El peligro se aproximaba hacia ellos como una bestia salvaje, que se ocultaba ante una maleza de afortunadas casualidades, sea lo que sea, la entidad maligna que rondaba este lugar entraría en acción más pronto que tarde si Corvo quería sobrevivir un día más debía estar preparado para el peor de los males.

Sus nervios le obligaban a prescindir de esfuerzos inútiles y decidió prescindir de dar importancia a lo que decía sus compañeros, solo se esforzó a prestar atención a Klein y Yun cuando le hablaban directamente a él o estaban planeando algo, mientras sus acompañantes hablaban el simplemente asentía, hacía un gesto para indicar silencio y se ponía en una posición defensiva como modo de pedir concentración.

Lo único que molestó a Corvo fuera de la media fue el repentino temblor que causó Yun, en otras circunstancias el asesino le hubiera disparado en la frente a su compañera en ese mismo instante pero sabía que por su propio bien necesitaba a Yun con vida, pero más adelante se pensaría dos veces ir a una misión con ella.

Era matemáticamente imposible que el temblor no hubiera alertado a alguien así, así que Corvo se puso detrás de la mejor defensa que encontraba que cubriera el máximo de ángulos posible, se tubo que confirmar con una mesa que tumbó y esperar que Yun fuera capaz de sobrevivir si le atacaban por su flanco, una vez se acomodó en la cobertura quitó el seguro al fusil de plasma y lo posicionó sobre la cobertura preparado para que el infierno se desatara delante de él.

Antes de qué se diera cuenta, Corvo se había separado demasiado de sus acompañantes esperando a qué algo apareciera delante de él, cuando comprendió la inutilidad de sus actos escuchó un terrible sonido, el ruido de su mascota morir dolorosamente, lo reconocía por que había practicada mil y una veces ensayos químicos, genéticos, operaciones y demás pues esa criatura tenía una cantidad considerable de ADN y una estructura orgánica de procedencia humana.

Se calmó unos instantes y se esforzó totalmente en cada sonido que escuchaba, intentando separar en su mente los sonidos del ambiente con los de su mascota moribunda con lo que fuera que la mató, no fue demasiado difícil pues en la nave prácticamente reinaba en silencio, los sonidos eran causados por un ser inhumano y que claramente superaba el peso del asesino decenas de veces. Corvo mantuvo la calma y controló su respiración para hacerla lo más lenta y calmada posible.

Fue caminando hacia la dirección donde había visto marchar a sus compañeros, fijando la vista en el camino inverso, en cuanto vio la primera sala con una puerta que se podía abrir y cerrar a voluntad entró con una artificial calma auto-impuesta.

Casi se le salió el corazón del pecho al escuchar a sus compañeros una vez parecía que habían acabado de rebuznar apagó su comunicador, milagrosamente encontró un armario donde podría llegar a esconderse lo abrió, encontró un sitio donde meterse , sacó su ballesta, pues el espacio era insuficiente para plantearse usar el fusil y sacó su PDA. Primero se encargó de quitar cualquier tipo de sonido que tuviera y luego escribió un mensaje a sus compañeros.

"Mi mascota ha muerto. Por un ser no-humano, calculo que pesará 10 veces nuestro peso. Os adjunto mi posición enviadme la vuestra en 5 minutos. En 7 desconectaré la PDA por seguridad. No hagáis ruido."

Una vez escrito, adjuntó su posición y envió el mensaje, colocó la PDA de forma que, si recibía algún mensaje, una pequeña luz, que solo él podría ver él. Finalmente activó el visor térmico para intentar saber si venía alguien o algo se acercaba y aprovechó sus pulmones artificiales para contener la respiración lo máximo posible.