Mic estaba determinado a ayudar, frenando a cuanto monstruo se le pusiera en frente, teniendo los ojos como si estuviese molesto mientras avanzaba. Solo había un problema, la pista de hielo que le hizo tropezar e ir hacia adelante como si fuese una bola de Bowling. Sus ojos se convirtieron en espirales mientras giraba sin control ni visión de donde iba. Sentía de cuando en cuando algo que aplastaba con su enorme armazón metálico, pero lo único que podía ver a su alrededor, era como todo el mundo a su alrededor estaba dando vueltas y más vueltas. Finalmente se detuvo cuando sintió un golpe contra una superficie rocosa más consistente, pues si, los monstruos igual tenían consistencia rocosa pero no tan densa – Ouch… - Sus ojos se volvieron dos X mientras que no lograba coordinar donde estaba. Se medio recompone sacudiendo un poco su cabeza, solamente para ver como el edificio entero está cayendo sobre si – ¡AH! – Chilla como niña pequeña mientras comienza a correr hacia la Cyborg, evitando que la masa de concreto y metal le cayera encima, no se podía decir lo mismo de los monstruos.

Ahora totalmente a salvo, Mic se levanta y mira a todos aplastados, se quita el polvo y se pone las manos a los costados – ¡Eso les pasa por ser malas personas! – Sus ojos denotaban una forma muy peculiar, como si hubiese hecho todo eso sin esfuerzo alguno, pese a que todo le salió por mera suerte. Aprovecha esa coyuntura de tiempo para llevar a los demás sobrevivientes a la nave, aunque su barbarien no fuese lo más rápido en ese momento, si podía mover a una gran cantidad de gente – Claro señor, le avisaremos cuando encontremos mas personitas – Hace un remedo de saludo militar y luego empieza a mover la mano de un lado a otro, despidiéndose de los sobrevivientes que se marchaban – ¡Adiós personitas, estaremos buscando a mas de sus amigos, pueden estar tranquilos! – Ve la nave alejarse, mientras sus ojos cambian a unos que se mueven de forma ondulante mientras giran, como si fuesen los ojos llorosos de un cachorrito.

Con su nueva amiga, Mic vuela por las calles de la ciudad, colocando el extraño artefacto que le pidieron transportar encima del barbarien, como si fuese el adorno de un auto. Estaba mirando a todos lados para ver si encontraba algún sobreviviente, pero le costaba bastante, las calles eran muy estrellas para moverse bien en el barbarien. Llegaron a una plaza rodeada de edificios, cuando la cyborg comenzó a hablar, dando instrucciones – ¿Estás segura personita metálica? – El androide no entendía demasiado bien el punto de vista de la tripulante, pero no le dio mucha importancia al asunto, así que aparco la navecita en medio de la plaza y se movió a donde le indico la Cyborg – ¡Hey animalitos! ¡Por aquí! ¡Queremos jugar con ustedes! – Empezó a gritar a “todo pulmón” haciéndolo que le dijeron, llamar la atención de los enemigos.

Cuando el tercer flechazo luminoso salió del arco, Militia miro alrededor, se suponía estaba todo bajo control, tenían buen espacio para combatir a las bestias, barricadas y sobre todo no había civiles a la vista, solo había que esperar…

–tiene que ser una broma-…  pronuncio para sí misma, pues su antifaz detectaba una alarmante cantidad de seres vivos acercándose con rapidez, por el tamaño no podían ser civiles, y esto lo confirmo de una forma nada agradable, el camión bajo sus pies comenzó a temblar al igual que todo a su alrededor, -¡tenemos que movernos!- le dijo a su compañero, tras ver como se agrietaban los enormes edificios, lo cual no solo los ponía en peligro a ellos sino a las personas refugiadas en estos, -son demasiados, tenemos que aprovechar que están en un mismo sitio- le dijo al androide mientras se acercaba a él, no había tiempo que perder y lo más seguro en este caso era aprovechar la visibilidad que les darían los edificios altos para disparar,-¡sube a ese edificio y prepara el lanzamisiles!, intentare crear una barrera -  solo tendrían una oportunidad de atacar a tantas bestias juntas y por el bien de lo que quedaba de la plaza y las personas era mejor que saliera bien, así que mientras el robot subía militia uso sus propulsores para alcanzar un enorme letrero que irónicamente promovía la seguridad del lugar, esta vez su blanco no eran las bestias sino un par de edificios ya destruidos que al terminar de caer podrían ser de ayuda para frenar a los elefantes y así el lanzamisiles haría el resto, “no debe haber personas ahí, son solo escombros” pensó mientras  disparaba  dos triadas de flechas en distintos puntos, las cuales eran explosivos a control, que entraban en acción cuando presionara el pad de su arco, una vez hecho esto con la mayor rapidez posible, subió al edificio donde se supone estaba mic, y activo los explosivos, que crearían una barrera de cemento y algunos camiones que y estaban enfrente.  

-necesito una mano- le pidió a la enorme maquina mientras se posicionaba para lanzar el misil de racimo, de esa forma se abarcaría el mayor número posible de atacantes, -en posición,…!listo!-  salió el primer misil, esperaba que la onda expansiva tras el ataque no terminara de derribar los edificios, pero ya no había tiempo, eran demasiados como para arriesgarse a que se esparcieran.

Mic estaba gritando para intentar llamar la atención de los monstruos, cuando sintió que el piso comenzaba a temblar, lo único que hizo fue alzar un poquito la mirada y ver como por una calle se estaba acercando no uno, sino un montón de elefantes como si fuesen una estampida – ¡AAAAAAAAAH! – No pudo evitar chillar como niña de nuevo cuando vio lo que se les venía encima. Empezó a correr en círculos mientras se sujetaba la cabeza con las manos – ¡Vamos a morir! – Sus ojos se tornaron en dos calaveras, de verdad pensaba que estaban muertos. Ahí escucho las instrucciones de la Cyborg, volvió en sus “5 sentidos” y comenzó a pensar que hacer – Cierto personita – Hace un gesto con las dos manos, su puño golpeando en vertical su palma, como diciendo que ella tenia razón – ¡Barbarien On! – Mic agarro a la tripulante y se subieron ambos a su nave, alzando un poco el vuelo hasta llegar a la parte alta de un edificio. Cuando llegaron, la chica agarro el lanza misiles y apuntaba a unos edificios que había en frente - ¿Estás segura personita? – Pregunta bastante dudosa de que ella pudiese disparar un arma así, pero Mic como fiel ayudante de los desvalidos coloco su mano a espaldas de la Cyborg para que funcionase como apoyo.

Una vez que la chica disparo, Mic pensó que seguramente no seria suficiente – ¡Tengo una idea! – Puso a la Cyborg en el techo del edificio y al bajar del Barbarien empujo uno de los letreros, esto con el fin de que cayera encima o en frente de los monstruos y con ello entorpecerles bastante el camino. La idea de ambos era un poco loca, pero quien quita, de repente podría funcionar y todo.