El almirante de flota había recibido un comunicado sobre un encargo un poco extraño de la corporación V.T. algo sobre una IA y el interés particular sobre un planeta. Contacto rápidamente con la única persona disponible para el encuentro en ese momento, la arquera Militia. Le dice que vaya directamente al hangar de pruebas en la Spirit of Fire, donde estaría esperándola, ahí le informa de la misión y que irán como agentes de operaciones negras, no como soldados de Kosmov. Era considerada una operación negra, donde mientras menos gente que pudiese asociarse con la estación espacial fuese, mejor. Fueron en un transporte regular hasta alcanzar el propio de V.T que los llevaría a ese planeta tan peculiar. Atlas tenia el casco totalmente cerrado, a modo de ocultar su apariencia de cualquier posible testigo.

La nave de V.T. los llevo directo al planeta, durante el viaje Atlas analizaba al mercenario que los estaba acompañando. Estaba pensando en que cosas podía acarrarear una misión como esa, no era normal que pidiesen ayuda, algo seguramente tramaban, pero las implicaciones de fallar eran cuantiosas, si esa IA se filtraba podría causar grandes daños a muchos planetas antes que pudiesen detenerla. Esperaba que la otra agente estuviese lista para poder desempeñar las labores y que mantuviese la compostura en situaciones difíciles, era la primera vez que el almirante trabajaba con ella y quería ver de que era capaz con sus propios ojos – Oye viejo ¿Cómo es que terminaste en esta ensalada? – Pregunta con un tono bromista, su careta tenía un mecanismo para cambiarle la voz – ¿soy Jet Stream y tu? – Lo cierto es que Atlas cuando estaba trabajando como agente, su comportamiento era bastante diferente, era más irreverente y varias veces hacia uno que otro comentario sarcástico.

La nave los había conducido hasta una zona un tanto particular, los tres bajaron y se vieron rodeados por una formación artificial que de antigua no tenía nada – Esa nube de humo se ve asquerosa – Sus sensores analizaron la composición de esa nube, eran gases bastante tóxicos que no convenía respirar – veamos que hay en esa torre, quizás encontremos alguna manera de bajar – Atlas constantemente veía que de la parte inferior provenía la señal que estaban buscando, pero no podía simplemente lanzarse al vacío al grito de “jerónimo”, bueno si podía, pero prefería dejarlo como ultimo recurso.

Apariencia de Atlas:

Militia estaba disfrutando de unos días libres, cosa que era muy extraña desde hace tiempo, pero incluso hasta los santos tiene un día de descanso ¿no?, así que no había mejor oportunidad para relajarse en unas extremas y divertidas peleas callejeras, ganaba dinero y hacia amigos. Bastante extraños por cierto,  los cuales no preguntaban de su vida ni de su procedencia, solo bebían y peleaban hasta que el ultimo quedaba en pie; esa noche en especial el peculiar torneo estaba por terminar cuando el brazalete de la joven parpadeo en un tono rojo, color que solo le destino a su jefe, estaba en media pelea, aplicando una dormilona a un enorme alienígena corpulento  con mas de una cabeza,¡hey… grandulón, tengo que revisar el mensaje!- le grito militia desde atrás de sus cabezas, a lo que el pobre solo respondió con gruñidos y sonidos guturales, sabia que no la dejaría así que lo soltó pero le dio una fuerte patada que le llevaría tiempo para recuperar el aire…

Mensaje: entendido

Respondió la teniente, para terminar de  sofocar al enorme contrincante y ganar, lamentablemente no había tiempo para festejar, así que se puso su chaqueta y tomo el dinero: no tardo prácticamente nada en llegar, ahí con el labio partido y moretones, escucho a su jefe con expresión seria, no lo conocía tan bien como para relajarse así que esperaba que entendiera el olor a vodka; -V.T. entiendo la discreción, ire a prepararme, …capitán- hizo la reverencia acostumbrada para salir de ahí, casi chocando con la puerta, por el efecto del vodka combinado con la adrenalina y el viaje a la spirit “estúpida puerta” pensó antes de salir…

Rápidamente se preparo con el traje adecuado para una misión con bajo perfil , el casco era aparentemente cristalizado pero los contrarios solo verían su propio reflejo al estar frente a ella, esperaba que el efecto de ese par de botellas de vodka no dejara mala imagen;  el viaje fue relativamente corto, para después viajar con el otro miembro que sería parte de la misión, aun no sabían si era un agente de V.T o un mercenario, aunque por el aspecto parecía más el segundo “¿y a este donde se le perdió el caballo?’ pensó la joven sin decir palabra, el alcohol la hacía un poco mas impertinente y no quería serlo frente a su jefe, tomo asiento de forma tranquila y se mantuvo seria – bien vaquero en este pueblo no cabemos los dos, así que nada de cosas extrañas- le advirtió de manera “amable” si algo le habían enseñado algunas misiones en el pasado es que…”si usa sombrero, algo esconde”.

Aunque seguro que pensaba eso gracias al vodka; ya por fin en el lugar, la francotiradora utilizo su ojos mecánico para ver el enorme lugar, parecía que el humo era denso y eso complicaba un poco las cosas así que era mejor comenzar a investigar, miro hacia abajo un “enorme hacia abajo” y pensó en que sus propulsores le serian muy útiles, por suerte no estaba lo suficientemente ebria para ir sola.

-hay algo que no me gusta nada, en lo absoluto y no hablo solamente del vaquero-

casco de militia:

Una noche antes, Darek se encontraba en su bar de costumbre, tomándose la típica jarra de alcohol barato, soportando a los típicos borrachos de siempre. Hacía poco que le había llegado una nueva notificación de los mafiosos para pagar un nuevo plazo de su deuda. Una deuda que parecía nunca descender y que le había hecho perder la "Love Machine", la nave que había sido su casa y la de secretaria durante mucho tiempo. Estaba centrado en esto cuando Pablo, el camarero, interrumpió sus pensamientos.

- ¿Cómo estás "Jefe"? - Le preguntó con su peculiar acento. - Pareces preocupado por algo. Y ese algo parece ser el dinero ¿Me equivoco? -
- Pues mira por donde, Pedro, has dado en el clavo. - El camarero trato de corregirle.
- Es Pablo...-
- Ya sé cómo te llamas, no seas pesado "Pedro", ve al grano, que quiero beber esta noche hasta emborracharme y llevarme alguna "señorita" para que me haga compañía en mi maltrecha habitación de Hotel. - Se tragó la mitad de la jarra de un solo trago.
- Bueno, pues como iba diciendo, pareces preocupado por el dinero y, desde lo de tu nave, sé que has tenido muchas dificultades para dedicarte a la cacería. Pues bueno, estas de serte, he encontrado un trabajillo para ti. - Sonrió y miro a Darek con los ojos brillando de orgullo.
- Al grano joder. - Dijo Darek bastante molesto.
- Bueno, lo que te quería decir, resulta que tengo un colega en la V.T. y este me comentó que estaban buscando a gente con ciertas "habilidades" para un trabajo, algo de atrapar a un individuo, no sé si sabes a lo que me refiero...-
- Joder "pedro, céntrate, deja de dar rodeos y dime de una maldita vez cuánto pagan, que no tengo toda la noche.- Y retomó su jarra, y lo que en ella quedaba.

Pablo le hizo un gesto para que se acercase y cuando Darek se acercó este le susurró la cantidad al oído. Al escuchar esto casi se atraganta con la cerveza barata. - ¡¡ ¿Tanto?!!- Miró hacia todos los lados y volvió a preguntar en tono más bajo. - ¿Donde y cuando? -
Pablo, sonriente y satisfecho por la reacción del pistolero le respondió. - Dentro de unas horas, espera que te pasó la dirección,


Pocas horas después, ya Darek estaba a bordo de la nave de transporte. Casi no le había dado tiempo de llegar y tuvo que dejar a Secretaria, su corcel, en la habitación de hotel donde se estaba hospedando temporalmente. No le preocupaba dejar solo a su corcel, el sabía perfectamente que ese caballo era más listo de lo que parecía y que nadie hasta ahora se había atrevido a secuestrarlo. El viaje había sido largo y algo aburrido y la cabina era demasiado estrecha para su gusto, estaba deseando llegar a donde tuviesen que llegar para poder estirar la piernas con tranquilidad. Junto con el habían otras dos personas en el transporte, ambos con pintas de ser gente acostumbrada al conflicto, militares o paramilitares muy preparados, eso le decía su instinto.

Ambos iban enmascarados y apenas podía ver un rostro así que, ya que nadie mostraba nada, él también se puso su casco plegable y los miró como diciendo "yo también tengo uno eeh”. En cuanto al primer tipo, no le caía muy bien, al menos hasta que empezó a hablar, entonces le cayó peor. Se las daba de tío guay y enrollado, él odiaba a esa gente. - Pues dinero, ¿No es obvio?- Entonces añadió algo más. - ¿Acaso debe haber otra motivación para apuntarse a esto?-  Pero al parecer el tipo no le hizo mucho caso y pasó a presentarse. - Vale Yeti, y ahora si no te importa quiero descansar un poco antes de llegar. - No se molestó en darle su nombre.

Entonces le habló la segunda persona, que por la voz, resultó ser una mujer. Darek no pudo evitar sorprenderse ante esto. Pensó que sería una pena no verle cara, así sabría si estaba buena o no, y eso para él era algo importante. Gracias a su casco, a penas se notó como la examinaba de arriba a bajo... parándose a medio camino. Entonces maldijo para sus adentros aquella especie de traje de combate que apenas le dejaba admirar los "encantos" de dicha dama.

- Ja, es gracioso que seas tu quien me diga eso, encanto. Si aquí hay gente que parece rara son ustedes. - Mientras decía esto se intentó acomodar como pudo y se puso a rebuscar algo dentro de su guardapolvos. Se sacó una petaca de esta y, activando un mecanismo de su casco pagable para abrir la zona de la boca, se tomó un trago de su contenido. Era whisky del bueno, que se guardaba para algunas ocasiones. Después de darle un trago miró a sus dos compañeros. - ¿Os apetece un trago? - Extendió la petaca y la sacudió un poco esperando a la respuesta de estos. - Por cierto, la gente me llama "White", pero tu, nena, puedes llamarme cuando quieras. - Esto último lo dijo con un tono bastante chulesco.

Cuando por fin llegaron a su destino bajó y contempló el panorama. Estaban un lugar extraño y bajo a sus pies se extendía un enorme vacío. Vio como sus dos compañeros de misión se dedicaban a mirar las profundidades de este, por lo que él se limitó a imitarlos. Se asomó para observar el precipicio, se veía como una caída muy grande y para comprobarlo activó de nuevo el mecanismo que dejaba al descubierto solo su boca y lanzó un escupitajo. La masa de saliva calló hasta desaparecer en la nada del enorme abismo que se abría ante el. Después cerró el casco de nuevo, había notado que los filtros de este se habían activado, señal de que ese aire no era bueno para respirar. Se volvió a los otros dos y dijo: - ¿Nos ponemos en marcha ya?-

Casco de Darek:

Estaba manteniendo sus sensores atentos a cualquier enemigo cercano, de momento no había pasado nada, pero no podía ver más lejos por culpa de la nube de contaminación. Extrañamente si hacia un barrido de largo alcance solamente notaria señales enemigas en la proximidad, estaba todo iluminado como un árbol de navidad de color rojo. Militia y el vaquero pensaron en mirar hacia abajo, Atlas interpreto eso rápidamente como una señal de peligro, así que se comunico directamente por radio para minimizar los chances de anunciar su estancia – No deberían mirar hacia abajo, no es saludable y da vértigo, mejor miremos hacia adelante y hacia los lados para ver qué cosas podemos encontrarnos – Les dice en un tono sarcástico cuando de repente, por sus sensores ve cómo es que Darek escupe al vacío. Los ojos del Cyborg se habían abierto como platos, cosa que no era visible por llevar cerrada su máscara, pero se movió rápidamente en la dirección de ambos.

No pudo hacer nada, pues se activo una mina de proximidad justo en medio de la agente y el vaquero. Atlas termino despedido hasta caer unos tres metros, notando en sus sensores como se empezaban a mover muchas figuras a su alrededor. Sentía ganas de querer decapitar al vaquero por lo que había provocado, pero este no era el momento para estar pensando en esas cosas – Chicos, creo que lo mejor sería movernos lo antes posible – Dice con el mismo tono humorístico mientras se levanta y corre directo hacia el vaquero – Viejo, no te ves nada bien – Examino rápidamente con sus sensores las piernas del mercenario - ¿Estás bien querida? – Refiriéndose a Militia. Los objetos se estaban acercando cada vez más, pelear en un espacio como ese, totalmente rodeados era casi una sentencia de muerte – Creo que lo mejor será decir aquí corrió que aquí murió – Agarra al vaquero sin decirle nada y lo coloca sobre su hombro izquierdo, mientras extiende la diestra hacia su subordinada para que esta la tome y con ello poder ayudarle a correr.

En medio del puente no había alguna estructura que pudiesen usar como cobertura, pero si en el centro. A saber que habría ahí, pero debían arriesgarse pues si permanecían ahí seguramente los acribillarían desde todos lados y con un tullido invalido llevarían mucho las de perder. Aunque si llegaban al interior de la estructura central, lo primero que buscaría hacer seria conseguir una posición de resguardo, que los ocultara de la vista de los posibles enemigos.

El lugar era enorme y en su experiencia eso significaba que la cantidad o tamaño de los enemigos era a proporción con el edificio, así que era mejor moverse ya!...

-bien… si tanta prisa tienes, adelante- le dijo a White mientras lo atravesaba ferozmente con su mirada, ya le cobraría después lo de “nena”,  una vez dicho esto noto como  atlas se adelanto, era normal después de todo tenía más experiencia en estas situaciones.
“hombres” pensó al ver como el vaquero escupía hasta el fondo de ese lugar, definitivamente no se esperaba que aquel acto además de  ser una demostración “varonil” tuviera tales consecuencias.
Mientras avanzaba detrás de White, utilizando sus propulsores, un mecanismo de defensa se activo, sin darles tiempo de reaccionar, impacto fe forma violenta entre ambos y “ayudándolos” a bajar de una forma poco “convencional.  “no vuelvo a tomar vodka” se repitió para si misma mientras se levantaba con un poco de dificultad, la explosión no solo la había aturdido un poco, pues noto como sus propulsores dejaron de funcionar –genial…es genial-  dijo sarcásticamente al tiempo que sacudía el traje y se quitaba el jetpack - espero un caballo y dos gallinas a cambio de esto- menciono con humor

Pero esto paso asegundo termino cuando noto las herida de su compañero – ¿esto no es el viejo oeste  sabes?- le menciono mientras analizaba sus heridas con su ojo bonico, eran profundas pero al menos no había huesos rotos, -¡capitán, tenemos que llevarlo a un sitio seguro para poder aislar las heridas!-  dijo mientras pensaba como poder curarlo, ninguno de los tres aparentaba llevar un botiquín con vendas y usar algo en ese lugar sería demasiado arriesgado, pero ahora la prioridad era salir del peligro, por un tiempo al menos.

Sin perder tiempo se levanto y tomo la diestra de Stream con su mano izquierda, de esa forma se moverían más rápido, el centro del el puente estaba cerca, - vaquero más vale que hayas dejado un poco de whisky en esa botella- le menciono pues la joven pensaba que una vez bajo ese pequeño resguardo podría aislar las heridas de White con alcohol y trozos de su capa, eso era mejor que nada. pero esto solo seria posible si jet stream los cubría.

Darek no sabía que el simple hecho de escupir al vacío traería es tipo de consecuencias. A los pongos segundos de que su saliva se perdiese en el abismo, se viró hacia la chica y se proponía a encaminarse, pero a los pocos pasos escuchó un “clic”. Tragó saliva, el conocí muy bien este tipo de sonidos, y sabía que eso no auguraba nada bueno. Y trató de saltar para alejarse de la explosión lo máximo que pudiese. Sus reflejos mejorados le permitieron actuar rápido, no tanto como para salir ileso, pero sí para reducir el daño dentro de lo posible.

-Mier…-  No pudo terminar, la explosión cortó su maldición y salió lanzado algunos metros. Por un momento se quedó aturdido, todo le daba vueltas y se sentía extraño. Había recibido una fuerte sacudida, tan fuerte que parecía como si de repente estuviese flotando y todo subiese y bajase. Entonces volvió en sí.

El grandullón lo estaba cargando como un saco de papas, y sus piernas empezaban a dolerle como un millón de agujas al rojo vivo se le clavasen de rodillas para abajo. – Ugh- se movió un poco. – Dios mío, vaya coz. - Gracias que tenía el casco puesto, si no, se podría ver la marcada mueca que formaba su cara. – Tranquila nena, este no es mi primer rodeo. Jé. – Entonces rebuscó entre los bolsillos de su guardapolvo, hasta encontrar la petaca. – Menos mal, no te preocupes, esto sigue intacto. – Dijo mientras agitaba el contenedor plateado, pero se lo volvió a guardar. – En cuanto esté en una posición más cómoda te invito a un trago. -

Estaban con el agua hasta el cuello por decirlo de alguna manera, pues entre estar siendo perseguidos desde la espalda, ahora resulta que habían ido directo a la boca del lobo. Un enorme robot aparecía en la dirección a la torre central, una vez pasados los 40 metros los sensores de Atlas captaron completamente la forma de los demás androides que llegaban, izquierda, adelante y atrás, estaban sin muchas opciones. Los proyectiles no tardaron en caer directamente en la dirección del almirante y el mercenario lisiado. Atlas rápidamente tomo con su diestra la empuñadura de su espada G, presionando uno de sus botones y extendiendo la hoja hasta la longitud de un metro. Empezó a trazar la trayectoria de movimiento de cada proyectil que viniese hacia ellos, dirección, peso y velocidad, todos esos valores estaban siendo calculados. No parecían apuntar a una zona especifica, tan solo estaban disparando para acribillarlos con esa lluvia de balas.

Una vez trazados los movimientos Atlas comenzó a mover la espada para golpear esos proyectiles, usando el filo de forma diagonal, más que darles directamente con el filo en el centro. Eso causaba que se desviaran de su trayectoria pues se cambiaba repentinamente la masa del proyectil en ciertas zonas, evitando que les impactara. El problema no era en si hacer eso con un solo disparo, sino hacerlo con tantos y que venían desde tantas direcciones. Se definió la defensa mas como un baile, el juego de pies iba acorde con los movimientos de la mano diestra del Cyborg. Para mover su cuerpo de costado y con ello bloquear un disparo que venía de una dirección, para regresar a la posición inicial y hacer lo mismo, un vals bastante peligroso que no tardo en flaquear. Por muy bueno que fuese el almirante en sus tareas, tener que proteger a una persona mientras estaba defendiéndose de tantos enemigos no era lo más eficiente, más aun cuando una de sus manos estaba bloqueada y eso disminuía la efectividad de sus acciones a la mitad.

No tardó en recibir un impacto en la pierna, otro en el brazo izquierdo y uno en su costado. La munición fue anti blindaje, generando un daño aunque no determinante, si incapacitante para sus facultades de combate. Quedarse en medio del puente era simplemente querer suicidarse, había que escapar de ahí y rápido. Divisó a lo lejos unas plataformas, y de nuevo sus sistemas comenzaron a trazar un plan de acción. Consideraba la disminución de potencia en su pierna y en su brazo, no sería fácil, y dada la trayectoria necesaria para el salto, aun en su mejor estado sería prácticamente imposible saltar directamente. Sin embargo analizando las posibilidades, había una manera, loca y arriesgada pero en esos momentos parecía ser la única. Se trazo una ruta de movimiento, describiendo la parábola desde la posición del Cyborg hasta la altura mas cercana a la plataforma, era momento de realizar el plan.

Aunque en la mente de Atlas podrían haber pasado horas, en realidad fueron un par de segundos, que terminaron en una carrera directamente hacia el borde del puente. La pierna derecha del Cyborg estaba con menor potencia por los daños, pero había una manera. Internamente mientras corría, desvió la energía que tenía en su brazo derecho, para potenciar su pierna y que recuperara la fuerza. Al llegar al borde da un salto al vacío con el vaquero todavía al hombro, era consciente que aun con lo que había hecho no alcanzaría, así que rápidamente regreso los valores de energía a la normalidad y extendió el brazo diestro hacia adelante. Presiono el activador de la espada G para extender la hoja, el objetivo era clavarla al borde de la plataforma, para ello la extendería lo que fuese necesario y para evitar que el filo se terminara por deslizar a causa del peso de ambos, se coloco de forma horizontal.

Si el plan tenía éxito, era solo cosa de subir a ambos hasta el interior de la misma, y con ello buscar un espacio donde pudiesen resguardarse. Si no, no podría atender las heridas del mercenario ni tampoco reparar sus propios daños. La perspectiva no era la mejor, pero era mejor a terminar metidos en medio de fuego omnidireccional.