Atlas mientras investigaba se topo con los mismos archivos que Damian, esa instalación le causaba una rara sensación de Deja Vu, una que no traía demasiados buenos recuerdos. Aun así guardo toda la información del registro, en una base de datos. No esperaba que hubiese tantos esfuerzos en desarrollar una IA tan avanzada, y menos hace tantos años, eso sin dudas seria de mucha utilidad para la armada pues podrían encontrar cosas mas útiles para mejorar no solo los sistemas de IA actuales, sino poder desarrollar mejores en un futuro. Entre tanto lo mejor sería encontrar una locación con una información mas completa, quizás en la sala apareció en el mapa de Damian podría haber algo útil, pero también debían determinar si la artífice de todo lo que ocurrió en este lugar seguía operativa, y de ser así, desactivarla.

Comenzó a mover unas cosas del panel de la plataforma de arriba, para conseguir mas datos que pudiesen ayudar en cualquiera de las metas de la exploración, el problema fue que se dio cuenta muy tarde de un corta fuegos y eso tendría consecuencias bastante grandes. La alarma de disparo, activando mecanismos de seguridad. Atlas visualizo cada uno, eran unas torretas anti intrusos. La prioridad era muy clara, había que garantizar la seguridad de los estudiantes. Desenvaino rápidamente su Muramasa y estirando su brazo libre, tomo a la chica por el cuello de la camisa y la puso a su altura – ¡Corre por el pasillo, yo te cubro! – Cuando se les vino encima la lluvia de proyectiles, Atlas analizo la trayectoria que tenia cada uno. Su visión aumentada mostraba la línea de movimiento inicial, calculando además el punto de impacto, con toda esa información, el almirante comenzó a blandir su espada, desviando de la trayectoria cada proyectil que iba tanto hacia él como hacia la estudiante – ¡Damian, sal rápido e informa de la situación a la estación! – le ordena al capitán, mientras mantiene la defensa ante los ataques.

Cuando capto por sus sensores que la chica se había podido poner a resguardo, Atlas rápidamente se mueve por el pasillo para salir de la trayectoria de los proyectiles. En el trayecto toma por la cintura a la estudiante mientras mantiene la carrera, pasando junto a una puerta de hierro, que era la entrada a la cabina, cerrando de golpe la puerta tras de sí - ¿Estas herida? – Pregunta a Nashira mientras la pone en el suelo. Tras ello se dedico a inspeccionar en lugar, revisando si alguno de esos terminales contenía energía, lo suficiente como para poder buscar más información en ella.

Una vez de nuevo sobre el suelo se tocó sus brazos y parte de su estómago buscando alguna herida que por suerte eran inexistentes, estaba aún en una pieza cosa que esperara siguiera así por un buen rato más, justo cuando el almirante le bajo casi besa el piso era un decir no que lo fuera a hacer porque después del susto con la sustancia verde en la sección anterior no tocaría nada que fuera viscoso -estoy bien… ¿usted?- pregunto por cortesía porque después de ese espectáculo se preguntaba qué clase de persona era con quien estaba.. es mas ¿era una persona?

No prestaría demasiada atención, estaba a salvo en ¿Dónde era que estaban exactamente? Caminaba a una distancia considerable tras de Atlas curioseando lo que miraba siempre dibujando u escribiendo según el caso. Miro los monitores, parecían funcionar, pero por su parte sabía que no sacaría nada al no saber mucho sobre informática, en el escritorio removió unos papeles que están sobre el escritorio aunque no entendía muchos de estos. Di un par de vueltas más por la instalación hasta que decidió que era tiempo de irse -quizás deberíamos seguir el mapa que consiguió el capitán…- sugirió a Atlas, con cierta duda al ser ella una estudiante no esperaba que tomara su opinión en cuenta pero al menos le intentaba.

-deberíamos seguir explorando… no parece haber mucho aquí además me perturba saber que las torretas están a una puerta de nosotros- comento argumentando a su idea de continuar, se acercó a lo que sería la compuerta que daba hacia la próxima cabina, viendo sobre el hombro que el almirante no desapareciera de su vista que estaría en ciertos problemas de pasar eso.

Las defensas automáticas siempre tenían un patrón de ataque, y la distribución de las mismas, juntadas al número afectaban directamente en la potencia de cada arma. Era una simple regla matemática, las armas más poderosas son caras de producir y llevan tiempo, de modo que es muy difícil tener gran número de las mismas, sobre todo en un entorno como ese. Por esa razón Atlas pudo lidiar limpiamente con todos los proyectiles, poniendo a salvo a la estudiante, llegando hasta la cabina y trancando la puerta de metal macizo detrás de ambos. Una vez asegurada, el almirante hace un diagnostico de sistemas para saber que todo estuviese en su lugar. No tenía ningún daño y para fortuna de ambos, la estudiante tampoco. Ahora era momento para explorar un poco el lugar a ver que podrían encontrar.

Había energía en el interior y eso permitía encender las terminales, el problema radicaba en que el funcionamiento de las mismas era tan baja, que primero habría que repararlas y luego desencriptarlas para extraerles información útil, cosa que llevaría bastante tiempo. La chica estaba consternada con la posibilidad de que las torretas derribaran la puerta, y quería salir de ese lugar lo antes posible, Atlas no podría culparla – Esta bien, veamos que encontramos fuera de esta estancia – El almirante aunque estaba de acuerdo, decidió que era mejor quedarse unos minutos más en la sala, básicamente para darle tiempo a la estudiante de reponerse, mientras el sellaba completamente la compuerta por donde entraron, con el fin de que nada por ahí pudiese seguirlos.

Una vez termino de sellar la sala, se dirigió a la puerta que estaba al final. Envaina de nuevo su Muramasa pero se mantiene alerta ante cualquier acontecimiento que ocurra al abrirla. La idea era moverse por el área para ver si encontraban una terminal más útil, que requiriera un trabajo menos laborioso. Pero encontrar un sitio menos peligroso para la estudiante, seguía siendo la prioridad.

Estaba curioseando el lugar pero apenas tuvo el tiempo de dar una rápida mirada por el mismo pues en cuestión de segundo de nueva cuenta una alarma gritando “Intruso” le hizo saltar y ver a su alrededor, ¿Qué no tenían una mejor alarma? Por segunda vez en el día casi le daba un paro cardiaco con tremendo ruido y no solo eso también casi le dejan sorda, sin embargo esta vez no aparecieron torretas como ella esperaba ya estaba prácticamente lista para correr cuando a lo lejos vio que un robot se acercaba, genial, simplemente genial, lo que les faltaba; nótense el sarcasmo. Bien decían que las cosas no pasan nunca dos veces de la misma manera, claro ejemplo lo que les estaba pasando justo en este momento -que es esa cosa?-

Su primer pensamiento fue correr eh intentar llegar a la compuerta pero estaba demasiado lejos era muy poco probable llegar sin que una bala al menos le dieran, si se juzgaba el armamento del robot amenos claro que no tuviera buena puntería, cosa que dudaba enormemente y aunque así fuera por lógica con todo el espacio abierto que tenían al menos una balazo les daba.

El almirante le dio un rifle automático a lo que Nashira lo observaba un poquito dudosa, se alegraba de cierta forma porque así no estaría más de inútil, prácticamente aventó la pad a su mochila y entre sus manos tomo aquella arma. Gracias a su abuelo tenía conocimiento sobre las armas pero otra cosa era que tuviera practica con una realmente; pero fiel creyente era que mejor era aprender haciéndolo que la teoría puso manos a la obra. Al ver justamente como el robot les apuntaba automáticamente se escudó tras Atlas mientras descifraba el uso de su nueva adquisición, cuando lo hizo estaba lista para disparar tenia buena puntería y sabía que le daría al menos un tiro, lo que no sabía era si sería capaz de hacerle algún tipo de daño.

Pasar una hora por un pasillo totalmente oscuro no era muy buen augurio, si no fuese por la nano-visión, seguro ni podría ver su propia nariz. Constantemente veía una señal en sus sensores, parecía como si algo se estuviese riendo a lo lejos mientras caminaban en la oscuridad. No era algo que le causara mucha emoción, estaban en un sitio peligroso y el deber de atlas era sacar a esa niña, sana y salva de ese lugar. Ese camino los llevo hasta una sala más amplia, Atlas registraba picos de energía bastante grandes, estaban frente a un generador bastante poderoso - ¿Cómo es que sigue funcionando esta antigualla? – Si la base era de la época del éxodo, ese generador tenía mínimo 200 años y aun seguía soltando bastante energía, sin ápice de parecer debilitado. Eso solo era posible si alguien o algo le hacia un mantenimiento constante, y dada la situación en esa base, eso nunca era una buena señal.

Comenzó a revisar el área con su visión ampliada, había un camino por los bordes hasta una zona más alejada, seguramente otra puerta en el complejo. De repente el almirante capta una señal en la proximidad, era un objeto que se aproximaba hacia ellos, no tardo en escuchar un sonido muy estridente. Eran las defensas de la base, pero en esta ocasión se trataba de un autómata, bastante armado a juzgar por su apariencia que abrió fuego contra ambos. Atlas rápidamente comenzó a analizar las balas y sus trayectorias con los sensores. La forma indicaba una apariencia similar a un tornillo, el análisis rápido del material indicaba uno más denso, seguramente eran balas anti blindaje, así que un tiro causaría mucho daño incluso al Cyborg. Por otro lado estaban todas apuntando a los cuerpos del almirante y de la estudiante. Con las trayectorias definidas era tiempo de actuar.

Atlas llevo su mano izquierda a la base de la funda, cerca de la empuñadura de la Muramasa y apretó el gatillo. Esto activo un sistema que eyecto la espada fuera de la carcasa y moviendo la mano derecha, tomo la empuñadura en el aire. Enseguida se activo el filo de alta frecuencia, emitiendo un chirrido y tornando la hoja de color rojo. Comenzó a mover rápidamente la espada, interceptando la procedencia de los proyectiles. No los estaba bloqueando, eran balas anti blindaje, lo que estaba haciendo era usando el filo de su espada, goleparlos por el costado para seccionarlos y con ello desestabilizar su trayectoria, eso cambiaba la dirección de las balas evitando que lo impactaran y a la chica.

Ahora tocaba tomar la ofensiva, pero no podía hacerlo solo, aunque fuese algo fuera de planes tomo la funda de su espada, un rifle carabina y se lo lanzo a ella. Quizás el arma en una estudiante diera una sensación de falsa seguridad, pero eso era mejor a tenerla llorando y corriendo como pollo sin cabeza. Necesitaba a alguien concentrado, ya fuese atacando o manteniéndose oculto. Afortunadamente la chica rápidamente decidió atacar también, así que Atlas se lanzo directo al robot. Se movía raudo, su aproximación tenía en cuenta la trayectoria de las balas y estaba atento por si tenía que esquivar algún golpe a corta distancia. Si se lograba acercar lo suficiente, lanzaría un corte con su espada a la rodilla derecha del robot. Por su tamaño sería complicado atacarlo directamente, seguro su blindaje era muy denso, así que la mejor estrategia serían sus articulaciones.

Se aguantó las ganas de brincar de emoción cuando vio que uno de sus tiro le habían dado al robot en su campo se visión, no tenía tiempo para celebrar no aún, si salía de esta se invitaría ella misma a comer reconociendo su logro y le regalaría algo a su abuelo que gracias a él tenía una puntería más o menos decente. Para su mala suerte no duro mucho aquella ventaja, el almirante hizo un rápido movimiento contra el robot que para Nashira sería suficiente para vencerlo sin embargo no fue así a pesar de estar en el suelo este seguía atacándolos como si atacarlos fuera su único propósito.

Nashira desde donde estaba lo observaba sorprendida afianzando su agarre con aquel rifle automático como si el alma se le fuera en eso. Después de como Titus se había movido no esperaba verlo en esa situación pero ella mejor que nadie sabía como las cosas podían cambiar drástica mente.

Estaba tras algunos escombros que seguramente en tiempos más antiguos eran parte de la pared o quizás algunas partes de máquinas, no tenía ni idea de a que pertenecía, pero mientras le sirviera de escudo no se iba aquejar. Asomo apenas la cabeza cuando vio que aquel robot nuevamente apuntaba a su dirección se tiro prácticamente al suelo cubriéndose detrás de los escombros, cerro fuerte los ojos al escuchar las balas chocando con el material que a saber cuánto resistiría por lo viejo de este -maldición, que hago? Que hago?- se decía viendo el arma, no podía dejar al almirante a sus suerte después de todo él le había salvado la vida anteriormente. Busco por el lugar algo, una idea, lo que fuera y encontró el reflejo del robot en lo que en su tiempo fue un vidrio de alguna máquina, guiándose por ese reflejo y por el recuerdo de donde estaba el robot saco el arma apuntando más o menos en su dirección.

Correr? Claro que lo había pensado, pero a donde correría y más aún dejaría a un compañero atrás, aunque estaba casi segura que el almirante bien se las podría arreglar pero al final no era invencible. Suspiro, temblaba por la adrenalina o quizás por el miedo que sentía como fuera aun así apretó firme el gatillo.

Frustración, no había otra manera de decir el sentimiento del Cyborg cuando no pudo cortar por completo la pierna del robot. Eso significaba que no hizo el suficiente daño para poder inmovilizarlo, aunque por otro lado si le hizo caer al suelo de rodillas, dándole un margen de acción para poder atacarlo. El problema fue que no fue inmovilizado, haciendo su contraataque poco después. La visión de Atlas entro de nuevo en acción, analizando la trayectoria del ataque. No podía hacer un análisis interno de la maquina, pero a juzgar por el peso y la masa que tenia, el impacto seria suficiente como para estrellarlo contra una pared, había que hacer algo al respecto porque esa diferencia de fuerza le haría imposible bloquear el ataque.

Lo primero de todo era ver la dirección del movimiento, era un arco horizontal sencillo, un barrido que según su movimiento podría golpear al Cyborg en el costado. La ventaja de un ataque así era que podría agacharse o podría saltar, cada movimiento tendría sus ventajas y desventajas, saltar le daba una mala posición pues al caer perdería tiempo en caer y luego tener que acercarse al rival. Moverse por debajo era la mejor manera de acercarse al robot, pero lo primero era trazar un movimiento y calcular el espacio que había para poder moverse. Seguido la ruta para avanzar luego de hacer el esquive, si salía mal seguro tendrían que recoger sus pedazos con una tenaza, pero si no se arriesgaba la chica podría salir muy lastimada.

Cuando Atlas termino de hacer todos los cálculos con sus sistemas, en lo que parecían horas dentro de su mente, los puso en marcha. Avanzo hacia el puño del robot, no como un movimiento suicida sino para acortar la distancia y con ello que el margen de altura de la mano del enemigo con el suelo fuese mayor. Se deslizo por debajo evadiendo el golpe, acto seguido se dirigía hacia la espalda del robot, en un movimiento cerrado de arco donde si lo lograba, haría un giro sobre su espalda, con ello lanzaría un corte diagonal ascendente en la espalda de la maquina. El motivo era debilitar la placa blindada que seguramente tendría, y acto seguido soltar la espada, girara rápidamente la muñeca para tomarla con un agarre invertido y realizar un corte diagonal descendente por el mismo camino. Si todo salía bien, el enemigo terminaría partido por la mitad, sino resultaba, al menos esperaba causarle el suficiente daño como para entorpecerlo y salir corriendo con la niña.