En cuanto llego el llamado de un planeta cercano, que estaba bajo ataque por creaturas realmente espeluznantes, no tardaron nada en mandar refuerzos a aquel planeta. Nashira era uno de aquello que iría a la lucha junto con otras personas que en su vida había visto, a excepción claro de una.

La nave les había dejado del otro extremo, donde ya todo era un caos, de buenas a primeras permaneció en cubierta, en lo que pensaba que hacer sin que resultara una tontería -eso se ve horrible...- dijo lo suficientemente alto como para que las chicas a su lado la escucharan. La estación estaba prácticamente echa añico pero más que defenderla su prioridad era proteger a las naves que evacuaban a todos los habitantes o al menos a los que aun estaban vivos.

Lejos estaban de aquel lugar donde todo el tiroteo y demás cosas se llevaban acabo -diablos, esas cosas están llenas de navajas...- observaba antes de tomar una acción o decir algo. Tenía su mecha en modo vehiculo, por un momento se quitó el casco para hablar a las otras dos; no tenía gran conocimiento de sus habilidades por lo que dejaría eso un poco al aire -iré al frente, una de ustedes acompáñeme..  bloquearemos el paso, la otra protega a las naves de lo que sea que se acerque- estaba ligeramente nerviosa, pero no permitió que aquello se reflejara en sus palabras y mucho menos en su rostro.

En ningún momento bajo de su mecha, desde donde estaba dio la orden a este de cambiar. Llevo su mecha y no dudaría en usarlo, ya dentro de este levanto el brazo checando que el funcionamiento de este fuera correcto, comprobado esto dio un paso al frente. Con su mecha tendría una mayor posibilidad de hacerle frente a aquellos seres o al menos eso pensaba, eso quería creer.

Hacía un tiempo largo que no recibía noticias de Eve. ¿Estaba bien? ¿Acaso estaba siquiera viva? ¿Qué iba a pasar el día que reciba una carta o noticia que…? No… No podía permitir que eso me afecte. Debía suprimir todo pensamiento negativo acerca de lo que podía llegar a pasarle, pero la verdad, es que estaba preocupada. Me había enseñado mucho más de este mundo que cualquier otra persona. Que era preocuparse, que significaba querer a alguien, el sentimiento de confianza, la felicidad, la tristeza. Sabía que me esperaba muchas cosas más en cuanto a las reacciones con mi alma, pero estábamos yendo lento. Yo quería entenderlo, y para ello, no solo necesitaba "practicar" lo que sentía, sino también llegar a su punto de entendimiento y comprensión, para que luego pueda reconocerlo. Suspiré y me giré dentro de la caja. No sé si sabían que estaba acá, pero eso no era lo importante. Nos habían dado una misión, y debíamos cumplir a toda costa.

Repentinamente, la nave comenzó a desacelerar, hasta que se detuvo, dándome el indicio que debía salir de aquí y juntarme con los demás. Junté un poco de aire, lancé un golpe a puño cerrado ante la pared de la caja, y esta salió volando hasta romperse contra la pared de la nave. Algunas frutas salieron rodando de donde estaba, y yo simplemente rodé con ellas de costado hasta detenerme. Tomé la mochila, guardé mi cola en esta mientras activaba mi brazalete holográfico, me levanté lista y caminé por el pasillo tranquila mientras veía correr a algunos tripulantes fuera de la nave. Salí mirando mis costados, observando el panorama y lo único que podía ver era un claro acto de violencia y guerra. Parecía como si hubiesen estado años peleando por un pedazo de tierra que ni siquiera valía la pena, al menos para mí.

Mi cuerpo notó el ambiente, asimilando todo a su alrededor, por lo que dejé que mis cicatrices cambiasen de color a uno medio amarronado clarito. Nadie lo notaría porque el holograma era demasiado bueno, a menos que saque a relucir mi cola de la gran mochila, entonces ahí sí sería algo diferente y complejo de explicar. Me acerqué a lo que creía que era la capitana de la misión, ya que era alguien que estaba empezando a dar órdenes, una chica de pelo rojo, subida a un robot gigante y suspiré. Observé mi frente con una expresión neutral, estaba un poco fastidiada de no poder mostrarme como era, y ese momento simplemente lo decidí. Acá no importaba mi físico, solo que cumpla con la misión. Tomé el brazalete, me lo quité, lo guardé en la mochila y luego quité mi cola de allí. Mi cuerpo se reflejó de manera singular y llamativa ante los tripulantes y demás personas, pero a mí… ¿Qué me importaba? Me colgué la mochila a la espalda para más comodidad, preparé mis piernas agazapandome y salté al robot de la peliroja, llegando a la mitad, por lo que tuve que dar otro salto mientras me agarraba con las patas y cola. Una vez en la cabeza, me asomé por el vidrio y dejé salir mi lengua. Ladeé el rostro y con ayuda de mi cola, me agarré del robot para poder así sentarme en su hombro y saludarla con la mano – Te acompañaré adelante… Soy S’Lipher, espero que no te desagrade mi apariencia… -sonreí y me dejé caer al suelo, donde aterricé como un gato y luego me paré a su lado – Necesito pedirles algo antes de empezar… - dije observando a la peliroja, para luego girarme y observar a la otra chica que parecía ser nuestra compañera – Deben aceptar… Porque así como me ven, puedo llegar a matarlas… Confíen en mí… - me senté sobre mi cola y miré al frente mientras escuchaba algunos gritos a lo no muy lejos, entre otras cosas como disparos y cosas rompiéndose.

Para ser sincera, esto podía llegar a ser una distracción para tanta preocupación que tenía. Estar tan lejos de Eve, sin saber absolutamente nada de ella, me estaba volviendo un poco loca, pero debía mantenerme fuerte. Si ella volvía antes que yo, iba a llevarle entonces mi recompensa para que se ponga contenta, y en caso que vuelva primera yo, pues… La esperaría con algunos arreglos en la casa… Supongo. Tal vez algo para ella, algún tipo de arma, o atuendo super especial. No lo sé, solo… Debía esforzarme por ella. Miré a la peliroja y apreté el puño con confianza mientras sonreía – Vamos a hacer esto…

Allí estaba, agazapada entre la maleza viendo a mi objetivo de hoy, pretendía abalanzarme sobre aquel ciervo y hacer con el un buen estofado, la carne era el único ingrediente que me faltaba y esta noche me apetecía la carne de ciervo; me preparé para dar el salto ya estaba en posición para como un resorte tirarme sobre mi presa e hincarle los colmillos en la yugular para matarla...pero...justo cuando iba a hacerlo sonó mi comunicador acabando por alertar y espantar a la criatura. -¡Maldición! Espero que sea importante. No había recibido llamados desde el incidente en el que por una mala decisión terminaron degradándome a soldado raso, algo comprensible después del elevado numero de víctimas, de hecho pensaba que me mantendrían sin encargarme nada hasta que decidieran volver a confiarme una tarea, por ello fue una sorpresa cuando me ordenaron que tenía que ir a ayudar con la evacuación de una tripulación que había naufragado en un planeta hostil. Así pues dejé mi lugar de caza y regresé a mi hogar a prepararme para el viaje.

La experiencia con mi primera misión importante me sirvió para entender que debía de dejar las costumbres de mi planeta de atacar y hacer las cosas sin meditarlas bien, pues las consecuencias serían desastrosas para quien dependiera de mis servicios, por ello esta vez me aseguraría de no ser tan imprudente. A la nave de transporte no llevé mayor equipaje que una pequeña bolsa que me colgué al hombro con comida de emergencia en su interior y algunas medicinas, también me traje esa cosa que me dieron como pago por la misión, creo que se llamaba V-Lancer. No estaba familiarizada con ese tipo de artilugios pero ya iba siendo hora de utilizarlas para facilitarme el trabajo, sobre todo para no malgastar mi Psienergía de forma innecesaria.

Ya preparada abordé la nave que inició su viaje dejándonos en el otro extremo del lugar de destino, como siempre aquí había más gente que desconocía lo que me ponía un poco incómoda e insegura, en mi exceso de confianza creía ser capaz de cumplir esta misión yo sola para redimirme de la anterior mas debía ser realista, ¿Sola en un planeta desconocido y a cargo de evacuar un gran número de personas? Demasiado imprudente hasta para mí.

Giré mi cabeza al oír como alguien empezaba a dar las órdenes, se trataba de una mujer pelirroja que pilotaba un mecha, yo solo me crucé de brazos y me limité a observar la situación, sin duda parecía como si una gran guerra hubiera estallado. También se encontraba junto a nosotras una joven que en un parpadeo cambió su apariencia a una forma más reptiliana, eso me alivió en cierto modo, saber que no era la única no-humana de aquí me relajaba, no es como si desconfiara de los humanos pero si que no me caían del todo bien por como nos habían tratado en mi planeta. -¿Nos dices que puedes llegar a matarnos y aún así nos pides que confiemos en ti? No pude evitar reírme, había sido gracioso el como nos pedía nuestra confianza, le dediqué una amable sonrisa y respondí. -Muy bien, estoy en tus manos S´Lipher, es un placer, yo soy Stella. Mis orejas se agitaron al oír sonidos de disparos, gritos y como no el chillido de las criaturas que amenazaban las vidas que teníamos que salvar, miré a la pelirroja y con voz calmada le dije. -Supongo que me toca defender las naves, creo que podré hacerlo, pero solo tengo una pregunta ¿Esas criaturas que atacaron la nave son comestibles? Aún necesito conseguir la carne para la cena.

Tan solo escuchar el ruido de algo caer sobre ella se detuvo, giro la cabeza para ver con extrañeza a la otra chica que realizaba movimientos bastante curiosos "el aspecto es lo de menos" penso simplemente, desde Ali su punto de vista había dado muchas vueltas que no se pondría a mencionar -Nashira...- lo que si no cambiaba era esa persona de pocas palabras en cuanto a extraños se refería.

Matarnos? No corrían ya ese riesgo? Uno más que les podría hacer? suspiro pesadamente ante la idea, pero le dio el beneficio de la duda después de todo dijo que iría con ella -bien, tienes mi confianza, hagamos esto...- cerro la mano robótica, pensaba regresar por Ali que haría un desastre seguramente, más importante aun por Orit, por ella que tenía sentimientos que aun se esforzaba en negar. Vio al otro extremo donde seguramente estaría ella, mas le valía volver.

Regreso la vista a su otra acompañante, la pregunta le había tomado por sorpresa y no supo si reír o que cosa dada la situación -no lo creo, tendremos que probarla para saber eso... - Sonrío a pesar de que por el casco no pudieran verle, momentos así le daban sentido a las misiones -aunque diría mi abuelo, todo lo que se arrastra y todo lo que vuela va a la casuela- termino por decir, quizás se comían pero no estaba muy segura de querer comer algo que podría destriparla.

Con tanta charla y poca acción apenas tuvo tiempo de ver la explosión antes de que una lagartija de aquellas la mandara a volar, por reflejo intento bloquear, pero la fuerza fue tal que buenos resultados no tuvieron. Choco contra el suelo con tal fuerza que la dejo desorientada -mierda...- Sacudió la cabeza intentando recuperar sus sentidos, no podía darse el lujo de perder tiempo por ello en segundos se puso de pie nuevamente. Opto por una pose de defensa, pero esta vez no esperaría al ataque de la creatura, sin pensarlo demasiado lo ataco de la misma forma en la que lo había hecho él con ella.

Nashira parecía muy tranquila ante la situación, eso me gustaba, pero de lo que no nos habíamos percatado, ninguna, era que mientras hacíamos todo nuestro show de presentación y charla, una de las lagartijas gigantes, o “uno de mis parientes lejanos que serían, los hijos de mi primo que salieron mal de la tía loca”, la tomó por sorpresa y la hizo volar por el aire hasta hacerla caer haciendo bastante ruido. Cubrí mis orejas con las manos y parpadeé un par de veces para ver cómo se levantaba. Allí fue donde mis sentidos dejaron de prestar atención a la Capitana. Volví la vista al frente, y noté uno de los enemigos avanzar hacia nosotros con espadas, lanzando cortes rápidos y amenazantes. Gruñí por lo bajo, aproveché mi cercanía con Stella para agarrarle del cuello, acercarla hacia mí y susurrar en su oreja – Lo siento y con permiso – abrí mi boca dejando salir mi larga lengua, para luego tomar un poco más fuerte a Stella. No quería que se asustase y saliese corriendo, por lo que me apuré y pasé mi lengua por su rostro, percibiendo su esencia a medida que terminaba de lamerla, y mientras lo asimilaba, extendí mi cola cambiando su forma a la de una cuchilla, para tratar de blockear la mayor cantidad de espadazos posibles.

Stella parecía ser una persona agradable, más que nada porque había confiado en mí como si fuese alguien cercano, sumado a su manera de ser. Sincera, directa, sin ningún tipo de problema con su alrededor o lo que digan. La verdad es que lamentaba haberla tomado tan desprevenidamente, pero no tenía opción. Si ella moría, había menos posibilidades de que la misión tenga éxito, aunque… Si yo me transformaba, había una posibilidad de que… De que pudiese matar a Nashira. Estaba en un gran problema, pero si no me arriesgaba, podía llegar a ser peor. Tenía que hacerlo, debía hacerlo… Cerré los ojos apreté los puños y le rogué a mi dueña – Lo siento Eve… Debo romper nuestra promesa… - no me gustaba, pero tenía que ser así. Hacía un tiempo atrás, Eve y yo habíamos “peleado”, porque ella no quería que “use” mi modo bestial. La verdad es que por un lado tenía razón, porque perdía los sentidos, y me lastimaba mucho, pero por otro lado, era demasiado útil. La cantidad de fuerza que podía llegar a hacer, era muy buena, pero también perjudicaba mi salud. En ese momento le prometí no volver a transformarme, pero… Esto iba a ser imposible si no lo hacía.

Una vez que terminé de capturar su esencia, la solté y me despegué de ella para colocarme en cuatro patas, y gruñir – Puedes subirte a mí, y hacer que me detenga… Solo te reconoceré a ti… Haz de cuenta que soy un perro entrenado… - advertí y mis huesos crujieron como si se estuviesen partiendo uno con los otros. Mi cuerpo comenzó a deformarse, a medida que crujía y a los pocos segundos, mi cuerpo adoptó esa forma bestial y medio similar a la de los reptiles. Allí mi mente se perdió.

Observé al frente, mi cola peleando contra las espadas, pero yo solo entendí que quería atacarme, así que me agazapé, salté hacia un costado, dejando solo mi cola al frente y luego tiré una mordida al torso del reptil. Mis garras trataron de clavarse entre las rodillas, y costado del bicho. Olía horrible, debía morir, y debía matarlos a todos. Nadie iba a atacarme de esta manera. Pero también tenía algo que sabía que no debía atacar. Mis ojos buscaron aquella esencia, y allí estaba, como una luz dentro de toda la oscuridad. Alguien pequeña que me miraba de manera extraña, pero que por más cosa que haga, sabía que ella no era un enemigo. Mordí más fuerte para ver hasta dónde podía hacerle daño. Literalmente, estaba colgada de este bicho, peleando del costado y de frente. Mi cola se agitaba rápidamente contra los espadazos mientras mordía y me aferraba como un león a su cazado ciervo.

No me convencía la respuesta de la pelirroja y de la que visto lo visto sería quien tuviera la voz cantante en esta misión, supongo que una vez terminado este desastre podría tomar todos los cuerpos de los enemigos, cargarlos en la nava de regreso y empezar a experimentar un poco, todo sea por aprovechar cada parte de este enemigo tan extraño. Una sonora explosión hizo que me dijera a mi misma que debía aprender a dejarme de tanta charla y a actuar de inmediato, pues nuestra falta de profesionalidad a la hora del desembarco causo que la primera línea de defensa cayera presa del enemigo que avanzaba dispuesto a arrasar con todo lo que tuviera por delante, varios soldados cayeron en consecuencia, si de verdad quería recuperar mi estatus como capitana más me valía no dejar que algo como lo que acababa de suceder pasara de nuevo o capaz que me degradaban el rango aún más. -Pues empezamos bien...

La primera de nosotras en recibir el ataca del enemigo fue Nashira que salió despedida y se estrellase contra el suelo, por mi parte ya me estaba preparando para atacar a aquellos que venían frenéticamente contra S´Lipher y contra mí pero antes de poder siquiera lanzar una corriente de viento, mi nueva compañera me acercó a ella y lamió mi rostro con su extensa lengua ; debo decir que me sorprendió bastante al punto de hacerme sonrojar ¿Cual era el punto de hacer eso? Me quedé quieta hasta que hubo acabado para finalmente poder concentrarme en ese enemigo que me atacaba con sus brazo-espada.

S´Lipher, que se había transformado y dado instrucciones de lo que debería hacer si quería detenerla, se lanzó contra su oponente con fiereza, por mi parte me encontraba aprovechando mi gran capacidad de reacción y velocidad para esquivar sin demasiada dificultad los tajos del enemigo. En estos momentos agradecía que mi Psienergía fuera de viento pues me permitía moverme con la velocidad suficiente para esquivar esos ataques cuerpo a cuerpo. -No es que me queje pero...la próxima vez que vayas a lamerme, que no sea en medio de un campo de batalla. No podía estar esquivando todo el tiempo, así que para deshacerme de este enemigo que la había tomado conmigo, utilicé mis poderes de viento para envolver mi pierna en viento y poder dar un golpe cortante en el abdomen, buscando partirlo en dos o por lo menos alejarlo de mí con la fuerza de mi ataque. -No debemos dejar que pasen de aquí ¿No podemos levantar una especie de barrera o algo para retenerlos?

La lagartija mutante había logrado bloquear su ataque, se maldijo, necesitaría más que eso para detenerlo. Al menos con aquella acción logro impedir su avance y que los artilleros retomaran su posición, si bien no había hecho la gran cosa algo era algo. Desde su posición observo a sus compañeras, no estaban ilesas, pero no parecían tener nada grave -menos mal- solto un pesado suspiro, confiaba en ellas o mejor dicho en sus habilidades, lo que lamentaba era su indecisión en un principio.

Siguió haciendo frente a los enemigos hasta que de pronto lo único que vio fue el cielo. Fue todo tan rápido que apenas tuvo tiempo de ver a S'lipher, justo antes de ser arrojada como una pelota de boliche por todo el campo, no tenía ni idea de que le pego o que cosa; por instinto cerro los ojos a la espera de aquello terminara, simplemente sentía los constantes impactos contra el mecha. -pero que golpe...- termino bocarriba como estrella de mar embarrada en el piso, viendo así el cielo o estrellitas pues en ese momento su cabeza daba vueltas. Luego tenía que especificar que su mecha en esta forma no sabía volar.

Por suerte él mecha no recibió graves golpes, por lo que sin problema alguno se pudo poner de pie, sin embargo, el detalle fue que estaba en medio de los enemigos. De todos los lugares, de todas las áreas en las que pudo aterrizar tenía que ser en medio "simplemente genial" penso esquivando los primeros golpes de las creaturas, usando el cuerpo de los difuntos como escudo mientras el suyo terminaba por cargar -ayuda, necesito refuerzos aquí- hablo por el comunicador en espera de que el bendito aparato estuviera funcionando.

 No podía simplete dar la espalda a estos y salir corriendo, aunque pudiera no lo haría pues que clase de soldado seria. Por lo que uso su espada de energía, cortando con ella a cualesquier cosas que se acercara, decisión equivocada? Podría ser, pero era preferible eso a estar pensando siempre en una correcta que posiblemente no llegaría.