Llegar a un nuevo lugar, y empezar recuerdos nuevos, era algo que aquella joven de cabellera corta y castaña había decidido hacer. Avanzaba con calma para dar un recorrido de su universidad, saber donde estaban los salones de primer año, los baños,  cafetín si es que había o era una gran área de comedor. El patio la cancha los laboratorios, sus pasos resonaban haciendo un eco, al menos gracias a los tacones que tenia en sus botines, sus pasos eran lentos. Sus orbes verdes ya habían recorrido todas las instalaciones solo faltaba una en su recorrido.


Las canchas, al menos había visto parte de estas, avanzo con calma rumbo a la cancha de baloncesto hasta que escucho un ruido en seco, parecía ser que alguien se hubiera caído. Se detuvo un momento observando hacia la entrada con calma y a la vez curiosidad, avanzo hasta llegar a la entrada, pudiendo ver el interior de dicha cancha. Era bastante amplia y se nota que estaba bien cuidada pero aun así el suelo se notaba algo sucio, en eso sintió algo en sus pies un leve toque que tanto como apareció se espumoso de repente. Tras bajar la mirada ella nota un balón de basket, se inclina levemente evitando que su bolso se cayera, usaba un vestido de color aqua, como pantimedias de un color oscuro con diamantes rojos y lineas blancas que se cruzaban entre si.


Una chaqueta de color negro la cual se encontraba abierta, en sus pies habían unos botines de color blanco y en su cabeza una boina negra con dos rosas y un lazo de color blanco, con sus manos delgabas y blancas tomo aquel balón recorriendo con la mirada dicha cancha. Para ver si ahí se encontraba su dueño, su mirada se detuvo en un joven tirado en el suelo observando aquel hermoso cielo digital.


Avanzo sin dudar mucho, buscando una distancia no tan amplia para poder hablarle a aquel joven, una vez estando cerca de el le pregunta con un tono suave.

—Disculpe, este balón ¿es de usted?


Tras preguntar se quedo mirando a aquel joven, se encontraba sudando aparentemente había estado jugando, o entrenando. Sus orbes verdes se mantenían posados en el rostro de aquel joven desconocido para aquella castaña, la cual tenía el cabello por sus hombros y además suelto. Solo que con una clineja, y un moño en forma de rosa

Ella podría decir que pasaron largos minutos, en los cuales esperaba al menos alguna respuesta de parte de aquel desconocido. Pero realmente no dijo nada, ni se tomo la molestia de observarla, por en hecho de saber ¿quien le hablaba? Pero no era algo que le molestara a ella ya que, él joven parecía disfrutar mas que todo el hecho de estar solo, ya que no la escuchó pensaría que estaría durmiendo pero sus ojos se podían apreciar abiertos. Por lo cual lo único que hizo fue inclinarse con levedad dejando el balón de aquel joven a su lado pero  momento de realizar dicha acción nota como este observa, hacia la nada hasta que sus ojos son cubiertos por sus párpados.

Se quedo mirándolo por unos pocos o mas bien escasos segundos, se levantó sin decirle nada ya que ella no era nadie para molestarlo. Tras reincorporarse nuevamente, acomodo su bolso para retirarse de aquel lugar, era mejor volver a casa por los momentos. Ya que no haría mas nada en la universidad por hoy, se dio la vuelta para empezar a caminar hacia la puerta de aquella cancha.

Esperaba recordar el camino a casa, realmente eso era lo que le llegaba a la mente en momentos así, ese y que aún no terminaba de entender algunos fragmentos de pequeños recuerdos. Que le llegaban de repente, se detuvo de golpe mirando sus pies.

_  Realmente fue buena idea venir a este lugar, donde no conozco nada y soy incapaz de asociar las cosas, con algo de mi pasado.

Comento en un leve murmuro  cual el viento tomaba para si mismo, con recelo ella se aferro a la correa de su bolso. A veces sentía impotencia de no poder seguir las conversaciones, o de no estar segura si lo que hace es lo que ella es. Si reaccionaria así en realidad, pero no era momento de estarse lamentando, estaba ahí y lucharía para tener una nueva vida.

Por los momentos solo debía volver a casa y anotar lo que hizo hoy, lo que observo, lo que le agrado y rogar por recordar donde se encontraban los salones, regreso a iniciar su caminata. Su pie derecho piso  césped empezando así su camino hacia la puerta, la cual ahora se encontraba más cerca que antes.

Jamas, de los jamases por decir así se imaginó lo que ocurriría luego, escuchaba como pies ajenos a los de ella pisaban el césped, primero lento luego rápido. No tuvo oportunidad de decir algo, incluso de reaccionar sólo alcanzo a girarse en su mismo eje, quedando frente al ruido pero, se convirtió en algo más. Se transformo en unos brazos que la rodeaban y arropaban envolviéndola en un calor, sintiendo ella misma un calor extraño que la atrapaba sin deseos de dejarla ir.


Sus orbes verdes se abrieron de golpe, quedándose en shock. ¿Qué ocurría? ¿Acaso el la conocía? Sus labios se abrieron mostrando sorpresa, al igual que su rostro estaba petrificada, no correspondió el abrazo solo se quedo ahí con sus brazos pegados a su cuerpo. Su rostro estaba contra un pecho ajeno, escuchando un palpitar que jamas había escuchado, una nueva música con diferentes tonos. Pero con una hermosa armonía, realmente ella no sabía como hacer que dicho abrazo terminara pero muchas cosas pasaron por su mente.


Si es alguien que conocía, quiso huir de sus recuerdos y estos los siguieron, cual lobo persigue a una oveja tonta. La cual cree que puede huir de su pasado, de el hecho que posee amnesia, y no puede recordar sus amigos o familia.

—E..eh...

Fue lo ultimo que escapo de sus labios, sintiendo como si el tiempo pasaba lento, como si ese momento fuera eterno.

Finalmente la tenia entre mis brazos, sentía mi corazón emocionarse desaforadamente, sin embargo su aroma ya no era el mismo, note un cierto detalle floral en su cabello, pero que importaba...
Estaba desquiciado... loco... o peor aun, esquizofrénico, pues mi alucinación era tan pero tan real que no había diferencia entre abrazarla a ella que abrazar a un ser humano.
Loco no... al borde de la locura, aun era consiente de que no podía ser real... de que Alessia no existía. Pero abusaría de mi imaginación para ser feliz, eso seguro.

La estrechaba con fuerza y firmeza y con mi mano derecha subí hasta su cabello, hundiendo mis dedos y también mi rostro impregnándome de la ilusión, era real y bellísima.
Luego tome una pequeña distancia para mirar a su rostro, ella había girado así que la tenia frente a mi, y verla fue algo demasiado mágico e inexplicable...
Sentía mis latidos ahogados en mi garganta tanto que me dificultaba poder hablar. Sus ojos, los hermosos ojos de Al estaba allí al frente mío, una pequeña y diminuta porción de agua se acumulo en el lado interior de mis parpados, hasta desbordar apenas, escurriendo solo del lado derecho por el contorno de mi mejilla.

- Permíteme creer que estas de nuevo... conmigo, Al.

Me dejaba llevar o mantenía la calma.... mi cabeza no paraba de hacerse aquellas preguntas que definirían hasta que punto era una persona racional y cuerda.
Aun así no podía dejar de verla, lentamente mi palpitar llegaba hasta mis labios, ella estaba muy cerca, como incitándome, y el calor de su respirar eran como dos manos aromáticas que me atraían con fuerza.
"por favor, se real" Presione con mi brazo contra su cintura aferrándola a mi y solté sus cabellos con cuidado para llevar la mano adelante y acariciar su rostro dejándome llevar completamente por lo que deseaba en ese momento.

La tome por el mentón mientras cerraba mis ojos y me acerque a su rostro lo suficiente como para apoyar mis labios sobre los de ella, robándole así un dulce y cálido beso.

Entonces, por unos segundos, mi existencia entera se perdió en la nada.

Fue casi como besar lo terso de una nube, la textura se sus labios era tan blanda, delicada y sutil que apenas podía sentirse y estremeció cada parte de mi de una forma sumamente agradable y exquisita.

Ella estaba allí y de eso no había duda.

Sentía como los dedos de aquel extraño se hundían en su cabello, realmente no sabia que hacer que decir inclusive como reaccionar. Su expresión seguía siendo sorpresa aunque teniendo ese toque en especial, de melancolía.

Aquel joven parecía aferrarse o estrecharse con mas fuerza a ella, como si fuera alguien preciado o importante no sabia que significaba, si es que por lo cansado que estaba este deliraba. O algo por el estilo, negó levemente cerrando sus ojos. No estaba segura de lo que ocurría ella aun no correspondía el abrazo que ahora, hacia que su cuerpo estuviera mas junto a aquel extraño.

Pero lo mas extraño fue lo que sus labios susurraron, con una voz que parecía salir de su corazón. Sintió aquella presión de aquel brazo contra su cintura sintiendo un hueco en el pecho, realmente no entendía la situación. Al momento que lo vio a los ojos por más que tratara no podía recordar quien era, antes que dijera algo escucho lo que decía mostrando un rostro de tristeza. Por decirlo así, la expresión de ella tendía a ser así como de pérdida, además su tono de voz era muy suave y armonioso, ella jamas gritaba por ende no tenía una voz chillona.

—Q...Que .. Pe...



No pudo decir mas nada ya que sintió como el tomaba su mentón, acercando su rostro hacia aquel rostro ajeno, abrió sus ojos de golpe al momento de sentir el contacto de aquellos labios suaves. Le estaba dando un beso ese extraño, su corazón se acelero de golpe se mantuvo quieta igualmente sin decir nada sin hacer algún movimiento. Después de yodo estaba atrapada por aquel abrazo

Su aroma comenzó a envolverme, tuve apenas una ligera duda sobre si era o no Alessia, pero su respuesta fue casi una confirmación a mi teoría. Segundo a segundo me sumergía el sueño ideal, estaba allí, y ella--- tan nítida y cálida como cualquier otro humano, por alguna razón mi angustia creció al punto de nublar mis pensamientos y no pude contenerme,  tenerla tan cerca y no devorar aquellas carnes que me incitaban era un completo desperdicio de fantasías. Mi deseo por ello era tan grande que no pude evitar quebrar aquel pequeño rose introduciendo mi lengua en su boca, forzándola a abrirla.


Lo quería todo, el sabor, la textura y la humedad de aquella cavidad, que da degustar al máximo de las sensaciones que solo ella me ofrecía.
No solté su cabeza por nada, levante la otra mano dejando de abrazarla y la lleve a su rostro inclinándoos, levantando hacia mi rostro su mentón, para así poder hacer más profundo aquel beso.

Me costaba respirar entre el espacio que quedaba cada vez que mi boca alcanzaba a separarse milímetros de ella, estaba agitado haciendo que necesitara oxigenarme mas de lo normal y el palpitar en mi pecho impedía que piense con claridad, era tan emocionante que deseaba que fuese eterno, aun que terminase en un manicomio.


Una.. dos... tres lagrimas siguieron cayendo, por que tenia que recordarla tan bien.
Era casi como si hiciéramos las pases. Ahora podría morir en paz...

Ella sin poder creer lo que ocurría sus ojos seguían abiertos como platos mientras, sus manos se colocaron sobre el pecho de el para poder apartarse. Pero en realidad, no podía aquel joven era demasiado fuerte para ella y además que el le había impedido el escape por decirlo así.


De un momento a otro su boca empezaba a ser forzada para abrirse, no supo que era hasta que el momento que invadió su cavidad. Húmeda suave, y caliente haciendo una mezcla de ambas Salivas, la de ella y la de el. Su corazón se iba a salir fe su pecho en cualquier momento. Y lo único que cruzaba en su mente era " ¿por que? ¿por qué no la dejaba huir?"


Su cuerpo empezó a temblar mientras sus fuerzas se enfocaron tanto en las palmas de las manos como partes, de los pies. Realmente no, podía por mas que empujará aquel joven no la soltaba en vez de eso se apegaba mas a ella. Como si estuviera hechizado, como si su deseo era seguir sintiendo su calor. Se sentía muy nerviosa en ese momento y por su mente pasaban muchas cosas a la vez. Preguntas, dudas, confusión y de un momento a otro su cuerpo no respondió más, era como si todo se hubiera apagado de golpe.


Se había desmayado por el Shock, su cuerpo dejo de resistir, cayendo sobre las manos por decirlo así. De aquel joven sus ojos verdes estaban cerrados u ocultos por sus párpados.