Recuerdo del primer mensaje :

Cuando  eres pequeño y sientes  temor, sueles esconderte…es lo común, Los niños buscan protección debajo de una manta o en los brazos de su madre, de esta forma ahuyentan lo que les causa miedo, desconfianza o dolor… pero al ir creciendo puedes darte cuenta de lo insignificante que son tus métodos de seguridad, que una manta bajo la oscuridad o las caricias de una mujer al caer no son nada… simplemente nada…las cosas que de niño te importaban suelen carecer de sentido al crecer .
Por esa razón el hombre sigue y sigue creando armas, tanques, naves, bombas, cyborgs, virus entre otros “métodos nuevos  de seguridad”... Bien se dice que, del tamaño que sea tu arma es tu miedo, y esto último se puede comprobar de una forma realmente fácil, solo hace falta mirar alrededor, hay más mercenarios que habitantes en algunas zonas, los androides se producen más para las guerras que para el ambiente, los cyborgs son modificados con armas y no herramientas, y estos son solo ejemplos evidentes.

Y lamentablemente elohim seria parte de todo esto sin siquiera ser consciente de ello, después de todo aunque para la mayoría de las personas, la pequeña era una simple máquina, con sentimientos artificiales, así que ¿Qué más da?
La modificación ya estaba planeada desde que los traficantes  investigaron un poco más de su peculiar adquisición, era un androide con os mejores sistemas, sensores, materiales, difícilmente alguien que no la vio en su caja podría saber que la pequeña no era humana, y eso podía servirles de mucho, así que después de esperar por semanas al viejo ruso, el ingeniero que traicionando a los laboratorios eden, les vendía armas, mejoraba sus tanques o les pasaba información, llegaba por fin a su fuerte, le habían comentado la favorecedora situación al tener ese pequeño ser y que pensaban modificarlo para su beneficio.

El ingeniero llego entusiasmado, había trabajado antes con el doctor maxwell creador del proyecto “baby care” al cual pertenecía elohim, y el hecho de poder transformar su creación para algo no tan “inocente” le hacía babear como perro …- ¿y buen? ¿Dónde está el pedazo de lata?- pregunto el viejo, acompañado de dos autómatas con formas femeninas quienes lo asistirían en complicada operación Mike- señor es un placer tenerlo de nuevo aquí, esta haya atrás no ha dejado de llorar la cosa inútil- le dijo entre burlas mientras se estrechaban amistosamente, y es que no era para menos, los desalmados traficantes habían golpeado a elohim después de su “aventura” en el circo, no solo no les llevo una botella de agua innecesaria, además había hecho un “amigo”, acción que enfado tanto a rex que comenzó a golpearla y al ver que está en verdad sangraba insistió en golpearla un poco más, era tan sorpréndete para este ignorante hombre que la androide no solo sangrara o llorara, además se le formaban hematomas y rasguños .

Ruso- no quiero perder más tiempo, llévame ahora- ordeno de forma brusca como era común en el, así que de inmediato lo llevaron a una habitación en la parte de atrás, estaba oscura y llena de artes mecánicas que traficaban, en un rincón sobre hojas de revista tenían a la niña como si fuese un perro , estaba temblando con su ojos derecho tan morado que no podía abrirlo y sangre sobre su vestido blanco. Ruso- dios… son unos animales, imbéciles! Esto es tecnología que ni en sus sueños podían tocar, par de idiotas!!! ¿Y de que les servirá un androide con apariencia de infante si la tienen en ese estado ¿!!!!!- pregunto con enfado mientras las autómatas armaban una mesa para la operación. Mike- pero ruso… es solo un pedazo de máquina- respondió con enfado e ignorancia. Ruso- ¡afuera idiotas¡- cerro la puerta de aquel lugar mientras la pequeña en un estado de shock emocional el cual su a su sistema le estaba costando digerir, lo miraba escondiendo su rostro lleno de lágrimas y sangre… riso- tranquila máquina, en un par de horas serás tan mortal que a nadie se le ocurrirá ponerte un dedo encima – le explicaba al tiempo que se ponía unos guantes color negro, pero elohim no entendía nada, no solo por ser una pequeña niña, sino porque además ella no tenía idea que era un androide, esa no era su finalidad, la niña solo debía ser una inocente infante, no tena porque saber su procedencia.-¡tráiganla!-  ordeno a sus máquinas, que obedientes iban por ella,… - ¡no! Por..por favor, no… yo solo quería ver a los animales… ¡por favor ¡… les suplicaba la pequeña sintiendo miedo en todo su sistema, ruso – en verdad eres un ser horrible, ¡no deberías de expresarte así- le grito mientras la ataba a la camilla, pues sintió lo que casi todas las personas que sabían que era androide sentían, pues al ser humano no le agradaba mucho que una maquina fuera capaz de engañar a sus sentidos. Ruso – ¿de dónde jodidos te apagas?- se preguntó a si mismo pues no tenía ni una especie de botón o código como los demás- ¡aahh claro!-, se apartó un poco de la mesa mientras la niña lo seguía con la mirada aun en un estado de terror, el hombre busco la caja que aun conservaban y encontró  el manual, lo leyó unos minutos mientras elohim seguía suplicándole que no le hiciera daño, pero al cabo de unos minutos se acercó con una sonrisa, el muy cruel hombre había encontrado como reiniciarla pero prefirió solo apagarla para que le quedara el “recuerdito” … se acercó y mientras ponía un dedo en su nuca y con la otra mano su dedo incide en su frente, recitaba palabras en ruso, que por suerte era su idioma madre de elohim y por supuesto de el - пришло время спать- cuando termino de repetirlo por tres veces sin soltar a la pequeña , de pronto se quedó inmóvil sus hermosos ojos azules se pusieron totalmente negros y como siempre prefirió el hombre, la androide ahora no parecía más que una hermosa muñeca sobre la mesa, comenzó entonces la operación para transformar a elohim en una bomba de tiempo, el proceso era en verdad complicado la pequeña tenía toda una réplica del organismo humano ahí adentro, órganos, corazón, huesos incluso, pero tomo esto como algo muy bueno pues al instalarle el dispositivo en el centro del corazón, debajo de sus huesos artificiales, no solo sería casi imposible detectarlo sino además el quitarlo sería aún peor , así que tendría que vivir con él, hasta que fuera momento de activarlo…

Pasaron más de 8 horas y el ruso seguía ahí, encerrado con la niña, ponía de nervios a rex que era el as impaciente pero no podía hacer nada, el viejo sabía muy bien lo que hacía y era mejor no interrumpirlo ruso - i’ve got no strings to hold me down, to make me freto r make me frown…i had strings but now im free... THERE ARE NO STRINGS ON ME – cantaba el enfermo viejo mientras suturaba la herida pues su hermosa obra había quedado terminada, solo había que encender de nuevo y… listo.

Elohim se adentraba en la ahora rota caja de peluches, no entendía porque ese hombre se rehusaba a marcharse, ¿Qué ganaba revisándola? Si tanto le gustaba ver corazones, “que se abriera el mismo”… pensaba la pequeña niña entre osos de peluche, algunos incluso más grandes que ella, su sistema aun presentaba anomalías por no tener un horario predeterminado de sueño para el cual fue programada y por esa razón cada que estaba en contacto con algo cálido, se programaba para dormir, sin importar mucho el lugar, y en esta situación esa caja resultaba  perfecta, pero esto no sería tan fácil ya que la amenaza permanecía cerca.

-pues… ¡no te creo!- respondió desde el fondo de la caja aferrándose a los peluches que korben intentaba apartar para poder ver a la pequeña, se sentía tan invadida y de seguir así se lanzaría sobre él y lo mordería o algo, -de…ja…nos…- enfatizaba elohim hasta que de un jalón el teniente saco el peluche indicado para hacer que los otros se vinieran abajo y dejar a la androide sin más para cubrirse, estaba ahora frente a él como un pequeño y tímido conejo al cual acorralaron en su propia madriguera, lo miro fijamente sin decir nada, por un lado quería creerle pues hasta antes de llegar con su amigo, el cyborg se había comportado bien con ella, incluso le dio algo de beber. Pero… por otro lado el mismo la llevo a un horrible lugar donde querían “revisarla” y esto era demasiado para ella, -no me imp….- estaba por pronunciar, cuando escucho la única propuesta que le intereso lo suficiente como para dejarla en sin palabras…- ¿mi padre? , lo...lo dices enserio?- pregunto la niña, con los ojos casi a punto de lágrimas, pues korben pudo ofrecer mil cosas a las cuales se negaría, pero por encontrar a su padre, la pequeña androide haría lo que fuera .

Pasaron apenas unos segundos cuando comenzó a gatear hacia él, tenía que cerrar el trato antes de que este cambiara de idea –es…está bien, iré contigo, dejare que me abran… pero promete, prométeme que me ayudaras a buscar a mi papá- le exigió mientras lo miraba con total ilusión, sentía miedo e incertidumbre pero nada era más fuerte que su deseo de estar con su padre, después de todo para eso fue creada.
Miro por última vez aquellos peluches y eligió uno al cual el cuchillo de korben había dejado sin un ojo y una oreja, planeaba llevarlo con el amigo del cyborg, ya que gracias a korben la androide comenzaba a entender sobre el antiguo arte de “negociar”, mientras se aferra al oso noto el ojo del hombre, el cual cambiaba de color de una forma curiosa – ¡lo sabía!... eres un robot-  le dijo mientras acercaba su mano al rostro de korben y sonreía de nuevo,  parpadeando un y otra vez sus preciosos ojos celeste como si quisiera que también cambiasen de color, sin tener idea que con un par de modificaciones y podría hacer eso y muchas cosas mas .

-te llamaras, señor tenebroso-  le decía al oso mientras korben la llevaba cargada de regreso al taller de marcus, no estaba tan lejos, pero elohim no quería caminar, de hecho estaba tan cansada que la calidez de los brazos de korben hicieron que poco a poco y antes de que se pudiera dar cuenta su sistema la había hecho dormir profundamente, situación que korben debía aprovechar para ir más rápido hacia marcus, después de todo era como llevar un peligroso explosivo en manos sin tener la mas mínima idea de en qué momento haría  …”BOOM”….

Korben nunca se ponía nervioso, siempre conservaba la calma incluso en las situaciones más complejas que podrían llevar a una muerte segura sin embargo en ese momento estaba comenzando a perder la paciencia pues Elohim se estaba comportando de manera muy incoherente y sin embargo eso también le estaba haciendo que se preguntase que clase de programación tendría porque una máquina sabría que la opción más segura en ese momento era irse con él para que la protegiese, pero ella seguía con su comportamiento infantil y asustado, como una auténtica niña pequeña. Era como si el espíritu de una niña que había fallecido gráficamente buscando a su papá hubiese poseído a una réplica exacta de una niña para poder completar su tarea.

-Mira elohim te prometo que no va a pasar absolutamente nada nada que no te voy a hacer daño y que si vienes de manera pacífica te ayudaré a encontrar a tu papá.-le repitió Korben, parecía estar comenzando a ganarse su confianza, las luces de colores habían sido un acierto pues parecían atraerla, de verdad era como una niña pequeña que buscaba la seguridad y también a la que le llamaba la atención todo aquello brillante y divertido que jamás había visto. Aunque Korben no estaba usando su ojo solamente para darle luces divertidas a Elohim, cada pocos segundos realizaba un reconocimiento de Rayos X del lugar, además de agudizar el oído para escuchar todas las conversaciones más cercanas. No tenía ni idea de a quien le pertenecía el almacén, fácilmente podría ser de unos contrabandistas que utilizaban los ositos de peluche para esconder la droga y esos estaban ahí para esperar a que "les cambiasen el relleno". Tenía que sacar a Elohim de ahí cuanto antes, era como un peligro constante mantenerse allí de manera que cuando ella gateo hasta el, ilusionada y divertida con los colorines y protegida aparentemente por un oso de peluche al que le faltaban algunas partes.

-No te vamos a "abrir" de esa manera tan desagradable que estás imaginando Elohim, solo te vamos a examinar, tu solo estate tranquila y te prometo que cuando acabemos, hablaremos de tu papá y te ayudaré a buscarlo.-le prometió Korben , él también tenía muchas ganas de conocer al científico que había sido capaz de crear tan enorme prodigio tecnológico, un androide que replicaba todas y cada una de las capacidades humanas no solo físicas sino también psicológicas.-Por enésima vez pequeña, no soy un robot, soy un cyborg: un robot es una maquina completamente, mientras que un cyborg es un humano amplificado con partes mecánicas es....¿Sabes que? Soy un robot.-termino mientras la cargaba pues se notaba que no le estaba haciendo el más mínimo caso, para ella tenía un ojo robótico que hacia lucecitas de colores, por tanto tenía que ser de color. La mano de la chica acariciaba su cara, tapando las luces y dejándolas ver de nuevo como en un juego divertido para ella, no se sentía pesada y fría sino cálida y suave como una mano real. La cargo como a una beba, no podía dejar que se escapase de nuevo y montase el pifostio padre, así estaría más segura y le obedecería más, además el oso de peluche parecía tenerla totalmente ensimismada y le hablaba y todo....¿¿¿Señor Tenebroso??? ¿¿Por que le habría puesto ese nombre a un peluche?? No podía saber los pensamientos que tenía esa mente infantil.

-Gracias a Cristo que has vuelto ya pensaba que os habían disparado, o detenido, o disparado y detenido.-dijo Marcus que tenía una bata blanca limpia, unos guantes y una mascarilla listos para la operación.

-No ha sido demasiado fácil pero la he traído...A pesar de todo, es una adorable y pequeña nena ¿¿No es así??? ¿¿Eh?? ¿¿Elohim??? No puede ser...¿¿Se ha desconectado?? No...Está respirando....¿¿Eso quiere decir que esta dormida??

-¿¿Como puede ser?? Es una maquina.-dijo Marcus con estupefacción mientras preparaba el instrumental

-No tengo ni idea pero así será mejor, así no tendremos que hacerle daño....-Porque que estaba pensando eso? No era una máquina? Por que se preocupaba por hacerle daño? Había algo en ella, quizás en su delicada apariencia que le hacía sentir que tenía que evitarle mayor daño. La depósito en la mesa, donde Marcus procedió a realizar la operación pertinente. En si no era muy complicado, le aplico algo de anestesia sin saber si haría efecto, seguramente no pero al parecer el sistema de la pequeña ralentizaba el fluido interno igual que en los humanos cuando duermen de manera que no sangraba tanto, si es que es sangre. Más de tres veces tuvo que recordarle a Marcus el motivo por el cual estaban allí porque, como ingeniero, estaba ensimismado viendo la perfección de los órganos, los músculos, perfectamente tallados en los materiales para que pareciesen totalmente humanos...Era increíble.

-¿¿Y bien??? Qué has sacado en claro Marcus?-Dijo lavándose las manos pues había tenido que ayudarle en varias ocasiones, pero ahora, después de 3 horas de operación, Elohim estaba como nueva, suturada y sin ningún tipo de daño. Marcus encendió un cigarrillo, sin saber cómo explicar lo que tenía que decir.

-Lo siento, pero no puedo hacer nada.

-Que no puedes hacer nada?? Como coño no vas a poder hacer nada?

-Mira, te lo diré así: está más allá de mis posibilidades. Esta perfectamente replicada en un cuerpo humano, no se como funciona, no conozco sus materiales ni la forma en la que la programaron...Pero si puedo decirte que el que le implantó la bomba era un puto genio. Esa bomba tiene una capacidad explosiva para reducir a polvo a 5 kilómetros a la redonda; y lo que es peor viendo que es bastante consentida, su detonador parece estar conectado a la zona neuronal que controla las emociones...

-¿¿¿Y eso que quiere decir??? No será que....-Dijo Korben sin pensar mirando la camilla donde la pequeña se estaba removiendo en sueños, quizás al despertar le picarían bastante los puntos pero pronto se le pasaría.

-Si, exacto: el detonador puede estallar si padeciese una situación extrema de tristeza, enfadó o miedo, es decir cualquier tipo de emociones negativas llevadas al extremo nos mandarían a todos al cielo de los estúpidos.

-Mierda....Mierda.....Y esa niña...¿¿¿No puedes hacer nada???

-Puedo consultar con algunos mis contactos del mercado negro, de otras organizaciones para buscar el origen de esta bomba....Pero llevará tiempo...Por no decir mucho, mucho tiempo. Hasta entonces mantenla alejada de cualquier situación de estrés o en la que se pueda sentir mal...Ups..Eso debe ser mi pizza. Ahora vuelvo.

Korben se quedó allí, plantado, sin saber que hacer, nunca había dado con una situación igual en la que una pequeña pudiese ser un arma de destrucción masiva con un mecanismo tan complejo como para darles muerte a todos...Y lo peor era que por el momento no podía hacer más que mirar y protegerla, cuidarla, evitando que pudiese sentirse mentalmente mal. Nunca había cuidado a un solo niño en su vida y ahora tenía que darle toda su atención a ella....Dios, como se dice, a qué en Dios no le fa hijos, el diablo le da sobrinos. Se acercó a ella y le acarició su cabecita, así dormido parecía totalmente humana e inofensiva...Mucho más de lo que el era sin llevar una bomba, de eso podía estar seguro.

No importaba desde donde se mirase, la situación no tenía lados buenos, y mucho menos para korben que siendo un teniente tenía la responsabilidad de entregar a la androide con sus superiores, no solo por el hecho de que fue encontrada tras desmantelar una organización de traficantes, sino además no podía estar exponiendo de forma tan descarada a los civiles, era una responsabilidad de la que a nadie le gustaría hacerse cargo, incluso marcus que no era precisamente una persona con moral o ética, le parecía todo esto innecesario para korben.

Marcus- vamos korben, sabes cómo es el sistema, en especial con toda esta basura de  “los nuevos seres”… no importa cuanta aceptación tengan en la vida actual, al final siempre son reemplazables,  los diseñan para sentir… para “AMAR” a los humanos, pero si este se aburre… simplemente los desecha, los remplaza, los desactiva, fin-. Le explicaba mientras se encendía su tercer cigarrillo, y miraba hacia toda la chatarra y partes de androides que se encontraban en la mesa, el mejor que nadie sabía que esos “escombros” alguna vez fueron parte de criaturas diseñadas a imagen y semejanza humana, algunos para proteger, llenar vacíos o simplemente dar placer, pero al final, algo salía mal y terminaban siendo destazados para revender.

Marcus - “pfffffff”- saco el humo lentamente por su boca y se giró hacia su viejo amigo, arqueo una ceja y apoyo ambas manos sobre la plancha metálica donde se encontraba elohim aun durmiendo –no sé qué este pasando por tu mente, pero sabes muy bien que si a mí me encerraron por simple “abuso de confianza” a ti te desterraran por ocultarles esta “sorpresita”, y para ser franco hacerte mercenario no sería tan buena opción, ya que todos los del otro bando te quieren como plato fuerte. Le explicaba entre humo de cigarrillo y sarcasmo, la niña comenzaba a moverse un poco, como aquel pequeño que no tiene un buen sueño, o presiente que algo no anda bien, ambos la observaron por un momento, pero seguía sin despertar –escúchame, aun no es muy tarde, conozco gente que la puede comprar a un buen precio, lejos de aquí… no entraría en tu zona y ¡vamos, dallas que se, que no te importa mucho si estalla en un colegio  o una iglesia!-, le menciono pero justo en ese momento los preciosos ojos azules de la pequeña se abrieron, observando hacia el techo, Justo en medio de ambos hombres que se encontraban a cada lateral de la mesa, -¡una hormiga!- dijo suavemente, pero con sorpresa después de todo tenia las capacidades básicas de cualquier androide y mientras ello solo veían una simple hormiga, elohim observaba tan de cerca cada detalle del bichito. –Robot…quiero ir al baño- le dijo mientras sus mejillas se ruborizaban pues incluso esos detalles tenía su sistema, cuando el cyborg le dio leche en automático se activó su sistema para procesar la comida, pues no era precisamente que absorbiera los nutrientes, pero si la información, si entraba alguna sustancia a su organismo, el sistema le brindaba cualidades que esta le daría a un niño común.
Marcus- ¡joder, eso tengo que verlo!

-¡no! Tu no…- respondió elohim desde los brazos de korben que ya la había cargado para llevarla, el tampoco parecía tener mucho idea de que haría la niña en el baño, pero tenía que llevarla. –¿ya me revisaron?... ¿y que encontraron? ¿bichitos?- sonrió, pero ya habían llegado al baño, lo cual korben  pensaba aprovechar para terminar la charla con marcus, pero no le salió así pues elohim no lo soltaba, era la primera vez que entraría a un baño y no sabía cómo usarlo. –¿ a dónde vas?... tienes que ayudarme- le exigió mirándolo con enfado , apenas lo conocía y lo ponía en situaciones en las que jamás había estado, mientras afuera marcus con una sonrisa de burla, tomaba una de las cabezas aun despiertas de sus androides, eligió uno muy viejo, el cual era una especie traficante, tenía pocos días hay pero no se callaba, así que de un tiro mataría dos pájaros, uno: se libraría de el y dos: le daría compañía a la pequeña.

Zet- ¿hey, a donde me llevas?
Marcus- cállate, que deberías agradecer que te rescate de los hombres del viejo xion y hora tendrás un adorable cuerpo de oso
Zet- siempre me imagine como un sex symbol, pero dale, i dignidad se quedó en el otro cuerpo

Cuando salieron después de un largo rato, ya que elohim  se negaba a hacerlo sola, pero también se negaba a hacerlo estando el ahí, se encontraron al adorable oso sin una oreja y un ojo robótico parecido al de korben pero mucho más básico –ahhh… ¿Cómo lo hiciste?, te creo dios?-  pregunto la pequeña intentando subirse a la mesa, zet- ¿dios? Más bien yo lo llamaría un payaso, y tu quién eres?- pregunto el androide que parecía estar cómodo en ese adorable cuerpo

Marcus-¿ y bien ahora que vas a hacer?

-No he venido aquí para que me hicieses un examen psicológico ni para que me ofrecieses venderla a un buen precio, si he venido aquí es para saber como podría quitarle la bomba del pecho, nada más. No tengo interés alguno en preocuparme por lo que podrían hacerme, pueden destituirme o desterrarme y eso no me importa, si me quisiesen fuera lo podrían haber hecho hace años pero sigo aquí; por ahora, y a pesar de tus absurdas ideas sobre lo que podría pasarme, voy a seguir escondiendo a Elohim. Puedes pensar que es un androide normal y corriente como esos que tienes acumulando polvo en las estanterías pero si la miras detenidamente, es completamente diferente, la mente que la creo debía ser la de un verdadero genio, cada parte de ella es idéntica y simétrica con la de un ser humano normal, incluso las pequeñas partes de su organismo están desarrolladas de tal manera que parecen producto del desarrollo del cuerpo. No voy a venderla como si fuese un arma extraña que he encontrado en una redada, Marcus.

Marcus tenía su punto, a Korben le importaba poco donde podría estallar una bomba, no le importaba a quien matase, a él le pagaban por solucionar problemas cuando le llamaban, por matar, por dirigir a sus hombres; sin embargo no era la misma situación, porque la bomba estaba unido a una androide totalmente recreada con una personalidad que hacía pensar que era real, incluso sangraba por el amor de Cristo....además estaba haciendo horas extras, estaba fuera de su horario por tanto no tenía que dar explicaciones, sabía que Marcus no le iba a delatar porque entonces tendría que revelar también que seguía activo en el negocio de los explosivos y el trafico de armas y tenía prohibido acercarse a menos de cien metros de cualquier artilugio capaz de matar a una persona. De todas maneras, Korben no iba a hacer caso a lo que dijese su compañero, porque no se dejaba intimidar por esas tonterías y porque tenía el suficiente conocimiento para hacer lo que considerase más apropiado. Estaban discutiendo acaloradamente cuando la pequeña despertó, al parecer no presentaba secuelas por la operación y aunque quizás le escociese un poco la cicatriz y demás, estaría bien. Sin embargo, lo que no había cambiado nada era su actitud infantil, porque mira que decirle precisamente a él, a un teniente del ejercito despiadado que había realizado verdaderas atrocidades y barbaridades, que si la ayudaba a ir al baño....joder eso no se veía todos los días aunque si que agarró a Marcus instintivamente y lo tiró para atrás con su brazo biónico, porque para su gusto Marcus estaba demasiado sobrado...aunque podía entender su interés, era la primera vez que había escuchado de un androide que necesitase ir a un baño, normalmente comprimían los desechos que sus cuerpos procesaban y los retiraban de un compartimento especial para ello sin embargo no era de extrañar que Elohim que tenía unos órganos tan idénticos a los humanos a pesar de ser una androide, pudiese realizar esas pequeñas necesidades. La cargó, por alguna razón era como si ya se hubiese acostumbrado a llevarla de un lado a otro en brazos, quizás porque así era más rápido, quizás porque de esa manera no tendría que preocuparse por si se escapaba, o quizás porque se sentía cómodo y agradable tener su cabecita apoyada en su pecho.

-No, todo estaba perfectamente, estas muy sana....-le aseguró Korben acariciando su cabecita, era evidente que ella no sabía que era una androide, pensaba que era una humana normal como todos, por eso no tenía sentido destruir sus ilusiones y mucho menos aún asustarla diciéndole que tenía una bomba en el pecho que podría mandarles a todos a la mierda. La llevó hasta la entrada del baño y allí, todo se convirtió en una de las peleas más extrañas que jamás había tenido porque al parecer ella no quería que entrase con ella al baño, pero tampoco quería que se fuese, con lo cual pasaron al menos unos diez minutos antes de que encontrasen un acuerdo, lo cual tampoco fue muy satisfactorio, se tuvo que quedar mirando de cara a la puerta mientras ella hacía sus cosas, de manera muy vergonzosa pero ella parecía feliz y no le importaba mucho lo que pensase Korben. Al terminar, volvieron junto a Marcus, tenía pensado irse ya debido a que tenía que presentar el informe de la misión de la mañana y por supuesto pensaba omitir cualquier cosa referente a Elohim; Marcus parecía haber preparado una pequeña sorpresa para la niña, pero de todas las cosas monas que podría haberle dado a una niña en lugar de eso le había puesto en las manos el osito de antes pero esta vez parecía haberle implantado algunas cosas robóticas que Korben podía ver con su ojo biónico, no parecían peligrosas pero sin duda tenían características y programas integrados como los que le permitían hablar. Subió a Elohim a la mesa para que pudiese jugar con el osito pero lo mantenía vigilado con su ojo mientras conversaba con Marcus.

-¿Que le has hecho al oso? ¿Le has puesto algún tipo de cámara o algún programa de reconocimiento ?No me hace gracia tener tecnología que desconozco a mi alrededor....y respecto a Elohim....creo que me la llevaré. Si se trata de tener que mantenerla a salvo y sin miedo para que no estalle esa bomba, en mi departamento estará bien provisionalmente, pero después me la llevaré a algún lugar más apartado donde no tenga que tener ningún tipo de situación de estrés o de peligro. Además quiero averiguar más cosas de ella y de su "papa", además de averiguar quien podría tener interés en poner una bomba en el pecho de alguien así.-le dijo Korben, la pequeña parecía estar divirtiéndose mucho mareando de un lado a otro al peluche que se quejaba por todo lo que lo estaba agitando, en verdad ella era muy movida y muy enérgica.-Tu mientras vete contactando a tus amigos, quiero saber como quitarle la bomba cuanto antes....si tiene la personalidad de una niña pequeña podría ser muy variable y podría explotar en cualquier momento....yo la cuidaré hasta entonces, a todas horas del día, estará bajo mi visión.-le dijo contemplando a Elohim que estaba jugando y divirtiéndose como si no hubiese nada malo en el mundo, en verdad parecía mentira que cualquiera pudiese hacerle tanto daño a algo tan infantil e inocente.

Elohim se encontraba ahora más tranquila con la promesa de que buscarían a su padre, pensaba que los robots no mentían así que korben tenía que cumplir con su palabra y solo por eso viajaría con el  sin poner objeción, además ahora un oso la acompañaría a todos lados.
-adios marcus-
-¡si, adiós viejo sádico!
-shh no le digas asi
-como quieres que lo llame “hermana de la caridad”?
-aww si suena bonito, adiós hermana de la caridad !

Le decía elohim y su pequeño oso mientras hacían ademanes de despedida desde los brazos del cyborg  quien no se arriesgaría a que saliera corriendo  una vez más, mucho menos ahora que sabía lo que la pequeña cargaba en su corazón, no solo por su seguridad o la de la niña sino por las bajas que podía causar al hacer explosión, así que hasta ahora el plan parecía regresar a su apartamento y una vez ahí fuera del ojo público podría decidir a donde ir o que hacer al respecto, teniendo en cuenta que no solo el “lado bueno” podría tener interés en la androide, pues si el rumor de que la infante era un potente explosivo llegaba a oídos de los mercenarios seguramente le hallarían un buen uso, así que en cualquiera de las dos posibilidades tenía que mantener un bajo perfil .

Todo esto se reflejaba en la tensión de korben mientras viajaban, eran tatanas cosas que podían pasar por su mente, después de todo elohim actuaba y pensaba como una infante, tema en el cual dallas no tenía la mas mínima idea de cómo proceder- ¿pasa algo?- pregunto la niña mientras lo miraba fijamente, ya que siendo el cyborg hasta ahora con quien convivía su sistema aprendía a diferenciar sus estados de ánimo mediante sus expresiones y tonos de voz, -jaja el tipo esta cabreado porque ahora tiene que cargar con una bom…- estaba burlándose el oso cuando la mirada penetrante de korben lo dejo sin palabras ,- creo que puedo ayudarte pero no te burles, bien?- le pidió elohim mientras se acomodaba sobre el cyborg

cancion:

significado:

Canto la pequeña por un momento, sin ser consciente de tal habilidad,pues su “padre” fue especifico sobre esta cualidad la cual le hacia capas de entonar melodías que tranquilizarían a cualquiera incluso a un cyborg metódico y fio como korben, cuando termino sus celestes ojos se abrieron y la tensión del hombre había desaparecido, era lo menos que podía hacer por todo lo que el había hecho por ella, un largo camino les esperaba para encontrar a su padre pero al menos por primera vez elohim se sentía tan segura que podía quedarse dormida sobre sus brazos sin sentir algún temor.

Zet-elohim definitivamente  no es humana, es algo mejor…

Pronuncio el oso en un tono serio que hasta ahora no se le había escuchado, sentía en parte responsabilidad por cuidarla al igual que korben, pues su historia le parecía tan triste a pesar de ser solo una "muñeca rota"

-Elohim comportate ¿De acuerdo? Y ponle un bozal a esa cosa porque las inteligencias artificiales son muy codiciadas y algo así como tu osito podría ponerse en la mira de gente con menos escrúpulos que yo.-le dijo aunque fue bastante gracioso lo de "hermana de la caridad" pero no podía poner en riesgo a Elohim así que conectó su ojo para estar pendiente de cada cosa que pasaba a su alrededor y continuaría haciéndolo al menos hasta que llegasen a un sitio seguro, aunque ni aún así pensaba dejar de vigilar a Elohim. Había dicho que la mantendría con él a todas horas, aunque eso podría resultarles extraño a sus superiores, quizás podría solicitar una excedencia temporal, la primera de toda su vida para pensar más detenidamente en lo que hacer...pero claro eso también podría llamar su atención, Korben jamás había tomado una baja ni había tenido vacaciones, más que nada porque cuando se las ofrecían las rechazaba automáticamente pues ¿Qué iba a hacer en ese tiempo? Prefería seguir haciendo misiones, matando y asaltando a quienes le dijesen antes que quedarse en su casa sin moverse viendo la tele o algo así. Pero ahora, si lo hacía, empezarían a preguntarle el motivo y si lo ocultaba, Korben era lo bastante extraño en el cuerpo como para que mandasen a alguien a investigar....joder todo era demasiado complicado para él, en cambio para la pequeña era bien sencillo porque se lo estaba pasando en grande en sus brazos jugando con su nuevo osito mejorado que ninguna niña en toda la galaxia podría tener. Al menos no estaba lloroncita como antes y desconfiando hasta de la mano extendida de Korben, lo cual ya era un avance de por si...¿Pero como hacía para que estuviese así de contenta siempre? Korben sabía lo mismo de niños que un león de cultivar tomates y ahora tenía que cuidar a esa pequeña y no solo eso, mantenerla feliz para que la bomba en su pecho nunca estallase.

-No...no es nada Elohim solo son...preocupaciones de mayores.....-dijo Korben para que no se inquietase sin embargo ese osito estuvo a punto de echarlo todo por el retrete cuando estuvo a unas sílabas de rebelar el secreto de Elohim. El ojo biónico de Korben se amplió al máximo y se iluminó con una luz roja sangra tan potente que parecía que estuviese a punto de desprender un furioso rayo láser que encajaba perfectamente con la ira de su portador, en verdad tendría que tener mucho cuidado con ese trasto de lo contrario Elohim podría descubrirlo y eso seria terriblemente malo. Sin embargo esos pensamientos quedaron fuera de su mente cuando al pequeña, sorprendiéndole de una manera tremenda, comenzó a cantar con una voz tan suave, linda y relajante que Korben se quedó totalmente ensimismado y solo era capaz de mirarla mientras su boquita se movía entonando tan hermosas frases y melodías una tras otra, la piel de su brazo inclusive se puso de gallina cuando lo hizo, era fascinante, esa pequeña tenía tantas cualidades escondidas que opacaban incluso el hecho de que en su pecho se escondiese un arma de destrucción masiva.

-Vaya....eso ha sido impresionante...-dijo Korben mientras la introducía en su vehículo, estaba tan impactado aún por esa canción que ni siquiera dijo nada cuando la pequeña se quedó dormida con una última mirada de sus ojos que brillaban como joyas, en verdad no sabía que decir nunca nadie le había cantado ni mucho menos lo habían hecho con tanto sentimiento...esa pequeña era realmente única. Tenía que protegerla así que no perdió más el tiempo y la llevó a su apartamento, allí podría trazar todos los planes que quisiese para mantenerla a salvo, de hecho durante el viaje su mente estaba dividida entre la parte que conducía y la parte que ya estaba elaborando diversos métodos para cuidarla, todo lo que sabía por el momento era que, de alguna manera, ese cálido peso en sus brazos que contenía un poder devastador estaría segura, aunque le costase la vida.