¿Escoltar a una científica a tomar unas muestras? Si se piensa detenidamente, no había nada de complicado en esa idea, el problema radicaba no en la teoría sino en la practica. La colonia estaba gobernada por instituciones corruptas y las calles eran dirigidas por pandillas bastante peligrosas. La manera de llevar a la científica a la torre dependía de algo bastante critico, la información y la preparación. Desde hace dos días que el grupo llego al punto de reunión, un hotel bastante discreto, la coartada era bastante sencilla, eran simplemente un grupo de inmigrantes buscando trabajo. El tiempo antes de empezar, la mercenaria se había dedicado a observar los alrededores del hotel y con unos binoculares exploraba un poco el terreno, observando alguno de los patrones característicos de los muertos. Buscando también rutas alternativas de escape, en caso de que si algo saliese mal tuviesen planes de respaldo desde la B a la Z.

El día de la misión, la mercenaria se había preparado colocándose su traje y preparando sus herramientas. Yun no confiaba para nada en el grupo que debía dirigir, nunca había estado en una misión con ninguno de los integrantes, pero a un mercenario no se le paga por preguntar sino por cumplir, así que le tocaba encogerse de hombros y esperar que los demás fuesen lo suficientemente capaces. – bien, tenemos que llegar hasta esta torre sin que le pongan un dedo encima a nuestro VIP que extraerá el material que vinimos a buscar – saca un mapa de la ciudad previamente suministrado y con el dedo índice comienza a marcar una ruta – por este camino pasa una línea de transportes automatizada, lleva hasta una construcción de gran tamaño bastante cerca de la torre, esa misma zona en construcción tiene un túnel subterráneo expuesto del desagüe de la ciudad, que termina justamente a unos escasos 20 metros de nuestro objetivo – el plan era solido, salvo por un detalle, los camiones automáticos estaban sellados – para entrar en uno de ellos, debemos desplazarnos hasta este punto – señala con su dedo un edificio bastante grande – por ahí pasan todos los camiones, tienen una banda de vaciado que pasa los materiales por el techo y una vez terminada la carga se cierra para que el camión siga su camino, y según nuestro informante no pasan por puntos de control dado que el sellado es hermético y los materiales desprenden gases tóxicos piensan que cualquier intruso moriría asfixiado – una vez termino de dar su explicación, termino por colocarse su casco y sellar su traje para impedir problemas en ambientes contaminados - ¿alguna pregunta antes de comenzar? - esperaba que todos tuviesen equipo debidamente preparado

Traje especial:

Finalmente, la fecha establecida para el inicio de la misión había llegado, dando a entender que hoy comenzaría su jornada laboral durante un tiempo indefinido. Sabía el objetivo a desempeñar y el lugar en el que se realizaría tales procesos pero, aún se tenía que debatir sobre cómo nos podríamos aventurar hacia la zona designada pues, la información que redactaba la extrema vigilancia sobre el laboratorio y el almacén de esa banda criminal no mentía en absoluto. De hecho, durante los dos días en el que nuestro grupo de operación en concreto estuvo resguardándose en un hotel,  me mantuve distraída con paseos por los terrenos conflictivos con la intención de averiguar a qué nivel con exactitud en cuanto a vigilancia nos deberemos de enfrentar posteriormente.  Dada mis habilidades de composición felina, me resultó más que sencillo observar y averiguar en qué lugar con exactitud se situaban esos miserables ``francotiradores´´ entre otros miembros de ``Los muertos´´ con otro tipo de artilugio como arma, bastándome con invadir cada tejado cercano para poder divisar a los ``puntos de amenaza´´ desde un nivel de altura superior o similar.  Debía admitir que mi método de espionaje fue más que sencillo de efectuar, más que nada por la abundante presencia de gatos callejeros por los alrededores,  pudiendo  hacerme pasar por uno de ellos al compartir su forma física a pesar de que no era del mismo planeta.  La única diferencia con esas similares formas de vida era en que era la única ``gata´´ que portaba unas abundantes rayas ennegrecidas que cubrían todo mi lomo, cola y cabeza que las cuales, no había visto portar  en ninguna de esta raza de animal proveniente de este planeta que se parecían tanto a mi gente cuando adoptaban su `` forma bestia´´.  A pesar de mi diferencia, era tan parecida a esa forma de vida terrestre que, pude fijarme en que algunos machos de esa colonia de felinos terrestres me seguían allá donde yo me dirigía en todo momento. - ¿Ah? ¿Por qué me siguen?- Realmente no me preocupaba ese fenómeno ya que gracias a esos inesperados seguidores, puede camuflarme con total eficiencia para acabar de espiar cada tramo que yaciese en plena vigilancia, pudiendo pasar desapercibida ante la numerosa presencia de aquellos felinos machos por mi alrededor. -¿Se pensarán que soy una hembra felina perteneciente a este ecosistema que está en celo?- Si realmente eran esos los pensamientos ajenos, aquellos machos se habían equivocado de hembra con total fatalidad, pasando a ignorarlos por mi parte hasta que pude hacer la revisión de cada zona en concreto.  A la hora que tenía establecida para regresar al hotel después del análisis, durante estos dos días de inspección callejera siempre acaba teniendo el problema del acoso de estos animales, quizá se debiera a la escasez de hembras en su especie. –Ni en esta forma me libro de llamar la atención…-Pensaba para mí misma. No podía traer aquél séquito conmigo debido a la posibilidad de que tuviera una fuerte bronca por parte de Puff Blaze o de Yun al llevar una ``plaga´´ al hotel por lo que, siempre debía quedarme estacionada en algún tejado con ellos hasta el punto de que perdieran interés por  mi presencia, limitándome a esperar cómodamente hasta que pudiera yacer en soledad.  En lugar de ello, para mi sorpresa, la espera siempre desembocaba en una fiera pelea entre los machos presentes a base de zarpazos y fuertes maullidos.-Um…Se comportan igual que los hombres de mi planeta cuando discuten por una mujer…-Aquél acontecimiento me daba recuerdos de cuando era joven, podía divisar aquella festividad de emparejamiento que sucedía todas las primaveras en el planeta Jinko en la que a veces, había fuerte discusiones cuando a dos hombres Yaseis les interesaban la misma mujer.  Aquellos sucesos no se llegaban a las ``garras´´ normalmente, solo a competiciones sin riesgo de muerte, un acuerdo más civilizado. Por suerte, yo nunca había participado en ese guateque tradicional al no haber tenido edad suficiente pero cuando tuve, hubo ese acontecimiento que me arrastró a este planeta.  A pesar de yacer perdida en mis recuerdos, cada vez que los gatos machos se enzarzaban todos en una violenta pelea, siempre acaba escabulléndome rápidamente directa al lugar de residencia temporal en donde permanecía actualmente.  En estos dos días siempre volvía al anochecer tras haber investigado un poco, de aquella manera realizaba algo útil para el equipo, recompensándome con la posibilidad de despertarme muy tarde por las mañanas.

En el instante en que la líder nos reclamó a cada una de nosotras para iniciar la operación, me aventuré hacia el punto de encuentro que resultaba ser donde ella se encontraba esperando tanto a mi presencia como al resto de mis compañeras de equipo, manteniéndome en todo momento en mi forma gatuna ante el miedo de poder destrozar algo si me paseaba por estos lares en mi forma humanoide. Al encontrarme cerca de Yun,  me bastó con plegar mis patas desde la superficie de  una de las mesitas de noche para así, pasar a atenderla cómodamente a medida que alzaba mis puntiagudas orejas y ladeaba mi rabo anaranjado y atigrado hacia un lateral cada quince segundos.  A continuación, me limité a observar el plano mientras escuchaba el comunicado en directo de Yun, percatándome como explicaba paso por paso el trayecto que debíamos llevar a cabo para infiltrarnos en el laboratorio. El hecho de meternos en el interior de uno de esos repulsivos camiones no me hacía ninguna gracia para ser sincera, sobretodo cuando no había traje existente para una ser con forma de pequeño animal o una humanoide con extensiones enormes,  sin mencionar que ese lugar me sería un suplicio para mi desarrollado olfato. En el momento en el que la líder Yun pasó a invitar a los integrantes a formular alguna cuestión, yo misma pasé a dedicar algunas palabras como aportación después de asentarme desde el mueble donde yacía estacionada, pasando a comentar después de pensar mis palabras.- ¿Existe la posibilidad de que yo pueda situarme encima del camión para hacer de vigía sin necesidad de estar dentro?-Al cabo de unos segundos, pasé a explicarme-No creo que nadie sospeche de mí en esta forma pues, hay muchas criaturas parecidas a mí en esta ciudad. Además, está ese famoso tópico del gato callejero que rebusca en la basura ¿No? Dudo que resulte extraño contemplar a un gato subido a ese tipo de transporte. –Comuniqué todo lo que tenía que decir al fin. Seguidamente, tenía el pensamiento de que también podría ser eficaz el hecho de aventurarme a cada guarida donde yaciese cada francotirador al escalar en mi forma gatuna para después, transformarme en mi forma humanoide para inutilizarle en escasos segundos al atacarlo desde un lugar opaco. Aquella idea me parecía buena, salvo por el detalle de que posiblemente dieran la alarma mucho antes al no contemplar a los criminales en sus puestos de vigilancia o encontrar sus cadáveres o que éstos yaciesen inconscientes por lo que,  aquella idea fue desechada de mi mente y por ello, me reserve el hecho de mencionárselo a las demás asistentes.

Como llegue a ayudar es un misterio que se resume a decir si a una propuesta que le pareció demasiada tentadora para experimentar como para negársele primero usaría el Leviathan para abrir un portal y enviar un crucero de batalla a una distancia neutral lo suficiente para evitar una guerra interplanetaria dejando en espacio “internacional” la nave en reposo con la excusa de que esta estaría recogiendo recursos lo cual se hacía para encubrir el propósito real, una nave de esa clase era común en las colonias para defenderse mientras recogían chatarra espacial, aunque el punto estaba muy lejos del destino la segunda fase del plan estaría cumplida.
La tercera fase seria enviar esa vieja chatarra mercante al planeta Tritón VI, era una vieja nave con partes del fuselaje oxidados y la escusa seria ir a comprar tequila y ron. La nave de unos pocos 25 metros de largo y unos cuatro de alto de unos 2 pilotos.
Dentro estaba Jack y 4 soldados especializados en sigilo conocidos como fantasmas.
Bien llegamos, preparen sus camuflajes y sean cautelosos, se supone que fueron entrenados en esto su prueba de fuego se ha hecho, cuidado de los civiles y el uso de sus rifles y armas sonoras redúzcanlo al mínimo posible, no deseo fallar, se nos pidió máxima cautela.
Dijo Jack mientras la nave descendía como un montón de tarros siendo arrastrados por un coche, cuando la nave termino su descenso se sintió un suave rebote indicando su aterrizaje a lo que Jack bajo de la nave junto a los pilotos y soldados usando su camuflaje. Dejando la nave al cuidado de uno de los pilotos Jack y el otro piloto se encaminaron al barrio comercial el segundo iría a por el alcohol usando dinero para comprarlo y llevarlo a cargar mientras Jack iría a su verdadero destino con la excusa de quedarse y disfrutar de la celebración, más esa era su coartada, tras llegar al destino impreso en una tarjeta dorada escrita con una tinta especial la que solo se podía ver en ciertas circunstancia llego al hotel destino suyo, no era el mejor lugar para vacacionar pero sin duda era aquel lugar, prepárenseme.
Había llegado con la colilla de un habano, vestido con unas botas militares que le llegaban un poco más alto que los tobillos, unos pantalones algo arrugados dando la impresión de ser más largos con un estampado de camuflaje, una camiseta con unos agujeros manchas oscuras y rojas salpicándole débilmente contrastando en el blanco de esta, una chaqueta sin mangas ornamentada por algunas balas en esta, armas solo llevaba un rifle de asalto similar a una ak-47.
Tras dar la última bocanada al habano abrió la puerta para avanzar dentro de la habitación y expulsar el humo de sus fosas nasales.
Mi respeto líder de misión, lamento mi retraso. Jack freeday reportándose al deber
Terminado en el momento en que su “escolta” se quitó su camuflaje dando se a conocer que estaban de hace unos minutos en la habitación, estos tenían unas máscaras y trajes listos para ser usados en cualquier medio peligroso tales como los que había logrado escuchar en el momento en que entro.
Mi duda es, como evitaremos los sensores, cámaras y alarmas, sin contar que nuestro posible enemigo pudiese usar sensores de calor. Para finalizar, solo pídeme que hacer, como extra solo cuento con estos cuatro, puede mandarles las órdenes que desee siempre que no sea suicidarse, al igual que yo. Aunque el perderlos me dolería es un sacrificio del cual ya estaban de acuerdo, para que les conozcan son alfa, beta, épsilon y omega. Y no son máquinas son humanos con habilidades especiales. Así que esperando órdenes.
Dije manteniendo su clasico saludo militar quedando con la espalda recta y la mano extendida  horizontalmente cerca de su frente  en espera de alguna orden por parte de la líder.

fantasma:

Axel tardó más de veinte minutos en comprender el sentido de aquel mensaje. Él pensaba que estaba asignado a los equipos de rescate, no a las operaciones especiales de la armada. Sin embargo, aquel mensaje no dejaba lugar a dudas. Antes de que pudiese rechazar aquella estrafalaria orden, el dossier llegó a su camarote. Acababa de salir de la ducha cuando su ordenador empezó a pitar con aquel mensaje. Un sonido metálico y repetitivo, que se introducía por sus oídos hasta penetrar y destrozar su cabeza. Con rapidez, agarró su ordenador portátil apagando aquella estúpida alerta dejándose caer en la cama para examinar aquel informe de misión. Su labor era evidente. Iba a ser el oficial médico responsable de un pequeño grupo de soldados de la armada y mercenarios. Su propósito en cambio no era tan evidente. Obtener muestras para analizar, facil. Destruir y explotar un almacén, con unos explosivos es factible. Hacerlo en el estado corrupto de Nueva Jalisco, en el centro de una de las mafias más violentas de aquella galaxia, misión imposible. Cualquiera que dedicase unos minutos del día en leer el Galaxy Times, conocía los sucesos de aquel planeta. Había páginas de la red dedicadas exclusivamente a contar el número de muertos que dejaban “Los Muertos” al día. Utilizan contadores de cuatro cifras que se resetean a las 00:00 hora terrestre.

En cualquier caso, el plan de entrada era sencillo. Su futuro equipo estaba conformado en su mayoría por mercenarios o tripulaciones no directamente vinculados con la estación. De hecho, posiblemente según aquellos papeles, la científica asignada y él serían los únicos militares vinculados a Edén. Aquella iba a ser una misión solo para patrióticos, evidentemente. Su plan de llegada era bastante básico. Iba a ser enviado en una lanzadera de una ONG interplanetaria, destinada a dar ayuda médica a todos los niños de aquella colonia. Sería un pobre sanitario que destina su tiempo libre en atender a los demás a lo largo del espacio. Llegaría tres días antes del plan, infiltrándose entre los miembros de la organización y los locales antes de acudir al lugar de reunión. La misión médica permanecerá cinco días en la colonia, aquella sería su vía de escape. Aunque por un lado admitía que el plan tenía cierto sentido, el desasosiego se apoderó de su mente. Era su primera misión en el exterior, y se trataría de una misión de semejante calibre. Apenas había presenciado un par de combates cuando fue becario en la academia, ¿qué experiencia real tenía? Aquella sería una misión arduo compleja para él. Pero las órdenes son las órdenes.

Al día siguiente partió de la estación en una pequeña nave que le llevaría hasta el transbordador de la organización por la cual se haría pasar. Su equipo iba oculto en la bodega, junto con el resto de suministros médicos. Durante los tres primeros días, se comportó como el perfecto cooperante. Su mente solo se centraba en los pacientes. En esos tres días, su única labor fue auxiliar. No había nada oculto en él, ni siquiera tenía tiempo en pensar en la misión. Sus fuerzas se dedicaban a los niños y adultos heridos. Aquella colonia estaba aún peor de lo que se esperaba. Cada hora encontraban casos de malnutrición en niños, o incluso enfermedades que se pensaban erradicadas en Edén y que solo se nombraban en los libros de historia médica militar. Las fracturas sin curar eran continuas, así como las heridas infectadas. En Edén no había ni un solo caso desde hacía más de treinta años.

Al tercer día, abandonó el camarote del transbordador donde vivían los médicos. Había hecho el cambio. Cargado con una mochila y dos bolsas de deporte salió de la nave. Lentamente recorrió las calles de la ciudad, buscando las calles más solitarias, evitando a la gente en general. No sabía quienes eran de “Los Muertos” y quienes no. No se lo iba a jugar. Cuando por fin llegó al hotel, su primer pensamiento fue sobre su cutrería - Aunque en comparación con todo esto… - Rápidamente llegó hasta la habitación. Se presentó brevemente ante los escasos miembros del equipo que ya habían llegado. Antes de hablar, sus ojos repasaron rápidamente la habitación. Sí, en efecto, la típica habitación de hotel de tres estrellas en Nueva Jalisco, o lo que se llamaría “habitación de motel por horas de Edén”. Por alguna extraña razón, le daba asco incluso pisar aquel suelo. Sin embargo, le cautivaba aún más los compañeros de aquella habitación. Eran cuanto menos variopintos, pero él no estaba allí para juzgar. Más bien estaba para pensar en qué hacer si disparaban a alguno de aquellos individuos… mal futuro le esperaría. — Mi nombre es Axel Soul, y soy el oficial médico asignado a esta misión. — No dijo nada más. Se limitó a sentarse a un lado de la habitación, abriendo las bolsas que llevaba. Comenzó a comprobar todo el material médico que llevaba, siendo únicamente interrumpido al ser llamado.

Permaneció en una segunda fila, escuchando todo lo que tenía que decir la líder del grupo. El plan era cuanto menos… complejo. Aunque sobre el plano parecía bastante fácil, algo le decía que sería demasiado complejo. Sin embargo, no quiso preguntar. No quería parecer el novato idiota dentro de aquel grupo de mercenarios. Se apresuró a colocarse el traje, incluida la máscara mientras escuchaba las últimas instrucciones. Por encima de aquella armadura presurizada, llevaba atado a la cintura una pequeña bolsa donde llevaba los instrumentales de emergencia. A su espalda, llevaba una gran mochila dura y resistente a golpes. Era su botiquín militar. — ¿De qué tipo de tóxicos estaríamos hablando? — pregunta el chico mientras termina de armarse. Se ata a la pernera derecha su pistola, y saca su rifle de asalto de una de las bolsas. Estaba ya preparado para el combate.

Era cierto que le habían notificado de la inclusión de dos efectivos adicionales a la misión, pero no dejaba de resultarle incomodo que no estuviesen presentes durante la fase preliminar de planeamiento. Realmente le era molesto tener que hacer ajustes de ultima hora, y sin embargo no podía quejarse, ese tipo de contra tiempos eran parte del trabajo. De todos modos debía aclararle uno de los puntos a la VIP del grupo – la gente de esta ciudad no tiene el equipo necesario para poder aguantar mas de 20 minutos dentro de uno de esos contenedores sin morir envenenado, nosotros que venimos mejor preparados no pasamos ese inconveniente, podremos acercarnos lo suficiente sin que puedan vernos si quiera – la mención a la apariencia de la científica le hizo pensar también en la otra mercenaria – una vez salgamos hay un pequeño punto muerto a la salida del desagüe, afortunadamente estamos en medio de una festividad local llamada el día de los muertos, así que la apariencia que tiene no será problema – termina de llegar otra persona a la sala, el ultimo efectivo que faltaba, otro medico que debían escoltar – bueno, supongo que ya están al día – suena en ese momento el Pad que le habían entregado a Yun, esta lo saca de su bolsillo y aparece una imagen, la de Puff Blaze.

La información que estaba dando el líder del grupo era bastante curiosa, aunque mucha ya la conocía, el que pasara un riel con los cargamentos de desechos no seria problema, y podrían avanzar sin tener que salir de los contenedores – creo que ahora hay información mas útil – aclara la mercenaria – originalmente pensaba que saliéramos por una salida de desague, pero viendo que los desechos son transportados por una vía de tren, seria mas fácil esperarnos un poco mas y que sea el propio sistema automatizado, quien nos cuele en el interior de la base – todo eso solo seria posible si Jack Freeday pudiese apagar los sensores – en este caso Selina, deberas colocarte algún tipo de mascara, porque entraras en el contenedor con nuestra VIP y yo antes de ingresar en el laboratorio, de lo contario será prácticamente imposible que puedas entrar sin llamar la atención – era un poco evidente, el carnaval era fuera del laboratorio, no en su interior.

No dio instrucciones particulares al nuevo medico, porque seguramente ya estaría al tanto de que debia tener un traje para cubrirse de entornos Tóxicos – en marcha – esa noche era muy fácil para el grupo, poder intentar pasar desapercibidos con sus trajes, pero lo mejor era mantenerse ocultos. Yun no tenia ningún tipo de camuflaje óptico, así que le tocaba moverse por zonas muy poco transitadas aprovechando la oscuridad, para que no la viese ninguno de los diferentes vigías hasta alcanzar el edificio. Una vez ahí estaba el inconveniente de cómo podrían entrar en el contenedor sin que los viesen – esto requiere algo de velocidad, estén atentos y esperen mi señal – se acerco hasta una de las esquinas del edificio y comenzó a usar sus poderes. El área en unos 400 metros a la redonda comenzó a temblar como si hubiese un terremoto, poso su mano sobre el edificio haciendo aun mas notorio ahí el temblor. Dentro del casco hizo una mueca de dolor, usar sus poderes a esa escala le hacia daño, pero como todo buen mercenario, el fin justificaba los medios.

Alzo la vista, notando por su casco como las miras no estaban mirando al suelo – ¡Ahora! – se escucho por los comunicadores la voz de la mercenaria, comenzó a moverse por la plataforma hasta terminar dentro de los contenedores. Una vez todos los que fuesen a entrar en el interior, la misión comenzaría su primera fase. Lo único que podían hacer para continuar era esperar, a que Jack Freeday pudiese cumplir su parte de la misión, porque sino todo se iría al garete una vez fuesen a entrar en el edificio.

Apenas había prestado atención a los nuevos asistentes los cuales, se presentaban uno a uno además de informar el motivo de su presencia,  indicando aquellas personas que pasarían a ser nuevos integrantes en el equipo de forma temporal.  Ante las inesperadas incorporaciones, tomé la iniciativa de analizar atentamente cada rasgo característico de sus físicos durante unos segundos además de memorizar tanto el nombre como el cargo correspondiente, haciendo hincapié especialmente en uno de los recién llegados.-Creo que con ese médico ya teníamos ayuda de más para realizar esta operación.- Pensaba para mí misma. Desde mi punto de vista, la misión no me resultaba tan difícil en absoluto o al menos, no lo sería si solamente fuera yo la única en infiltrarse en la instalación enemiga.  Sin embargo, yo no era experta en aquellas materias de biología, química y demás similitudes por lo que, podía entender por qué deberíamos poner en riesgo la vida de aquella encantadora científica de forma que el objetivo a seguir se tornase un poco más complicado al llevarla con nosotros. De hecho, no me agradaba mucho la idea de proteger a alguien en las misiones ante la gran responsabilidad y paciencia que ello implicaba pero, a juzgar por los comentarios de Yun parecía que no había más remedio.-Todo sea por el sueldo…-Susurré para mí misma aún en mi forma gatuna, manteniéndome agazapada al flexionar mis patas sobre la superficie de una mesita de noche, acomodándome a medida que zarandeaba mi atigrada cola de un lado hacia otro con total lentitud. De todos modos, había escuchado recientemente que se celebraba un tipo de festividad por el territorio, dando quizá la oportunidad de hacer que todos los pasos a seguir fueran más sencillos de lo que iba a ser en un principio al tener en cuenta el incremento del grupo participativo. Desde luego, para mi capacidad de infiltración sería más que pan comido dado el posible jolgorio del exterior, pudiéndose darse el hecho de que actuásemos de una forma tan eficiente al ser más miembros para empeñar más obligaciones rápidamente que antes de darme cuenta, ya tendremos la finalidad de salir del lugar mientras destruimos las instalaciones internas a nuestro paso con sencillez. Acto seguido, la líder tomó la iniciativa de atender a una comunicación pendiente del capitán y de esa forma, pasara a facilitarnos a todos los implicados una nueva información que parece que haría las cosas a tratar de una forma más sencilla.  Por mi parte, presté mayor atención al holograma que mostraba la imagen del mapa más que en la palabrería en sí pues, esa parte de los datos era la que más necesitaba ser recordada por mí misma.

En el momento en el que la comunicación a distancia cesó, mi afilada y dorada mirada se centró nuevamente en la líder al dedicar al equipo unas palabras ante la actualización de datos, informando de una nueva táctica de infiltración a través de una ruta más accesible. Sin embargo, en cuanto pude escuchar que debía adentrarme en uno de los transportes de materias tóxicas, mi estado de ánimo se alteró de forma instantánea.- ¡NO! ¡No pienso adentrarme en ese estercolero con ruedas! ¡No!-Naturalmente, esa furiosa y enérgica respuesta por mi parte la mantuve retenida en mi mente, con la mera intención de no montar una escenita en el lugar actual.- ¿Llamar la atención? Tsk, ayer mismo estuve dentro de la zona roja de aquél mapa y ni siquiera se dieron cuenta.-En todo momento realizaba aquellos pensamientos para mi uso privado. No tenía la intención en absoluto de hacer dudar de la profesionalidad de Yun en cuanto a tomar el liderazgo pero, estaba claro que no sabía quién era yo, ni lo que podía llegar a hacer sola. Nunca me había gustado la idea de ponerme una de esas máscaras que tanto limitaban mis sentidos como de esos trajes aislantes que reducían mi flexibilidad y velocidad por igual, tampoco tenía la intención de meterme en ese pequeño basurero a piel descubierta además de que no lo veía necesario en mi caso y por ello mismo, comenzó a iniciarse en mis pensamientos una decisión alterna a la que tenía estipulada hace unos segundos: Desobedecer.-Mmm….¿Estaré dispuesta a renunciar a mi primer sueldo sólo por no estar en ese nauseabundo lugar una indefinida fracción de una hora?-Me replanteaba seriamente aquella decisión privada pues, tenía en cuenta que el mantenerme en ese mismo lugar con mi capacidad olfativa iba a ser mucho más incómodo que a los demás seguramente, convenciéndome de ello al imaginarme tal calvario.- Bueno, no creo que esa pequeña desobediencia por mi parte traiga ningún altercado al adentrarme en otro camino. Quizá pueda cobrar sin necesidad de tener esa repugnante experiencia, sólo necesito ser rápida y sigilosa. Como siempre he sido.-Finalmente, tomé la decisión de ir un poco por libre, sólo el tiempo suficiente como para poder saltarme aquél evento que tanto me aborrecía en profundidad. Sólo podía contar con la esperanza y la suerte de que mis compañeros de equipo no se dieran cuenta de mi breve ausencia y así, poder unirme con ellos nuevamente dentro una vez que hayan salido del correspondiente camión, librándome de la sanción sin problema alguno. Después de mucho pensar, por fin había decidido lo que iba a hacer por mi cuenta al arriesgar tan sólo mi cobro pues, realmente confiaba en que mi variación personal no iba a afectar en absoluto a la misión dada mis habilidades.

Al instante en que nos debíamos de poner en camino, me mantuve de forma constante bajo mi apariencia gatuna, contando con la intención de no modificar mi físico hasta que hubiera finalizado la fase de infiltración por meros motivos de seguridad. Inicialmente, yacía apegada al resto del equipo siguiendo la presencia de Yun por el momento, acorde al plan según lo previsto hasta que llegásemos a cierto punto que sería más adelante. A medida que nos acercábamos a la zona crítica, yo misma me limitaba a mantener un seguimiento continuo al realizar un ágil trote cerca de la presencia de Yun, avanzando a la misma velocidad según sus indicaciones. No me encontraba preocupada ante mi forma actual y el horario nocturno en el que estábamos realizando la operación, ya tenía en cuenta que los Yaseis podemos ser las criaturas más silenciosas y sigilosas que un humano hubiera visto jamás,  tomándome aquella avanzadilla con profesionalidad a pesar de lo sencillo que me estaba resultando ser al no encontrarnos ni siquiera cerca aún de la estructura objetiva. El momento decisivo había llegado, era la hora de adentrarse en ese maloliente contenedor, cosa que no tenía intención de hacer y ya comenzaba a observar los alrededores en busca de una ruta alternativa mientras que la líder Yun ordenó una breve espera por nuestra parte. La manifestación del terremoto provocado me produjo cierta distracción unos segundos, volviendo a deslizar mi amarillenta dorada en busca de un camino menos ``descuidado higiénicamente´´, rodando mis afilados iris con cierta rapidez.  En cuanto Yun ejerció la señal a través de una rauda comunicación verbal, me esperé unos segundos a que los demás se aventurasen con rapidez hasta el interior de aquél contenedor, pasando a quedarme plenamente sola en el exterior. En cuanto sentí que nadie podía divisar mi posición, me puse en marcha con cierta rapidez hacia una dirección opuesta mientras pensaba mi paso independiente en la operación.- ¿A dónde debería ir? ¿Quizá deba pasar de largo aquél contenedor y adelantarme a su trayecto por el mismo camino? ¿Quizá deba entrar por el mismo lugar que ese tal Jack sin que él ni nadie se den cuenta?-Todas aquellas posibilidades me parecían demasiado arriesgadas debido a la información que se nos fue facilitada, teniendo la sensación de que debería pensar otra forma de poner mi aportación sin riesgo de estropear la estrategia, investigando ágilmente otra probabilidad de expresar mis propias funciones. Acto seguido, mis pensamientos se vieron interrumpidos ante el avistamiento de una mira de luz roja cerca de mi ubicación, pasando a ocultarme enseguida tras una esquina cercana. Ante aquel involuntario y precavido acto de cautela, me pudo ayudar a tomar la decisión acertada sobre mi futura aportación a la misión, pasando a invocar ciertos datos memorizados a mi mente.- Recuerdo haber visto seis señalizaciones de esos cobardes por ese mapa….-Tras realizar aquél susurro, tomé la decisión de neutralizar aquellas amenazas mientras los demás se encontraban dentro, teniendo la intención de neutralizar uno a uno aquellos repulsivos combatientes a distancia.  Sin más preámbulos, emprendí una rauda carrera hasta el francotirador más cercano según lo memorizado en el mapa además de la localización que pude presenciar en los días anteriores, manteniendo una veloz marcha hacia mi primer enemigo. En mi forma gatuna, mi carrera individual pasó más que desapercibida al pasar de largo diversas calles, siguiendo en línea recta la dirección estratégica que me llevaría al primer puesto de vigilancia a eliminar con una mortal eficiencia.