El pretor tenia muchas tareas distintas como embajador de Aiur en este planeta extraño, la cultura de Edén parecía fascinante a la vez que contradictoria. Había una recepción abierta al dialogo con cualquier raza, pero los habitantes del planeta debían tomar la apariencia de una raza llamada humanos, curioso cuanto menos, quizás no estuviesen en su totalidad listos para el trato con otros no tan semejantes. No era algo que fuese mayor impedimento, Xer’rai con su amplio dominio del Khala y el vacío era capaz de proyectar una imagen humana de si mismo sin esfuerzo alguno, tal era esa capacidad psíquica que era incluso capaz de engañar los sensores mas poderosos de ese planeta.

Mientras hacia sus labores como embajador, un día llega un mensaje a la base en el planeta de Edén. Estaban buscando voluntarios para una obra científica, aunque dicha obra era de carácter privado era una buena manera de alivianar algunas tensiones con los humanos. Demostrar la buena voluntad de los Protoss siempre era una manera de hacer migas con otras razas. El pretor no dudo en ir con el departamento administrativo a prestarse voluntario. Había unas reglas que seguir, entre ellas que la estación y esa compañía suministrarían todos los recursos necesarios. Xer’rai interpreto eso en que no podía llevar a ninguno de sus hermanos o alguna de sus naves, asunto que no era importante, se había presentado voluntario y acataría las reglas humanas.

Su viaje en esa nave, fue bastante tranquilo, tuvo tiempo para estudiar el manual de la unidad de combate que se le suministraba. No era muy habido de utilizar maquinaria como esa, prefería luchar por si mismo, pero probar cosas nuevas no siempre era algo malo. Eligio una unidad de exploración, habían otras mas fuertemente armadas, pero fiel a su tarea no belicista opto por algo que aportara mas utilidad y no tanto poder de fuego, o al menos eso parecía al ser una unidad de exploración y no de combate. Su habida mente memorizo rápidamente los distintos puntos del manual, pero tuvo que emplear parte de su telequinesis para amoldarse la cabina. Aun con su disfraz psíquico que curiosamente no hacía falta usarlo en esa nave, su cuerpo solido era distinto, una cabina humana no era demasiado cómoda para un Protoss.

Tenía una vasta experiencia en distintos mundos pero no pudo evitar asombrarse como todos al ver esa bola metálica. Construir algo así no era fácil, seguro ese planeta traía varias sorpresas, y para descubrirlas era esta misión. Ordenaron un descenso y eso fue lo que hizo. Se subió a esa máquina y bajo junto con otras dos unidades. Habría sido mas fácil usar un cristal y teleportarse directo a la superficie, pero parte del aprendizaje era utilizar los métodos convencionales, puede que un día fuese necesario usarlos más seriamente. Dentro de su cabina no habían vibraciones, ni nada por el ingreso en atmosfera, estaba usando su telequinesis para suprimirlas, ya estaba lo bastante incomodo en ese espacio como para que tuviese algo peor con esas sacudidas.

Una vez en la superficie, uno de los tres que descendieron, alguien que se hacía llamar onslaught daba algunas instrucciones – Como guste – Su voz no sonaba por los aparatos de comunicación, no tenia boca para gesticular algún sonido, sino que fue transmitida directamente a la mente de onslaught. Comenzó a mover aunque de forma algo tosca aquella maquina, se notaba su poca experiencia. No uso los sensores, sino sus poderes psionicos para buscar alguna señal de vida, pero no había nada – Esto es muy extraño, no hay nada, es como si todo fuese completamente estéril – No había señales de vida, incluso de los animales más pequeños. Mientras hacía todo eso, revisaba el manual de su máquina, buscando el funcionamiento de los distintos sensores, quizás lo que su mente no encuentre lo podría encontrar ese aparato.

Una nueva misión, y esta vez no tenía que manejar la nave principal en la mayoria de los sentidos, sino que tocaba ir a una misión de tierra a solucionar algo; o eso era la manera normal de proceder. Sin embargo, esta vez era una misión de exploración de un planeta desconocido, algo que era a la vez emocionante y peligroso. Seguramente mi conocimiento de sensores podría servirnos a la hora de explorar, sobre todo si los calibro bien para lograr detectar enemigos antes de que nos ataquen. Pero el caso es que mi unidad no es que fuera algo que usara demasiado sensores, sino una mira telescópica, así que tendría que abusar de ella para tratar de conseguir una buena utilidad. Era un reto, y en este caso estaba por tomarlo de forma directa sin temor alguno; aparte de porque estaba yendo con Blaze, un compañero de tripulación que ya colaboramos en una carrera que era bastante mortal por regla general. Respiré hondo, mientras esperaba que terminaran de preparar la máquina que me habían asignado. Era llamada Lock-On, un mecha que tenía un rifle de francotirador bastante impresionante, unas defensas decentes aunque costara algo de movilidad, y por no mencionar un arma demoledora que me ataba a un mismo sitio pero que su fuerza destructiva merecía la pena.

- Veamos como va esto... - Dije para mi mismo, terminando de repasar todo el manual de usuario del mecha, a modo de preparación para la misión. Pasé a acercarme a la cabina del piloto de Lock-On, abriéndose para permitir mi entrada, y me acomodé en el sillón, permitiendo que se cerrara dejándome encerrado dentro. Entonces, toda la interfaz pasó a funcionar, reconociéndome como único usuario del Lock-On... que más podía decir, la máquina te hacía sentirte especial. Sonreí con sorna un poco, pasando a ir estableciendo todas las configuraciones para poder manejar la máquina de manera más cómoda, y pronto estuve a los mandos del Lock-On... que había sido disfrazado para simular el resto de máquinas lo mejor posible. - Deathshot encendido, iniciando las maniobras. - Informé por el comunicador, y esperé a la confirmación para hacer las maniobras. Una vez obtuve el permiso, empecé a mover todo el mecha, sintiendo como se movía en si... si que era una experiencia diferente a la de combatir de manera normal, pero no podía negar que era algo bueno esto.

Lo que no esperaba era el salto directo al planeta, lo cual era algo digno de recordar... y algo traumático si uno tenía miedo a las alturas. Por suerte, yo no era de ese último punto, por lo que el ir cayendo directamente al suelo en caída libre con un robot de nosecuantas toneladas y armado hasta los dientes, y que con los propulsores ante la advertencia de Blaze amortiguaba la caida permitiendo aterrizar con normalidad... daban ganas de repetir eso, pero me puse inmediatamente en guardia y puse la mira de mi rifle de francotirador a punto, observando todo el terreno bien y a lo lejos para poder intentar identificar cualquier peligro. Lo primero que me di cuenta era que las estructuras de los edificios eran de metal, y parecía no estar oxidado en absoluto. - Lo extraño es que los edificios esten hechos de metal, y no estén oxidados... ¿Quizás mas que una posible amenaza viva este más robotizado en si? Podria justificar la falta de elementos vivos... - Dije como una teoría, pero por si acaso estaba con el rifle preparado para usarlo en caso de necesitarse, y con el dedo en el gatillo para disparar rápido si era totalmente obligatorio, aunque esperaba no entrar en una trifulca tan pronto. También aprovechaba para buscar diversos tipos de peñascos o cualquier posición ideal para observar el lugar para posiciones de francotirador, junto con indicios de peligro lejano. Solo esperaba que no se complicase demasiado la misión.

El pretor estaba moviendo los distintos activadores para poder realizar un escaneo en condiciones, nuevamente no encontraba nada, asumiendo con ello que la superficie en esa área era segura – No encuentro ninguna señal sospechosa, es seguro aterrizar – Comunica Xer’rai. Las naves habían alcanzado tierra, sin tardar en movilizar el resto de las tropas y a los respectivos investigadores. Ahora quien coordinaba el cerco era el piloto de aquella unidad mas protegida, dando instrucciones para distribuir a los soldados – Que otro soldado maneje esta maquina, hará mejor trabajo que yo – No era un reclamo o queja, era una observación, Xer’rai nunca había utilizado unidades como esa, no tenía la necesidad y en esa situación un tanto importante consideraba que era mas útil que uno de los humanos la manejara. Siguiendo paso a paso los comandos del manual, la maquina se arrodilla y coloca su mano a medio camino entre la cabina y el suelo. La compuerta se abre y con un par de saltos, el pretor pisa la mano de la maquina y posteriormente toca tierra.

Los nombres clave eran una manera interesante de identificar o marcar ubicaciones nuevas, con aquellas maquinas enormes custodiando los alrededores, Xer’rai se concentro en apoyar a la infantería. Los transportistas estaban llevando unas cosas al interior, al descargar los aparatos científicos utilizo su telequinesis para moverlos por el aire y ponerlos en el suelo, era mas rápido que hacerlo manualmente – Fascinante – El interior de aquella estructura no era bonito ni mucho menos, estaba todo destrozado, pero no por causas naturales, sino por impactos de armas – Aquí seguro se libro una gran batalla – La casta de los templarios no era ajena a la guerra, pero su asombro no fue nada comparado con la curiosidad de los científicos. Les notaba muy ansiosos, mas aun cuando encontraron la carcasa destrozada de una maquina enorme. Le recordó a las maquinas de combate que habían traído, su tamaño era bastante parecido, y el estado que tenia confirmaba las observaciones – Me pregunto hace cuanto esta la unidad aquí – Los comunicadores humanos, pasaron las instrucciones dadas por Onslaught – Ayudare a los científicos con la energía

Los generadores eran según la memoria del Protoss modelos bastante poderosos, los recordaba haberlos visto mas de una vez en la estación, pero no estaba tan seguro de que funcionaran en ese edificio. El tamaño era bastante grande de todas las cosas y podrían quedarse cortos con la energía – Onslaught si es posible ten a los médicos listos, voy a hacer algo un poco arriesgado para intentar restablecer la energía – Las palabras mentales del Protoss fueron directamente a las del jefe de seguridad – Jefe científico, conecte todos los cables que considere, pero necesito una convergencia de los mismos en mi posición – Xer’rai comenzó a caminar, hasta quedar a unos 15 metros de Eco 2. Estaba esperando que todo estuviese debidamente montado – Puede empezar Jefe Científico – Encendieron los generadores a la orden del Jefe de seguridad, esa energía llego directamente hasta donde convergían los cables. El Protoss se valió de sus poderes Psionicos para generar poderosas descargas en el momento que lo alcanzo la energía, su intención era amplificar la corriente con sus poderes y que los trabajadores tuviesen la suficiente potencia para hacer sus investigaciones. Ese esfuerzo obviamente lo dejaría agotado, esperaba que no necesitara mantener el poder demasiado tiempo, o podría de verdad necesitar asistencia medica, no precisamente por heridas leves.

Por suerte, no parecía que hubiera enemigos en el área, así que pronto se dió la orden para que fueran bajando todos los que iban a investigar este planeta en busca de diversa tecnología. Había varias divisiones, entre ellas una militar fuertemente armada, mientras que otra estaba puesta de forma científica, y prácticamente desprotegida... Ojala aprendieran de mi raza que hasta los científicos podían dar batalla digna ante los enemigos aunque se centraran en investigar. Igualmente, no era mi puesto el recriminarlos, ya aprenderían cuando estuvieran desesperados por tropas y tuvieran que entrenarlas desde cero de forma bastante incompetente. Blaze pasó a comunicarse conmigo entre medio de todas las órdenes que daba a las diviones que estaban poniendose en el lugar, ordenando que cogiera un "nido de pájaro"... Vamos, mi especialidad en estos ámbitos de combate, eso si ocurría alguno; pero mas valía prevenir que después tratar de sanar el problema.

- Entendido. - Dije, poniendo en marcha el robot de nuevo, desplazándome hacia los puntos más altos que había visto. Tendría que tratar de llegar lo más rápido posible y en silencio; cosa algo ardua con el robot, pero sobre todo tenía que hacerlo para poder supervisar bien todo, y quizás si encontraba una superficie plana buena podría llegar en algún momento emplear el arma poderosa que tenía el robot... En serio, era un arma que causaba un daño inmenso y dificilmente bloqueable, pero era mejor reservarlo como último recurso; sobre todo porque tenían que traermela al lugar y aún así tardaría en usarla en el momento preciso. Deshaciendo esos pensamientos, pasé a seguir adelante, tratando de captar un poco todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor... No era bueno que un francotirador no estuviera atento a lo que debía al fin y al cabo.

Fui ascendiendo por diversos peñascos hasta llegar a una superficie plana que era bastante buena para situarme. Me detuve un poco para analizar todo, intentando ver si encontraba algo de interés en este lugar que pudiera mencionar a Blaze y a los equipos, pero también estando alerta a mis sensores de ver si había algo que acabara detectando. Si era una amenaza, tendría que eliminarla rápidamente con un tiro bien dado, pero estaba claro que posiblemente tendría que estar atento a que no fueran directamente a por mi. Un rifle de francotirador era bueno si hacía el primer tiro, pero si fallaba, me delataba sin remedio alguno, y entonces era cuestión de tiempo para que acabara siendo cazado. Solo esperaba que no tuviera demasiados problemas, y que Blaze junto con el otro integrante pasaran a cubrirme en caso de ser necesario.