una burla de las fuerzas atmosféricas, una gran lluvia empezó a caer logrando que el avance fuera más duro y que la visión fuera casi imposible. Sin un refugio y avanzando por un terreno que jugaba en mi contra con todas sus cartas no iba a ser capaz de seguir adelante, no así, la única opción lógica era regresar sobre mis pasos, no me gustaba la idea pero así no arriesgaría mi vida inútilmente. Pero momentos antes de detenerme, cuando la idea de volver junto a Marduk aún yacía en mi mente, acabé tropezando con una rama; rodé sobre una rampa de lodo hasta caer en una fosa.

Todo iba de mal en peor, mi ropa echada a perder, el frío calándome hasta los huesos, una herida en el brazo y como guinda del pastel unas extrañas criaturas que parecían cocodrilos estaban acercándose peligrosamente a mí viéndome como un plato apetitoso. La situación no me intimidaba, podía deshacerme de esos seres con unos pocos conjuros, pero antes de poner la mano en mi báculo Marduk llegó para salvar el día, deshaciéndose de las criaturas con gran rapidez.

En cuanto e hubo ocupado de las criaturas, salimos de la fosa, Marduk construyó un refugió, se lamentó por no poder encender una hoguera además de dejar en claro que mi "peste" fue suficiente para encontrar mi rastro. Fruncí el ceño y apunté con mi báculo a las maderas que tenía para la hoguera; disparé una versión muy débil de uno de mis hechizos para poder encender el fuego, luego con el mismo báculo di un leve golpecito en la cabeza del hombre. -Hablar así de una dama es ofensivo, no huelo así por gusto, es este bosque. Quizás debiera haberle agradecido por tratarme la herida y compartir las provisiones conmigo, pero sinceramente me había ofendido bastante cómo me hablo y que me hubiera salvado, no le necesitaba para salir de esa situación. -En cuanto amaine la lluvia seguiremos con la misión...quiero acabar cuanto antes para poder perderte de vista.

Ya estaba casi seco el techo tenia algunas goteras pero no era un gran problema y el suelo de madera nos mantenía lejos del barro, los zerling dormían junto a mi lado, manteniendo la serenidad mientras miraba las gotas caer sin percatarme de algo sumamente importante, alguien había entrado al refugio de dos aguas, era un ser felino que desconocía la raza aunque mi compañera podría decírmelo después si esta se mantenía con vida, ya que apuntaba la cuchilla de hueso a su cuello diciendo "Quienes son ustedes..."
Yo: que quien soy yo, bueno es algo complicado de mencionar, soy un ser humano o un zerg, quizás algún experimento fallido de algún científico loco. Pero bueno me llamo Marduk. Un gusto conocerle joven señorita. Que le trae a esta humilde morada.
Decía con un tono serio y tranquilo, no deseaba ponerle en alerta, ademas me divertia ver la exprecion dibujada en el rostro de Arlene por lo demas solo observaba y pensaba que accion tomar. Pero para mi infortunio mis acompañante se despertaron mirando a la yasei gruñéndole, agitando sus alas con sonidos sacados de una película de terror, babeaban mientras estos se agitaban esperando la orden de ataque, más se volvieron sumisos cuando alce mi mano en señal de calma, para cuando los mire quedándose completamente en calma. quedándome fijo mirando con mis ojos brillantes los que paresia enmaran una especia de esencia de un dorado intenso a los ojos de la chica felina.
Yo: deja a la chica y mejor ven acá, que podrías mojarte. Como ves tengo comida y estoy juntando agua fresca. Siempre supe que hacer esos estudios de supervivencia darían buenos frutos. Bien que cosa hacer por acá mocosa
Decía a la yasei tomando unas botellas metálicas juntando el agua que caía de una de las goteras. Mientras tomaba una vara la cual le afilaba uno de los extremos para luego quemarlo endureciendo así la punta.

Momentos como este me hacían querer juguetear con mi móvil para poder distraerme, de ese modo al menos podía ocupar la mente en otra cosa que no fuera la decadente situación en la que nos encontrábamos. La nave que se suponía nos debía llevar a nuestro objetivo quedó inservible, estábamos varados en una extraña jungla en la que por lo visto a donde pusieras el pie saltaría algo para atacarte o hacerte la vida imposible, si por lo menos tuviera un mapa o al menos herramientas con las que reparar la nave o fabricar algún artilugio que nos fuera de utilidad, la situación no sería tan nefasta según mi punto de vista, pero mirándolo desde un punto de vista más positivo estaba viva, herida levemente, pero viva al fin y al cabo. Por supuesto no me faltaron ganas para desertar de la misión y largarme por otro lado mas teniendo en cuenta que no sabía dónde me encontraba sería un suicidio tomar esa decisión tan temeraria por lo que no me quedó más remedio que resignarme a continuar con la misión y confiar en que todos estos suplicios merecieran la pena.

Miré la ración que me había cedido Marduk con una expresión fría e indiferente, no podía quejarme ya que teníamos algo que comer pero me hubiera gustado llenarme el estómago con algo mucho más sustancioso que las provisiones de emergencia , fui a acercar la ración a mi boca para dar un mordisco pero antes de poder siguiera probarlo me interrumpió una intrusa que quién sabe cómo se había podido colar en el campamento que improvisó mi corpulento acompañante; esta me amenazaba con un cuchillo puesto en mi cuello exigiendo que nos identificáramos. Marduk fue el primero en presentarse, por mi lado yacía inexpresiva sin inmutarme ni temer por mi vida, únicamente mordí un poco de la comida y según tragué observé mi lustroso báculo para ver el reflejo de mi atacante en el. -Interesante, una humanoide con rasgos felinos perfectamente racional, debe ser una de esas criaturas que llaman Yasei Exhalé un tenue suspiro denotando mi aburrimiento por tal situación. -El cuchillo en mi cuello sobra, no son necesarias las hostilidades, únicamente soy una Magi que ha venido a este sitio a cumplir una misión...¿Que tal si bajas el arma y te presentas tú?