La batalla por la aparente conquista de la tierra fue demasiado costosa y desastrosa para la fuerza expedicionaria del  dominio terran ya que perdieron casi toda su flota y gran parte de sus soldados y sus mejores pilotos y unidados apenas logrando escapar de la batalla con 3 cruceros siendo perseguidos por varias fuerzas de Eden sin saber a donde poder retirarse ya que no tenian forma de volver a la seguridad de Korhal ademas de que sus naves tenian varios danos

Spoiler:

-Capitan,el Bucefalo no tiene suficiente energia en los escudos y algunas unidades aun estan fuera de la nave incluida el wing zero..los enemigos no dejan de atacarnos senor!!! no sabemos cuanto mas resistiremos-

El capitan se sentia abrumado por la pesima situacion en la que estaban ya que todo era un gran caos y el emperador seguia luchando contra varios mechs de batalla enemigos aun cuando su propia unidad tenia danos y era impactado

-GRGggr malditos!!!....capitan le ordeno....grg.preparar un salto warp al azar si rumbo,saldremos de aqui de una forma u otra!!! estoy regresando ahora!!! preparen salto warp en cuenta regresiva de 5!!!-

El capitan escucho la orden de su emperador consternado

-Pero ......su excelencia,algunos de los nuestros aun no han podido regresar y estan afuera luchando o estan desaparecidos en accion!!!-

Valerian poco o nada le importaba cuantos hayan muerto pues habian muerto cumpliendo su deber y juramento de lealtad hacia el y la dinastia Mensgk

-Al diablo con ellos,murieron con honor!! obedece ahora!!!-

Decia gritando mientras que  el obedecia programando la computadora de navegacion para iniciar el salto warp mientras que Valerian ya casi llegaba a su nave mientras intentaba evadir los ataques de enemigos que aveces lo impactaban en su mobile suit  danado y parecia que llegaria a tiempo pero justo aparece una nave enemiga a su costado que le dispara danando su propulsor causando que empezara a ser jalado por la gravedad de un planeta adyacente

-Infelices terrestres!!! yo!!!! soy un emperador!!!...rgr....no voy a.........morirrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!-

Dijo mas apuntando su rifle de rayos cargado al maximo y disparandola contra la nave enemiga en media entrada admosferica destruyendola junto con muchos enemigos aunque era tarde para alcanzar su nave y acabaron por irse sin el mientras que el caia hacia dicho planeta de forma brusca con su mobilesuit sufriendo danos severos mientras caia y dandose muchos golpes.

Parecia que caia una bola de fuego del cielo y al final cayo a tierra dandose golpes contra varias rocas arrastrandose contra el suelo bruscamente hasta caer a un lago.Se habia golpeado con fuerza y tenia muchas heridas externas e internas pero logro presionar el boton de expulsion que lo saco de la cavina que tenia fuego y varias explosiones logrando  salir de alli con vida mientras se hundia. Uso la fuerza que le quedaba para nadar a la orilla quedandose tendido alli

-Ggrh.....he fr...fracasado......acaso.r.grr....voy a morir.....aqui..? ughgh-

Spoiler:

Decia muy débil con su brazo  derecho fragturado ademas de vomitar sangre  por tener algunas costillas rotas ademas de que tenia una contusión y sangrado en su cabeza luego de haberse quitado el casco de su traje de piloto el cual estaba mu rasgado y sucio haciendo que fuera imposible ver alguna insignia del dominio terran.Al final se quedo inconciente en la orilla severamente herido abandonado y sin tener como llamar devuelta a su nave o como ser reconocido ya que su traje estaba rasgado y lo único que lo identificaba era una espada dorada que llevaba consigo la cual era una reliquia de la dinastía Mensgk que uso su padre antes que el fuera emperador pero nadie lo habia visto en persona nunca por lo podria ser confundido con alguien desafortunado

montura:

De camino a la casa de la anciana “wadoh” (nombre que recibían los indígenas que habitaban este planeta antes de ser colonizados por los humanos terrestres en nombre de Eden), vio como una enorme bola de fuego caía en el cielo hacia la tierra sin control. Lo primero que pensó fue que debía de tratarse de algún meteorito u algún residuo espacial que hubiera entrado en la atmosfera, pero al deslumbrar en un instante la figura de una pequeña nave, instigó a su montura a poner rumbo allí donde aquello debía haber caído. La anciana podía esperar su visita.

Con la intención de llegar lo más rápido posible para socorrer a los heridos, la mujer, que ataviada con su armadura ligera de aleación (todo última tecnología pese a su aspecto Medievo), no dejó de instar a su montura a que fuera más rápido. Más rápido. En su cabeza se imaginaba ya el desastre de la escena; piezas desperdigadas, tierra levantada, pequeños fuegos acechando la zona… Pero lo que más la inquietaba de esa escena eran las víctimas. Esperaba que no las hubiera, aunque resultaba muy difícil sobrevivir a una colisión así.

Sin embargo, tan pronto como llegó al lago, no se encontró con nada de lo que había imaginado. No había nave, no había más que un par de trozos diminutos flotando en la superficie del agua y tampoco había fuego. Estática ante el hermoso paisaje y cohibida por la idea de que hubiesen perecido sepultadas aquellas personas bajo el amasijo que sería la nave, y bajo el agua, vio a unos metros a su costado a alguien. De un salto bajó del animal y echó a correr en su dirección por la costa de piedras rodadas.

-Aguanta. Voy a ayudarte. Yo…. –miró a los lados con cierto apuro mientras apartaba los mechones de cabello (húmedos por el agua) de su rostro lleno de hollín y sangre.  Entonces se le ocurrió la idea.-Sé quién puede ayudarte –susurró. Con un silbido hizo que su montura se acercase, poniendo como mejor pudo a aquel hombre sobre ésta. Sentado y recostado contra el cuello del animal. Recogió la peculiar y pesada espada y, montando tras el herido, hizo levantarse al animal. –La “Anciana Wadoh”sabrá qué hacer. –Dijo en alto, como si hablase con el llamativo animal.

La anciana era una mujer de 120 años (equivalente a  80 años humanos). Su vida solitaria en los espesos bosques de la reserva, la habían mantenido en forma. Muchos wadohs se habían marchado de los bosques y las aldeas donde allí vivian para vivir como los “yamaka” (=viajeros, aunque la traducción correcta sería invasor). Hoy era común verles en las ciudadelas; integrados y, aunque para mal, también corrompidos en su naturaleza.
Eran seres con grandes capacidades sensitivas para con la naturaleza, siendo por ello tan respetuosos con ésta y los seres vivos. Y es que por esa razón misma no pusieron pegas a ser conquistados décadas atrás. Cuando aquella anciana era apenas una jovencita; hermosa y llena de vitalidad por entonces.

Llegada con prisa a la recóndita casa de la anciana, que se encontraba incrustada en la mismísima roca de una desnivel rocoso del terreno, se bajó de un salto mientras pedía desde fuera, en alta voz, y en la lengua nativa de ésta, que saliera a ayudarla. Que traía a una persona muy mal herida.

Como mejor pudo, lo hizo entrar dentro de la vivienda, que no estaba formada por más de dos o tres habitáculos. Su interior era oscuro allí donde las peculiares esferas luminosas no alumbraban, cálido y seco. Carecía de muebles en exceso, manteniendo únicamente los necesarios. Incluso algunos estaban tallados en la misma piedra que eran las paredes.

-Feg-tuk xo máh

Obediente, Katherine lo tendió sobre la mesa. Una gran mesa que era una pieza rectangular de piedra maciza tallada en el mismísimo interior de la vivienda siglos atrás. Allí era donde la anciana preparaba sus ungüentos y medicinas.

La joven se mantuvo junto al tendido hombre, obedeciendo a la mujer cuando se puso manos a la obra con el cuerpo maltrecho de aquel hombre desconocido, ayudándola en cuanto necesitara….

Finalmente, la anciana se marchó a buscar hierbas para infusiones y curas caseras. El humano quedó al cuidado de Katherine (quien ya no portaba su armadura, sino una falda y camisola sencilla), sentada al lado de la mesa de piedra en la que descansaba el forastero. Le observaba con curiosidad. No todos los días pasaba algo así y le intrigaba saber cosas de aquel misterioso hombre que ahora descansaba en paños menores y cubierto por una manta de piel.

Con un gesto suave y silencioso, tocó su frente y después su rostro con el dorso de la mano para tomar su temperatura.

Se encontraba inconciente cuando fue recogido sin poder sentir nada pero ya cuando el se encontraba recostado solo en sus shorts ajustados de piloto y con su pecho descubierto lleno de heridas y vendajes,pudo sentir el dulce aroma de mujer que emanaba de sus cabellos dorados cuando ella se acercaba.

No sabia lo que pasaba pero poco a poco su cuerpo fue despertando estando ya fuera de peligro aunque sumamente adolorido y debil logrando abrir despacio los ojos luego de sentir el tacto de sus suaves y calidas manos siendo ella lo primero que logra ver aunque siente no puede moverse por el dolor y el sentir debil su cuerpo

-Hmp....gr.....donde........estoy....acaso.......vas...a.matarme...no.?-

Decia entre cortado y debil sin poder moverse viendo lo hermosa que era ella pero al ver su espada en sus manos,creía que ella iba a matarlo con ella creyendo que habia caído en la misma "tierra" que intento conquistar antes ademas de que el era sumamente desconfiado de los demás y asumía siempre lo peor.

No se movía ni se sentía alarmado pues ya daba por hecho de que le había llegado su hora y que ella seria su verdugo pero podía ver que estaba dentro de un sitio por lo que su curiosidad aumentaba ademas de saber quien era la enigmática mujer humana de cabellos dorados que estaba ante el pues no entendía lo que pasaba aun

Apartó con cuidado la mano de su rostro ahora limpio de sudor, sangre y hollín. Sus rasgos, más visibles ahora, mostraban a un hombre adulto y de buen temple. Un hombre sano. Sin embargo, los rasgos de infinita tranquilidad desaparecieron cuando abrió pesadamente sus ojos y la miraron con una paz agotada y desconcertada. -No, ¿por qué lo dices? -preguntó, pero al ver que miraba la espada que descansaba a su lado de la silla, envainada en su exquisita y hermosa funda. -Oh, no, no. Disculpa si te confundí. Pensé que querrías tenerla cerca. La sujetabas con fuerza cuando te encontré. -Dijo, cogiendola con cuidado y firmeza por su peso, y la puso a su lado sobre el bloque de piedra que hacía de mesa y, en esta ocasión, de cama.

-Me llamó Katherin Erwan. Te encuentras en Odián. -Informó, inclinándose un poco hacia el, apoyando sus codos sobre el borde de la piedra. -Debes de estar muy cansado. Será mejor que te deje descansar, pero antes será mejor que bebas un poco de agua. -Se levantó para tomar un cuenco de madera que llenó de agua, y después, alzando levemente y con cuidado la cabeza de aquel hombre, le dio de beber con suma delicadeza. Despacio. Paciente.

Respiraba con debilidad con su mirada fijada en ella pues era era hermosa ademas de que parecía ser alguien gentil y amable sin mencionar que el ambiente en el que se encontraba parecía confortante y pacifico sumamente agradable para el aunque sabia que no estaba en casa o en la "tierra" sino que seguia en un lugar de esa galaxia desconocida para el

-Tu....grg..me salvastes?..como...es...que..llegue....aqui..rgg.....-

Decia un poco adolorido sin poder moverse mientras el bebía el agua que ella le había traído y la bebió despacio notando que su espada estaba cerca sintiendo que tal vez podría tomarla y usarla de reehen y buscar una nave para escapar o almenos eso era lo que usualmente haría pero sentía que no podía hacerlo no por el dolor sino por que se sentía extraño al estar con ella pues no había conocido a alguien como ella antes.

-Bueno... caíste del cielo. El por qué no lo sé, pero después de ver cómo cayó tu nave no esperaba encontrarme a nadie. No con vida. Has tenido mucha suerte -apartó el cuenco y dejó su cabeza nuevamente recostada en el cojín de plumas. -¿Como te llamas? De algún modo tendre que llamarte, aunque aquí llaman "Yamaka" a todos los que son extraños o no nativos del planeta. -dijo con una sonrisa divertida por cómo sonaba aquella palabra dicha por ella al humano. Se llevó la mano a los labios, ocultando su sonrisa. -Tú no te preocupes. Descansa. Aquí estarás bien. Yo estaré cerca por si quieres o necesitas algo. -confesó, y es que era verdad. Iba a cuidarlo con la diligencia de una buena enfermera y anfitriona.

Respiraba despacio notando lo amable que era ella ademas de diligente pero aun sentia las escenas moviendose en su cabeza pues recordaba como su mobielsuit no pudo alcanzar su nave antes de que saltara a velocidad warp sin rumbo fijo para escapar de la fallida batalla en Eden y ahora sabia que estaba alli atrapado sin poder contactar a su flota y sin ningun medio para que ellos pudieran encontrarlo en el corto plazo

-Ggrr..maldicion....la computadora.....fue....mas rapida y precisa de lo que supus..gr.r....si esa...nave no hubiera interferido......grr..maldicion....-

Decia entrecortado suspirando y resignandose a que esta alli atrapado por ahora teniendo solo a Katherine con el aunque nunca antes habia conocido tanta bondad y amabilidad en una persona por ayudar aun extrano

-Yo soy...grg....Va..Varian..rgrr....entonces...grr..dices que..aqui hay seres no humanos?-

Decia recostado mirándola con curiosidad aun extrañado por lo agradable del ambiente pues le sorprendía que aliens pudieran tener un ambiente asi de agradecerle donde estaban ellos y se extranaba estar cerca de estos pues su padre siempre dijo que eran malignos y que buscarían acabar con la humanidad que ningún humano debia interactuar con ellos

Hábilmente le habia dado un nombre facil para evitar que ella supiera quien es sabiendo que podria entregarlo si se daba el caso

Escuchó sus entrecortadas palabras, sintiéndose ciertamente apenada por su situación. Seguro que habría alguien en algún lugar esperándole: familia, amigos... Y ahora se encontraba "atrapado" en aquel planeta. Al menos hasta que se recuperase y pudiese valerse por sí mismo. No iba a quedarse aquí retenido, ni mucho menos.

-Ahora estás a salvo, no te preocupes. Primero es que se recupere, luego buscaremos la manera de que vuelva a casa. -Dijo con vi suave, tratando de calmarlo y que no pensada en lo sucedido, tomando entre sus manos la más cerca de él. Era una mano grande y fuerte. Seguramente por estar acostumbrado a llevar la pesada espada que descansaba a su lado.

Le preguntó por su nombre, escuchando éste y su cuestión. Una cuestión que le precio un tanto peculiar, así como obvia para ella. A fin de cuentas daba por hecho que pocos debían de se remite los planetas donde solo vivieran los nativos originales. Pero podía estar equivocada.

-Muy bien Varian. No te preocupes por nada. Conseguiré que vuelva a casa. -Sonrió y dejó su mano sobre la piedra, descansando las suyas sobre su regazo y sentarse de manera directa. -Si, aquí viven los wadoh. Mm... podrían decirse que son como los elfos de los cuentos, más o menos. La anciana que vive en esta casa ha sido quien te ha salvado. Yo.... no tengo tantos conocimientos médicos, y nunca he tenido que poner en práctica lo que se más allá que para un resfriado o malestar. -Se frotaba las manos discretsmente al confesar su "inaptotud" por no saber actuar y que hacer en un momento como aquel, sonriendo ligeramente a Varian. Tampoco era tan exigente consigo misma, pues, a fin de cuentas había conseguido salvarle la vida con su decisión de llevarlo a donde la anciana. -Ella volverá algo tarde. Ha ido a recoger plantas para sus ungüentos y para buscar hojas de loish para hacerte una infusión que te ayudará. No sabe demasiado bien, pero hace milagros. -Confesó.

Sentia total sorpresa que un alien lo haya salvado y de que fueran capaces de hacerlo pues su padre siempre le dijo a el y a su gente que ellos solo buscaban hacerle mal a los humanos aunque el jamas conocio a un alien antes pero sus preocupaciones se viena opacadas por ver como ella lo cuidaba pues nunca antes habia conocido a alguien como ella

-Eres demasaido amable........en ayudar a un extrano como yo......-

Decia recostado admirandola por lo hermosa que era ademas de como ella lo tocaba sintiendo la calidez de su cuerpo y la suavidad de sus manos

-En verdad eres como angel bajado del cielo Katherine............g..gracias...por..todo..........jamas habia estado en un lugar....tan apacile como este planeta......-

Decia estando relajado pues a pesar de que sabia que lo estaban buscando no podia negar que era un lugar agradable y confortante por lo que parte de el no tenia tanta prisa en ser encontrado

-Acaso....eres...de la realeza..?-

Decia mirando su ropa pues creia que podria ser una princesa o reina o alguna aristócrata del planeta debido a eso y muy en el fondo deseaba saber y conocer mas de aquella mujer que tenia frente a el pues era como un angle a simple vista

-Tal vez, aunque aquí es muy habitual que unos y otros se ayuden. Y más cuando se tratan de recién llegados como tú. -Quiso quitar importancia a aquello que fácilmente hubiera podido tomar cualquier persona como un halago.

Sin embargo, lo siguiente consiguió que se ruborizase un poco, apartando un instante la mirada de sus ojos y, al regresarla a él, sonreír con cierta timidez y calidez por igual. -Bueno, tanto como caído del cielo no se... eso se te puede aplicar más a ti que a mí -bromeó, escuchando que no había estado en un lugar tan apacible como aquel. -Si te gusta lo que ves, espera a ver lo que hay fuera. Seguro que te encanta. Tan pronto te recuperes te lo enseñaré todo. -Dijo ilusionada por aquella idea, queriendo que llegase ese día en que Varian pudiese volver a mantenerse en pie por si solo. O con ayuda de alguna muleta. Ahora, en su estado actual, apenas podía hacer nada.

-¿Yo? Oh, no no, jumjum... -rió tapándose los labios ante aquella risita. -No hay monarquia en Odián. Nunca la ha habido. Ni entre los wadohs. Siguen un sistema democrático, dividiéndose el gobierno en el Senado y el Gobierno.... -entonces se percató de que podía estar desviándose demasiado del tema. -Perdona si me he desviado, yo... bueno, yo ....- por primera vez en su vida se estaba planteando si decirle o no quién era. Muchos la trataban con privilegio por ser quien era: "la hija del Magistrado", otros por ser de clase alta o meramente por ser la "representante de Odián". Ahora podía ser quien quisiera ante Varian. -Soy de clase alta. Lo que en la Tierra durante la Edad Medis llamaban, Nobles. Supongo. -Comentó. - La sociedad se divide en nativos y "yamakas", y dentro de estos últimos, nos subdividimos en clases. Alta, media o baja. Pero no implica nada. -Volvió a mentir, aunque desde su punto de vista, más que mentir, era dar menos información de la que debiera dar. Omitir no era mentir, ¿o si? -¿Tú mundo queda lejos de aquí? -Quiso saber. Tanto por curiosidad como por no estar acostumbrada a hablar de sí misma.