Influencia, eso era lo que necesitaba ganar, había llegado a un punto en el que simplemente ser una buena mercenaria para la primera línea de defensa de cualquier jefe de poca monta no era suficiente, si debía trabajar para alguien debía ser al menos alguien importante, alguien que pudiera abrirle puertas, darle posibilidades aunque tuviera que trabajar en el proceso, fue por eso que al saber que La Familia  necesitaba ayuda con un problema en la peligrosa zona diurna, aún con algunas reservas, se preparó y corrió la voz a dos colaboradores a quienes conocía lo suficiente como para saber que no la decepcionarían.

Le fueron dadas unas gafas de visión nocturna y una pequeña linterna que se metió en el bolsillo de su chaqueta, chaqueta que en parte se arrepintió de usar al notar el verdadero calor que hacía en la sombra, sintiendo casi como si una nube de fuego hubiera cruzado su rostro pero no podía quejarse. Fingió estoicismo con su rifle colgado en su hombro izquierdo mediante una correa y avanzó por las plataformas hasta un elevador, una vez estuvieron separados de los trabajadores se permitió suspirar con cansancio.

―Para que anden pidiendo ayuda no me espero que esto sea fácil― advirtió a sus acompañantes “A menos que solo nos estén usando como carne de cañón” pensó pero prefirió guardarse ese comentario. Estaba usando las gafas de visión nocturna mientras miraba al fondo pero una luz la encandiló haciendo que cerrase sus ojos y se quitara las gafas. Al parecer ese nivel estaba iluminado por velas, eso la hizo desconfiar ¿Cuánto oxigeno habría? Por suerte portaba su máscara de gas para el peor de los casos.

Una vez el elevador se detuvo miró alrededor, no pudo ver nada más profundo, aquello era un problema ya que ni siquiera podía ver muy lejos con su linterna pero, por supuesto, no podía bajar a lo loco, miró alrededor, el espacio era muy cerrado y había habitaciones interconectadas por puentes que, en sí, no parecían del todo estables, unos menos que otros. La mercenaria se bajó el rifle del hombro, armándose con este y mirando a sus compañeros. ―No deberíamos bajar a lo loco, aprovechemos que este lugar tiene luz y miremos por la zona, no es la primera vez que por avanzar rápido recibimos una sorpresa― hablando específicamente de lo que pasó en Xiar.

Tras proponer eso Eve aprovechó que era la más liviana del grupo para ir por el camino menos estable: un puente constituido por cuerdas que comunicaba un lado con otra construcción similar a las anteriores, esta también, por supuesto, iluminada por velas. No pudo negar que el mirar abajo y no encontrarse con algo más que un vacío aparentemente infinito no era precisamente la sensación más placentera del mundo pero pudo pasar por sobre eso, llegar a la construcción y con rifle en mano mirar alrededor, fuera una habitación o una oficina, de ser esto segundo sería incluso mejor ya que estaría revisando papeles.

“Espero enterarme de algo por aquí” pensó, si bien podía tener mejor visibilidad con su linterna a su vez estaba en busca de algo hostil, tal vez fuera por sobre seguro pero estaba segura de que si su grupo era rodeado en medio de la oscuridad en un lugar así no saldrían sin heridas graves y no solo debían informar sino apaciguar la zona “Aunque para eso necesitemos saber que se supone que pacificaremos” razonó.

El primer mes luego del parto de kyrie, fue bastante tormentoso porque la chica sufría de constantes ataques depresivos por culpa de sus hormonas, y su cuerpo se recuperaba luego de haber perdido tantos recursos. Lo que no se esperaba el Cyborg es que la figura de su esposa cambiase de ese modo luego del embarazo, pensó que habría sido algo producto del mismo pero se equivoco bastante. Menos mal que en su época habían conseguido ropa interior nueva para ella, sino ahora mismo no le quedaría ninguna. Todas esas odiseas pasaron otro mes más, ahora todo estaba más tranquilo en la vida de la pareja. Fuera del hecho que los niños una que otra vez no los dejaban dormir, menos mal que James necesitaba dormir muy poco o nada, así que se hacía cargo de eso mientras su esposa descansaba tranquila. Quién diría que estaba todo tan tranquilo a bordo de la H311, al menos hasta que Eve decidió aceptar el contrato de la familia, la pareja no podía dejar a los niños solos, pero afortunadamente estaban al cuidado de esa máquina tan parlanchina con aspecto ridículo. Esperaban no tardar más que unas horas y volver pronto.

El transporte los llevo por el desierto abrasador, James no sentía ningún cambio de temperatura pues su traje estaba completamente aislado del exterior. Quien le preocupaba era Kyrie - ¿Estás segura de venir? Yo podría haberme hecho cargo junto a Eve– Le comentaba preocupado por su seguridad, desde que vivían juntos, James mostraba muy seguido su lado sobre protector con ella, pero no podía evitarlo, era su esposa. Una vez llegaron y se abrió la puerta, el visor de su traje mostro un gran aumento de temperatura. Solamente le quedo subir al ascensor y esperar a que fuesen bajando – No seguro es algo que pueden manejar solos, pero como es más fácil disponer de contratados que de sus propios soldados, ya ves – Fue su respuesta, lo más probable es que eran una tapadera por si algo salía mal y se iba todo al garete, ellos podían lavarse las manos con más facilidad.

Mientras bajaban James miraba las zonas más profundas – Nano-visión – Sus sensores se optimizaron para ver en esa penumbra, con una iluminación que rayaba en que fuesen velas. No tardaron en tocar fondo y la jefa de grupo dijo algo que era bastante cierto – También recuerdo que no es buena idea separarse demasiado – Sus palabras instaban a ser algo más prudentes al momento de investigar, pero Eve tuvo otros planes y se movió por una de las cuerdas – Recuerda que no eres un mono, cuidado con caerte si lo haces de nuevo – Por su parte James se quedo con Kyrie, haciéndole unas señas para que le siguiera – No te separes – Sus sensores se mantenían revisando por completo el entorno, su primer objetivo era una de las estaciones o casas, para encontrar rastros o algún tipo de papeles que indicara que era lo que tenían que encontrar y eliminar.

No hay nada mejor para un mercenario que el riesgo, ponerse en situaciones que te pueden cambiar la vida, era como ir a un parque de diversiones, o al menos eso pensaba kyrie antes de ser mamá, pero ahora con 4 bebes las cosas eran un poco distintas; si bien, los últimos meses se quejo bastante por no hacer nada, y la necesidad que sentía por una misión, ahora ya en camino a una intentaba tranquilizarse a si misma –todo está bien, las modificaciones que le hice a ese androide son las mejores, sabe hasta más cosas que yo sobre la maternidad…vamos, me cuido a mi cuando era una niña y Salí bien-, se decía a sí misma, mientras miraba la ventana, no quería que james notara su estrés, por suerte eve estaba con ellos, así que las cosas serian más fáciles, además de extrañas…

Al llegar la joven se acomodo el traje, era gracioso pues antes casi todo le quedaba grande y ahora era raro que no le ajustara, - mi vida, tengo que hacer algo… además tres cabezas trabajan mejor que dos, así que hagámoslo rápido, si?- le comento a su esposo al tiempo que caminaba hacia el y pegaba su casco con el de el ya que no podía besarlo.

El lugar era un subterráneo, cosa que le hacía sentir tranquila, era como estar  en su taller, oscuro, húmedo y solitario, se estiro cual gato y utilizo aquellos  sentidos felinos que se le otorgaron no hace mucho, -mmm me gusta- menciono con una sonrisa al moverse detrás de james, no importaba cuantas misiones hicieran juntos, el verlo delante de ella de le hacía sentirse tranquila; aun así no podía confiarse o dejarle todo el trabajo a el y a eve, que por cierto siguiendo a esta ultima comenzó a pasar con ayuda de la cuerda, acción que fue mas fácil de lo que esperaba; -amorr, recuerdame regresar con la yasei y llevarle algo de agradecimiento...tal vez uno de los bebes...!estoy jugando!-, expreso con una sonrisa para después alcanzar a James, lo primero que tenían que hacer como en la mayoría de las misiones era buscar información del lugar, sonaba muy fácil para ser real , por eso la joven mercenaria llevaba bien armadas sus dos pistolas que modifico después de una no muy buena experiencia contra ciertas criaturas

Ni bien la mercenaria entró en la construcción sintió un aroma bastante fuerte, uno que ya conocía desde antes y este era el de un cuerpo muerto. No quería decir este olor que estuviera en severo estado de putrefacción ni mucho menos, pero era suficiente como para que ella frunciera el ceño. En cuanto al interior reconoció que era prácticamente una habitación. Fue entonces que tuvo que bajar su arma y sacar su linterna, finalmente encontrándose con la fuente del no muy fragante aroma: un cadáver mutilado.

La mercenaria retrocedió y pasó la luz de la linterna por toda la habitación, no tanto por miedo a lo que veía sino a lo que no veía, le preocupaba encontrarse desarmada con quien hubiera hecho eso, tras no encontrarlo se acercó al cuerpo, enganchándose su rifle para estar más cómoda, y revisando el cuerpo: tenía marcas profundas de garras en el pecho y la espalda pero estas no parecían ser post mortem, la mercenaria pasó sus manos por la piel de este hasta notar que eran sutilmente diferentes en tamaño, probablemente no vinieran de la misma arma o ser.

Después pasó a lo evidente: las partes mutiladas, era cierto que no era medico ni mucho menos pero con sus estudios en biología pudo descubrir que dichas partes, más que arrancadas o cortadas, parecían haber sido devoradas, por lo que parecía, o de un mordisco, o de varios consecutivos como si se hubiera tratado de una fruta alargada. “Pero… ¿Qué clase de dientes serían estos?” meditó y pasó del cuerpo para hurgar en los cajones, encontrando eventualmente un diario.

Se llevó la linterna a la boca y lo leyó rápidamente, adelantándose la información personal que no le interesaba hasta llegar al descubrimiento de un contenedor blindado hace no mucho tiempo, un tiempo apenas mayor al inicio de los incidentes, si ya de todos modos debían de bajar ya sabían principalmente que buscar. Volvió por el mismo camino se encontró con sus compañeros con diario en mano. —Tengo un contenedor a 100 metros y un cadáver devorado ¿Ustedes?— esperó a que dijeran algo, se cruzó de brazos.

—Con esto descartamos historias de fantasmas, el contenedor pudo haber tenido algo que ver, como de todos modos vamos a bajar propongo que busquemos el contenedor, si es que sigue allí— señaló las escaleras de mano que permitían seguir el descenso. —Kyrie, vamos por allí— volteó a ver a cyborg —James, tú estás mejor equipado, si puedes busca otro ángulo y nos cubres. Este sitio me da muy mala espina y tengo la sospecha que eso no lo hizo uno solo— comentó y esperó a que comenzaran a moverse.

Eve decidió ser la primera en bajar por la escalera, con la linterna sostenida por su boca y mirando hacia abajo. La razón era sencilla: en el caso de que sucediera algo y cayera podría activar su armadura desde bajo su piel, de ese modo evitando el daño. Se forzaba a si misma a volver a sus raíces científicas y ser tan metódica como pudiera, no solo estaba en juego su relación con quien esperaba fuera su nuevo jefe sino que a la vez le parecía que ese lugar, de alguna manera, podía ser incluso más peligroso que la selva de Xiar, solo que esta vez, estaba segura que nadie iría a ayudarlos.

Sus oídos estaban afilados de modo que intentaba escuchar todo lo que estaba a su alrededor, sabía que si había mandado al otro mercenario a cubrirlas era por algo y, en el peor de los casos, la otra podría utilizar su pistola, también contaba con la posibilidad de cubrir a James pero para ello haría uso de su rifle de precisión una vez estuviera en tierra.

El Cyborg al entrar en la caseta se encontró con algo que no le gustaba en lo más mínimo, moviendo el brazo derecho le impidió a su esposa avanzar más – Espera un momento – Su tono de voz era bastante serio, no quería que ella viese la cantidad de cadáveres en el interior, no al menos sin determinar si no había peligro. Rápidamente coloco su mano izquierda hacia la empuñadura de la Wakizashi, listo para atacar en cualquier momento, usando luego su visión para escanear el interior completamente. Miraba todas las posibles grietas donde se pudiese esconder algo, mientras al mismo tiempo escaneaba sus alrededores, para evitar que los atacasen por la espalda, manteniendo sus articulaciones flexionadas y listas para una reacción rápida. Su sorpresa fue cuando no encontró nada cerca de ellos, al menos no algo que pudiese detectar – Es seguro – Se mantenía serio al hablar, quizás era un poco paranoico pero la seguridad de su esposa era una prioridad para el Cyborg.

Ingreso finalmente manteniendo una especial atención en el umbral de la puerta, mientras miraba con más detalle los archivos ahí dentro, nada muy destacable salvo los propios cadáveres – Creo que alguien se divirtió con una moto sierra – No eran cortes limpios en lo más mínimo, la formación de las heridas más grandes no eran productos de una hoja afilada, parecían garras. Lo siguiente fue examinar con más detenimiento las heridas, habían algunas que tenían un daño masivo particular, así que comenzó a comparar las rasgaduras de la carne con sus archivos de armas, nada causaba un daño así salvo las fauces de un animal. El problema real con eso es que la sangre alrededor de las heridas era cuantiosa, eso significaba que no fueron hechas post mortem, las heridas habían sido la causa de muerte, eso arrojaba otro tipo de pista, no había depredación, eso no lo había hecho un animal hambriento sino simple violencia – Mantente cerca de mi en todo momento, no quiero que algo te pase – Nuevamente dejo salir ese lado protector hacia la mercenaria, aunque tampoco descuidaba la posición de Eve, sabía que ella podría valerse mejor por sí misma.

En un momento escucho la voz de su compañera – Nada por aquí más que cadáveres, la sangre esta coagulada así que no son recientes, pero es mejor mantenernos alerta – La información del contenedor era muy particular, pero estaba incompleta, lo mejor sería revisarlo directamente pero para ello tendrían que bajar – Entiendo – Espero a que ambas estuviesen por las escaleras, y James no pudo evitar por un momento darle un abrazo a Valkyrie – Descuida, yo las cubro – Su tono de voz cambio a uno que reflejaba preocupación, pero luego de eso soltó a la mercenaria y se dispuso a realizar el descenso. Sus habilidades acrobáticas y precisión de movimiento, le permitieron bajar por la pared rocosa como un acróbata, manteniendo en todo momento atención en el entorno, sin descuidarse. Los dispositivos de sus manos habían preparado los Amaterasu para arrojarlos ante la más mínima señal de peligro.

Apenas comenzaron a adentrarse en aquel lugar oscuro y los sentidos de la mercenaria se agudizaron, no solo su visión y oído sino también  se agudizo su olfato, el cual le hizo reconocer un olor que en lo personal odiaba…sangre.- y yo que pensaba que las nauseas  se habían quedado atrás-

El olor era cada vez más fuerte, y para bien o para mal no percibía ninguna señal de vida, al llegar al punto donde estaban los cuerpos james la detuvo por un momento, quería asegurar que no había riesgo, -ten cuidado- menciono mientras tomaba una de sus armas entre las manos, esta tenía en la punta una linterna que el ayudo a iluminar el lugar que james inspeccionaba, como había pensado era más de un cuerpo, de hecho a pesar de ser  varios, ni uno estaba completo, se acerco una vez que su esposo le confirmo  -solo a ti se te ocurren esas cosas- respondió con una sonrisa mientras se acercaba a uno de los cuerpos sin cabeza, -cielo, ¿notas los cortes?  Parece una especie de mordida, un solo corte…violento y horrible corte, pero no creo que sea un simple animal carnívoro, no tendría sentido, ha mutilado los cuerpos pero no devoro las viseras, este cuerpo está casi entero a excepción de la cabeza, lo que me lleva a pensar que los mato conscientemente no por seguir la ley de la cadena alimenticia- le menciono al cyborg, una vez que se levanto, miro un par de cuerpos más que seguían el mismo patrón, les faltaba alguna extremidad pero dejaba las partes más grandes como los torsos – bien, oficialmente me quiero ir a casa-

Eve por su parte encontró información sobre  un contenedor, -¿soy yo o esto parece cada vez más una película de horror'- le dijo a james pero no dejo de sonreír, lo menos que quería era preocuparlo…además era momento de descender y sentía más segura con sus sentidos funcionado de esa forma –te sigo eve-  le dijo a la mercenaria en quien después de algunas misiones y experiencias personales ya tenía la confianza total de la joven, pero antes se acerco a james, se levanto en puntitas y pego suavemente su frente a la del casco de james –mi amor, escúchame… voy a estar bien ¿sí? Tendré cuidado. Lo prometo- le dijo a su esposo para después avanzar detrás de eve.

mientras bajaban tomo su arma y se mantenía alerta utilizando todos sus sentidos, sabia que siendo un posible depredador los atacaría en cualquier momento y desde cualquier lugar.

Decidió ignorar los signos de cariño entre los otros mercenarios, en parte porque de momento era bastante indiferente hacia su objetivo de misión y por otra porque ya sabía la dinámica que debía llevar con ellos, con asegurarse de que la ira del androide no fuera en su dirección sería suficiente, bueno, eso e intentar, de encontrarse en una situación de peligro, que ayudarla signifique también ayudar a Kyrie. Por otra parte con la piloto tenía mucho menores problemas debido a su inexperiencia.

Una vez estuvieron en descenso la mercenaria rápidamente descubrió lo oscuro que se estaba tornando todo en un abrir y cerrar de ojos, con una ausencia total de toda fuente de luz. Eso nuevamente hacia complicado que supiera exactamente qué tan alto estaban pero, sabiendo que no estaban precisamente en el lugar más seguro del mundo se abstuvo de hacer alguna idiotez como escupir o lanzar algo.

Ahora en el piso inferior y con sus manos libres se colocó su visor para poder reconocer lo que a su alrededor se encontraba. Desde hacía minutos había estado olfateando un fétido olor a azufre, más parecido al excremento que a otra cosa y finalmente confirmó lo que se intuía: dos cadáveres, uno de un cyborg y el otro de una forma del todo humanoide. Conocía su misión pero, observando que todo estaba tranquilo, decidió que lo mejor sería revisarlos, tal vez descubrirían algo nuevo u obtendrían alguna pista sobre la ubicación especifica del contenedor.

Le hizo una señal a James para que se acercara y haló en voz muy baja no quería que fueran descubiertos por lo que sea que hubiera estado comiendo gente por allí arriba. —Vamos a inspeccionar los cadáveres, puede que tengan algo útil. Yo con el cyborg y tú— señaló sutilmente a Kyrie con el de la vagoneta. —Parece que algo le dio un golpe muy fuerte a esa cosa pero si estaba subiendo quiero saber que subía— miró a James —Vigílanos por si llega alguien—

Tras lo dicho, aprovechando que los dos no estaban muy separados el uno del otro, Eve se acercó al cuerpo difunto del mitad maquina. Lo primero que notó fue un arma a su lado, del tipo de pistola al parecer pero que había sido hecha pedazos por algo, tal vez una caída o un pisotón, eso parecía indicar que tal vez iba junto con el otro. Entrecerró la mirada, tomó al mismo por el hombro y lo movió levemente para ver si había algo de valor bajo este, seguidamente hizo propio con sus partes mecánicas, examinándolas con cuidado, tal vez en busca de algo útil aunque dudaba encontrar algún arma siendo que el mismo parecía llevar una (aunque bien podía ser del otro humanoide) pero lo más importante era “¿Dónde está la otra mitad?” llevándose lo que la pareciera útil se acercó al otro grupo, haciéndoles un gesto interrogativo por si habían encontrado algo.

Independientemente de la respuesta aún debían de seguir con el objetivo. —Iremos en círculos alrededor de os cuerpos y nos iremos alejando, James, vas al frente, yo por detrás para evitar emboscadas— se explicó rápida en el mismo tono de voz que antes, portando nuevamente su rifle en mano, observando su alrededor con cierto nerviosismo, evitando que sus pasos fueran escuchados, como si estuviera de cacería aunque dudaba ser en aquel momento la cazadora.

Si se trataba de un contenedor con las medidas en la que se especificaba en el diario tarde o temprano deberían de encontrarlo o como mínimo encontrar algunos de los pedazos de esta desperdigados por el suelo, por supuesto, la tensión se podía cortar con un cuchillo, tanto que Eve tuvo que hacer un repaso mental de todo su equipo, lo malo era que la falta de visibilidad era un problema, fue entonces cuando recordó la misión en Xiar, si estaban en situación de pelea le pediría James lanzar sus kunais ígneos contra el suelo “Solo espero encontrar el contenedor antes de que algo nos encuentre a nosotros”