OFF: Este post es invitacional para todos los aliados de los jovianos y del Imperio Drackoyano, a excepción de Edén. Solo Kaori Kanzaki y Puff Blaze son invitados, por la relación de este último con el Imperio y con la capitana Leila Malkal.

BSO Entrada gloriosa:

Planeta Irantia, alta órbita.
Sistema Iranteo, gobierno del Imperio Drackoyano.
Fecha estelar local: 3800 Tras el Primer Advenimiento.

Era un día especial. toda la capital estaba de celebración. Aquel día, iban a recibir a la Federación Joviana. En las coordenadas de salto, ya había una escolta de tres fragatas, y un destructor, a la par que la comitiva de la Flota Interior, había hecho un pasillo hacia la órbita de Irantia, como una escolta de honor. En tres siglos, pocas civilizaciones habían ostentado semejante honor en la casa de los drackoyanos. El planeta parecía ebullir vida y actividad, y los astilleros orbitales estaban como siempre: Trabajando a destajo. La potencia militar del Imperio era una de las más fuertes y terribles, pero la cultura de Irantia siempre había sido más diplomática. Además, una guerra con los drackoyanos era tan temida, que muchos preferían no tentar a la suerte de una derrota aplastante, o una victoria pírrica.

Irantia, y su capital:

Aquel mundo era similar a la Tierra, pero con unas temperaturas más cálidas, al tener la luz de nada menos que tres soles, y periodos de luz de más de veinte horas. Durante el descenso, se abrió una comunicación hacia la nave capital de la armada visitante, por parte de una de las capitanas de puerto. Saludos emisarios Jovianos. El Imperio, y la Emperatriz en persona les da la bienvenida, son libres de aterrizar. Les iban abriendo paso, y permitir aterrizar tanto naves como transbordadores con todas las regalías. Desde luego, el Imperio sabía tratar a los invitados con cortesía. A medida que los invitados fuesen tomando tierra, las escoltas aéreas se retiraban, dejando solo algunos cazas, para dejar estelas decorativas en el aire. En tierra, una enorme comitiva diplomática y militar, para ofrecer a los invitados un paseo, a modo de desfile. Al fin y al cabo, la Federación había creado una imagen honorable para el Imperio, y era costumbre entre los drackoyanos, alabar a los grandes guerreros.

Quien esperaba a la cabeza de tal recepción, eran dos figuras tremendamente imponentes. Ambos vestían diferentes uniformes. Uno verde y de charreteras a los hombros, como representante de la Armada, y el otro, con una armadura de placas ornamental dorada y negra, simbolizando el Ejército de Tierra. Al aparecer la comitiva, ambos saludaron marcialmente, uniendo su puño derecho al corazón, e inclinando levemente la cabeza. Su tamaño era espectacular, debían medir casi los 3 metros. Con razón los drackoyanos no usaban armaduras de combate, ni robots de asalto. Su propio cuerpo de por si ya era un arma monstruosa, al menos, para los de la casta guerrera. Bienvenidos a Irantia. Soy el Gran Mariscal Douffon Hersk, y él es el General Tyron Rent. El drackoyano de tonos rojos carmesí hizo una leve reverencia a modo de corresponder al nombre. No parecía muy hablador. La Emperatriz les está esperando, todos ansiábamos su llegada, por aquí. El Mariscal Hersk les guió hasta unas plataformas deslizadoras, las cuales, eran tan amplias que ocupaban toda la calzada principal, y podía con toda la comitiva, incluso los soldados de escolta de los Jovianos u otros equipos que pudiesen llevar. En su camino hacia palacio, se podía contemplar la arquitectura drackoyana, basada en mega estructuras de metal y roca, y sin una sola nube contaminante, todo lleno de paneles solares, e incluso de colectores de plasma solar en los puntos más altos. Era lo lógico, pues poseían una fuente de energía en una mayor cantidad que otros planetas, y en el espacio, el plasma solar estaba en todas partes. A los lados, el pueblo de Irantia saludaba curioso a los visitantes, observándose la tremendísima variedad de etnias entre los drackoyanos. No solo las tres castas: La guerrera, la artesana, y la pensadora. Si no también la mezcla de éstas, la variedad de color en las pieles, la diferencia de tamaños. Era un pueblo estéticamente mucho más heterogéneo que el humano, una poderosa civilización, con fuertes creencias en la tradición, el honor y la justicia. Valores que se habían perdido hace tiempo en otras culturas. Y al fondo, en línea recta: El Palacio Imperial.

Los Altos Mandos y el Palacio:

Aquel edificio era el más imponente y grande de todos. Una enorme pirámide de intrincada arquitectura, fuertes muros, y superficies brillantes. La bandera del Imperio ondeaba, y como bandera invitada, estaba la de la Federación Joviana, en un gesto simbólico de paz, concordia y amistad. Al final del paseo, o desfile, según se mirase, las escoltas y comitivas se fueron posicionando para entrar a palacio. En el interior, en la sala del Trono, otros les estaban esperando. Solo cabía la Guardia Real, los emisarios principales, los altos mandos drackoyanos, y unos invitados especiales como testigos: El embajador drackoyano en Edén Kayran Blaze, su esposa, y un testigo especial a cargo de la Emperatriz: El capitán Puff Blaze. El cual, iba acompañado de su oficial y recientemente declarada compañera y pareja, la teniente de ingeniería Kaori Kanzaki. El Embajador, antaño un comandante, portaba su armadura tradicional, mostrando las marcas de ésta, y sus interminables cicatrices. En la cultura drackoyana, mostrar las marcas de combate eran símbolo de veteranía y respeto. La madre, o madrastra de Blaze, Trinidad de Villalobos, una profesora convertida en parte del antiguo cuerpo diplomático de Europa, vestía un precioso traje de gala negro, con detalles de pedrería y cintas blancas. Puff, por su parte, llevaba el traje de capitán de Edén, pero también los charretes y la gorguera de la Armada Imperial, mostrando así su status como testigo y representante de dos culturas. Y el saurio no pudo evitar mirar con cierto embeleso a Kaori, tan súmamente bella. Fue una buena idea darla a conocer a sus padres finalmente, para ser acogida con los brazos abiertos. Pronto llegarían los Jovianos, y con ello, comenzaría la recepción oficialmente. Estás preciosa, querida. Dijo Trinidad apoyando suavemente su mano en el antebrazo de Kaori. Y tú, pedazo de alcornoque, más te vale que te portes bien. La última vez que viniste a palacio te tuvieron que separar de tu primo Tyrant por aquella maldita riña. El enorme drackoyano de fuertes cuernos y gran melena suspiró. La diferencia con su hijo era patente en tamaño, cantidad de pelo, y largo de los cuernos y colmillos. Kayran suspiró pesadamente, para mirar a su esposa, sin poder evitar sentirse mal, o incluso amedrentado por la mirada de reproche de la voluptuosa y hermosa mujer. Si, cariño, me portaré bien... Ah, ahí están. Los invitados llegaban, por fin daría comienzo el encuentro.

El embajador y su esposa:

Siempre caminando a un costado de la comandante Grant; comenzamos a ser guiadas a la Sala de Guerra, la cual es custodiada al parecer por una elite de soldados de la raza de Puff, los cuales a primera vista se pueden ver que poseen caracteristicas completamente diferentes a los soldados comunes e incluso a los mismos ciudadanos del planeta. Tras cruzar las grandes puertas, nos vimos frente a una gran sala semi oscura, la cual no parecia realmente una sala de reuniones o algo parecido, sino mas bien un lugar donde se comandan tropas o se fraguan las estrategias para guiar a batallones de soldados en sus diferentes campañas, algo a simple vista muy interesante, por lo visto este es el lugar elegido para realizar la reunion.

No tardamos en recibir una pequeña reseña por parte de Puff acerca de algunas referencias que se encuentran en el interior de esta sala, como el gran ordenador que alli se encuentra; por asi decirlo algo extraño ya que dependen de este como estratega en batallas, siendo mejor separar las desiciones de un grupo de personas de lo que una maquina podria sugerir. Entre tanto comenzamos a tomar posiciones, siempre teniendo a la comandante Grant la cual se mantiene seria y siempre viendo a las demas. Fue entonces que la reunion comenzo, tomando primero la palabra los anfitriones para asi dirigirla hacia nuestra persona para poder en claro loque hacemos aqui. Fue en ese momento que seria yo, como ministra de relaciones exteriores la que tomaria la palabra. - Majestades imperiales, altos rangos de Irantia; estamos reunidos hoy aqui porque nos ha convocado una amenaza en comun. Como podran ver ultimamente tanto su imperio como la Federacion Joviana a sido atacada por la armada invasora alienigena conocida como los Zentran; una raza al aprecer desconocida que ha perpetrado innumerables ataques a diferentes mundos ademas de nuestro, incluido el sistema Eden.- Tome un relajo para luego nuevamente retomar el discurso. - Es sabido que, a pesar de tener miembros de su raza dentro de la armada de Eden y ademas una miembro de su armada la cual tiene directa cercania con el almirante Titus...- Refiriendome obviamente a Kaori Kanzaki. -... Se a decidido que udieran estar en esta reunion a pesar de la situacion actual que se vive hoy en dia. Mediante una orden especifica fijada por el almirantado joviano, hoy nos vemos en la necesidad de romper todo tipo de relacion con el sistema Eden debido a los actos negligentes en batalla de uno de sus altos rangos, teniendo hoy en dia orden de detencion en territorio joviano para que sea juzgado segun nuestras leyes.- Con eso di a primeras una apertura sobre la situacion actual que tenemos con Eden y ademas la poca simpatia de que alla gente de ese ejercito aqui presente en la reunion, que en cuyo caso se le podria pedir que se retiraran debido a la situacion actual.

- Debido a esto y a la serie de eventos que han sucedido en el ultimo tiempo, es que la Federacion Joviana a decidido unir fuerzas con el imperio Iranteo para poder destruir y aminorar el daño producido por la raza de los Zentran en nuestros territorios. En nombe del almirante Malkal, decidimos darles una mano para asi poder entablar una nueva amistad e las relaciones politicas y militares.- Con ello deje en claro los puntos a tomar, ahora solo venia saber la deliveracion de los demas presentes y luego afinar los diferentes puntos que ambos bandos ibamos a tomar para proseguir con los dialogos.

OFF: Salto el turno de Kaori, la cual no ve salida del post y la doy más "material" con el que poder seguir.


Los altos mandos drackoyanos asentían, mientras que los emperadores se mantenían impertérritos, como dos colosales estatuas que eran parte del entorno. Quien se volvió a levantar, fue el Gran Mariscal Hersk, quien con una acción de su mano, creó un punto central, donde se proyectó un enorme mapa estelar enorme. Con su propia garra, fue señalando distintos sistemas, donde se mostraban coloreadas las distintas franjas y fronteras. Antes de comenzar esta reunión, debo puntualizar, que fue deseo expreso de la Emperatriz el traer a la teniente Kanzaki, y como normativa del Mando Militar, el Capitán Blaze y el embajador Blaze, son nuestros enlaces con los aliados de Edén con el Imperio. Sus rencillas con Edén, son un tema en el que Imperio no desea entrometerse, debido a que no tenemos, como dirían los humanos "vela en este entierro". Por lo tanto, dispuestas estas aclaraciones, vamos al núcleo de nuestro problema común: Coincido con la capitana Malkal. Las flotas Zentran se han extendido como una plaga, destruyendo y arrasando todo sistema y planeta habitado sin ninguna conmiseración o advertencia. Son agresivos y no dejan prisioneros, y es muy difícil, por no decir prácticamente imposible, realizar capturas o investigaciones más allá de lo establecido en combate o lo visual. Estas son imágenes de registro de algunos ataques... Aquello no eran ataques... Eran masacres.

En distintas pantallas, se mostraban los pocos registros de las carnicerías que los invasores perpetraban. Asaltos a militares y civiles por igual. Fusilamientos inmisericordes a grupos de distintas razas, edades y sexos. Ni los niños se salvaban. Incluso se veía a una madre drackoyana intentando proteger a sus dos pequeños, implorando clemencia ¡Por favor, solo son niños!... La única respuesta del soldado a bordo de la armadura de combate, fue clara y concisa. Lo se... Y acto seguido, aplastó bajo el metálico pie al trío familiar, para destruir de un mero disparo a quien portaba el grabador de imágenes. Naves quemadas, colonias destruidas, planetas reventados... Sin ninguna explicación, aviso, o reclamación. Incluso la propia Emperatriz se sintió apabullada por semejantes monstruosidades. Creo que debo retirarme... Continúe Mariscal, volveré en unos momentos. Estaba claro que la Madre de Todos sentía gran sensibilidad por temas tan horribles como las masacres, y seguramente de ahí su urgencia en llamar a otros. Pero al mismo tiempo, de la consola de Kaori, de un modo más discreto, con un simple mensaje: "Mira a la izquierda, y sígueme". A la izquierda de la teniente, estaba la princesa. Con un gesto amable y dulce, le indicaba que la siguiera por un pasillo lateral, fuera de la reunión. Mientras, Hersk seguía con el despliegue de información, mostrando las respectivas flotas.

La Federación ha tenido la amabilidad de mostrarnos las posiciones de sus flotas, al mismo tiempo que nosotros les hemos brindado información de las nuestras. Mostró las flotas imperiales y federadas en distintas posiciones por los múltiples sistemas, y cruces en rojo donde se habían sufrido los ataques de los Zentran, incluso se mostraron en azul las posiciones de las distintas naves de la Armada de Edén en los distintos encontronazos con los invasores. Al parecer, nuestros enemigos tienen algún modo de traspasar los sistemas de detección y de seguridad para evitar saltos hiperespaciales no autorizados. Así es como han podido entrar en las capitales de nuestros espacios controlados, para intentar atacar el corazón de nuestros hogares. Pero gracias a nuestra fuerza militar y a Edén en conjunto en varios casos, los hemos podido repeler, e incluso recopilar más información, en los cuales nuestros servicios de Inteligencia están dispuestos a colaborar. Capitana Malkal, General Grant, ambas flotas están aquí a su disposición. Adelante, puede disponer de ellas en este mapa estratégico, para ver su propuesta táctica. Para alguien como un invitado del Imperio, era un honor inmenso el que le cedan de modo simbólico el mando de nada menos que dos armadas enteras. Mientras, a Kaori se la llevaba la princesa, para una conversación más personal, y a la par, quizás algo más trascendente.

Con un gesto amable, la enorme drackoyana alada, el doble de grande que la humana, la llevaba por un enorme corredor, custodiado por más tropas Berserker. Con una sonrisa afable, miraba curiosa a Kaori ¿Sabes? Aparte de la señora Blaze, eres la única humana que he visto hoy, además de los jovianos. Oye... Madre tiene mucho interés en ti, aunque no se por qué... ¿Es porque eres la novia del primo Puff? Una bomba soltada en la cara, de un modo que quizás así tendría sentido. Puff Blaze... Pariente de la línea sanguínea Imperial... ¿Podría ser?

Mis ideas y pensamientos de inmediato fueron escuchadas y contramedidas con la explicacion de uno de los marscales, sobre el porque de la permanencia de representantes de Eden presentes en la sala, tambien demostrando que se encuentran al tanto de la situacion entre dicho planeta y los jovianos; no siendo participes de ello y manteniendose de manera neutral en el asunto. Tras haber dejado zanjado dicho asunto, comenzamos a concentrarnos en lo que vinimos, empezando a proyectarse las posiciones tanto de las flotas jovianas como la de los aliados, para luego comenzar a escucharse lo relacionado a las violaciones de algunos sistemas de seguridad y tambien el como los alienigenas han llegado a diferentes sistemas estelares y han practicamnte acabado con planetas y civilizaciones completas; practicamente dejando solamente paramos desolados.

Se decidio ahora poder tomar posicion para escuchar las propuestas que nosotros tenemos con respecto a las hostilidades enemigas. - Representantes; lo que dire ahora seran casi las mismas palabras que dialogue con el almirante Titus de Eden.- Hice una pausa para poder luego proseguir con el discurso. - Mientras nosotros estamos aqui conversando, las fuerzas enemigas en algun punto del espacio regresan apresuradamente por refuerzos a su mundo; y puede ser que cuando regresen ya no representaremos un obstaculo. Por lo que debemos asegurarnos de que la proxima batalla que se lleve a cabo sea en su propio planeta. Este mismo concepto se le planteo en su momento a la armada de Eden, justificando su negativa a actuar debido a la falta de material militar disponible en sus fuerzas como para montar un contraataque, justificando que su planeta quedaria indefenso ante un ataque de cualquier clase. Las fuerzas de Irantea han puesto en este momento a disposicion parte de su fuerza militar para dicha campaña, solamente falta saber acerca de la posicion que ahora ocuparian ustedes.- Esperaba escuchar que clase de respuesta recibiria de parte de la raza de Puff, la misma idea se le habia planteado a Atlas en ese momento, justificando que la armada de Eden no cuenta con la suficiente fuerza para ello, pero eso no parecia demostrarse en los hechos, sino que mas bien parecia ser una excusa para no involucrarse dentro de una campaña de busqueda y de ataque certero.

- Dentro de lo planteado tambien existe una segunda opcion, la cual seria abrir un canal diplomatico para discutir terminos con los alienigenas, pero viendo la proyeccion de los actos cometidos por la raza Zentran dentro de los diferentes planetas que han atacado, tecnicamente la opcion quedaria descartada, opcion que tambien se le planteo en su momento a Eden y que de por si decidio rechazar debido a la falta de informacion existente en su base de datos sobre los alienigenas.- Expuse el segundo punto en aquel momento, los cuales habian sido planteados en una reunion en Eden con Atlas, de los cuales salio una opcion fuera de protocolo al dejar actuar a un grupo especial para que se hiciese cargo de este asunto, pero seguramente aqui apareceria mas sensato la primera opcion.

OFF:

Los murmullos y deliberaciones entre los participantes de la reunión se fueron extendiendo tras las opciones de Leila. Puff y sus padres no dijeron nada, solo estaban como observadores neutrales, y testigos para dar testimonio más tarde a Edén. Algunos oficiales se alzaban en pos de la primera, o la segunda opción. Los tonos de voz se alzaron, y las leves discusiones pasaron ya a gritos y acusaciones, pues cada división del ejército y de la sociedad drackoyana parecía tener sus disentimientos. Sin embargo, voz e mando solo había una, y el Emperador Consorte, con un fuerte rugido, hizo incluso temblar la sala de la potencia de su fuerte bramido, acallando todos los gritos, y acobardando a aquellos más soliviantados. Algunos incluso agacharon la cabeza, pues el gran dragón blanco acababa de imponer su dominio. Su potente y fuerte voz, hizo eco en el ambiente, mientras permanecía con los brazos cruzados, y el rostro predatorio y serio. Basta, estas diferencias no hacen ningún bien a esta reunión. Deberíamos escuchar la opinión del doctor Kalgreese, nuestro más notable científico.

El silencio se hizo uniforme, mientras una figura se hacía un hueco a la luz desde las sombras. Su cuello largo y hocico alargado y fino, y sus ojos serpénteos le daban un aura algo maquiavélica, casi retorcida. Se sabía que la clase aristócrata, justo por debajo de la sangre imperial, tenía rasgos de serpiente. Por lo tanto, era de suponer que el científico que había entrado en la sala, era de la casta hérpica, la aristocracia imperial.

El doctor:

Su monóculo parecía cibernético, y sus dientes prominentes al exterior le daban un aire aún más siniestro, pero peor fue su voz seseante y sibilina. Mis queridos compatriotas, mis estimadas invitadas... Mi emperador ¿Qué les parece esta criatura? Sacó de sus bolsillos llenos de instrumentos de precisión y punteros, un pequeño molusco con concha. Todos los nativos de Irantia conocemos a esta criatura. Le llamamos "el pequeño matón", debido a su naturaleza marcadamente agresiva. Ataca a otros seres que no sean sus congéneres, e incluso devora a otros de su especie que parezcan débiles o enfermos. Puede parecer cruel, y lo es, pero es una filosofía de supervivencia y evolución muy efectiva. Básandome en éste y otros comportamientos vistos en otras razas, y los datos generosamente ofrecidos por la división científica de Edén, puedo asegurar solo una cosa: La paz con los Zentran es imposible. Su tono se volvió no solo serio, si no tétrico y tajante. Cuando una especie como ésta, cuyo dogma es la supremacía por encima de todo, solo hay un resultado: La destrucción total, o de esta especie... O todas las demás. Por ello, solo puedo recomendar una vía de acción:

Exterminar a los Zentan, atacarles de un modo violento, sin dejarles respirar, minar su moral hasta el punto en el que, o bien su raza deje de ser una amenaza... O eliminar todo rastro de su existencia. Y he creado una herramienta para evitar nuevos saltos dentro de nuestras fronteras.

Mientras, en los aposentos de la Emperatriz.

BSO:

La princesa medio rió ante la clara vergüenza de Kaori, por lo que, la llevó suavemente al interior, portando la sonrisa de alguien que aún no había terminado de ser una niña. Pues el primo Puff me ha hablado mucho de ti en sus cartas. Parece que está muy enamorado de ti. Mamá dice que aún soy joven para esas cosas, pero es que... Iiiih, me encanta. Hizo un gesto con los brazos para contener la emoción, nada más pasar a los aposentos privados de la emperatriz. Solo podía describirse de un modo: Impresionante. Todo el suelo y las paredes y el techo, estaban proyectadas con holografías del espacio. Luminoso, cargado de estrellas, en constante movimiento, era como estar vagando dentro del mismo universo. Era un lugar de pura armonía, donde los cometas y los asteroides llovían cerca de Kaori, y hasta el polvo espacial orbitaba. Allí, en el cálido suelo, estaba recostada la Madre de Todos, con un semblante sonriente, pero cargado de tristeza. Al mirar a ambas, la gigantesca dragona le hizo un gesto a su hija. Déjanos mi niña, tenemos que hablar entre mujeres. Juuuu, mamá, por favor... Iria... Esto es privado, no me quiero enfadar. Con una pataleta, la princesa dejó las dependencias. Estando las dos solas, la Emperatriz hizo un leve ademán con la garra, suave, lento. Acércate querida, quiero verte de cerca. Y al tenerla a cierta distancia, usó la garra de su dedo para alzarla el mentón, y que sus ojos se cruzasen. Fue entonces, cuando vio no la mirada de una bestia, si no la de una madre.

Oh, si, veo mucho fuego en tu alma. Eso es bueno, ahora entiendo por qué Puff Blaze está loco por ti. Dijo retirando su garra, solo para acariciar en un tierno gesto la mejilla de la humana. Te he hecho llamar, mi dulce Kaori, porque, y seguramente tu novio no te lo haya comentado, la familia Blaze es pariente del linaje imperial. Quiere decirse, que tu querido Puff podría aspirar a un puesto dentro de la nobleza, y de la Corte. Y este asunto con los jovianos, me ha hecho pensar en algo, que me gustaría comentar contigo, y consultártelo. Aquello era raro para los humanos, que un dirigente consultase algo a un invitado, es decir pidiera permiso. Pero no en la cultura drackoyana, pues era costumbre, que los machos fueran una "adquisición" o algo que pertenecía a las hembras. Un varón podía tener hasta 7 mujeres, pero la segunda no se casaría sin permiso de la anterior, ni la tercera por las otras dos anteriores, y así sucesivamente, y eran las hembras las que se pedían permiso entre ellas, relegando a un papel más secundario a los machos. En lo relativo a acciones con los hombres, quienes decidían eran las mujeres. Lo que te quería preguntar, mi dulce niña, es: En el futuro... ¿Qué boda tendrías con Puff, una a la humana, o según nuestras costumbres? Realmente, la emperatriz era alguien increíble. Pues, intentaba crear la impresión a su invitada, de que no estaba hablando con la gobernante de un imperio de centenares de mundos. Si no más bien, con una mujer de avanzada edad, sabia, y cariñosa, a pesar de su feral y poderoso aspecto. Con razón la llamaban Madre de Todos.

Los presentes en la sala enmudecieron por unos instantes ante las palabras de Leila. Calaron más hondo de lo que pensaría el científico, el cual parecía tener una idea muy clara de como tratar ciertos asuntos. Y no era el único, parecía haber toda una escisión entre los altos mandos, sobre la acción a tomar. Sin duda, la acción de la diplomacia, era una opción civilizada, moral y ética. Pero también era cierto que el Imperio poseía una larga tradición de ser combatiente y aguerrida, hasta el punto de que en épocas milenarias, se le consideraba sanguinario y cruel. Pero existía el dilema moral actual, que bien había planteado la capitana Malkal. Ante tal discusión, el Emperador decidió cortar por lo sano, alzando su mano para acallar la agitación de los presentes. Ahora, debemos elegir... ¿Quién se alzará en armas para acabar con todos los Zentran, quien nuestro buen doctor ha calificado de "amenaza insalvable"? Quien se adelantó un paso, fue evidentemente Kalgreese, seguido, de un modo no tan inesperado por los demás drackoyanos, del general Tyrant. En el Imperio, era famoso de ser el más beligerante de los altos mandos, y el más aferrado a las viejas tradiciones de conquista y supremacía. Y fuera de éste, era conocido por ser el comandante más brutal e implacable, un auténtico guerrero sanguinario sin piedad, y con un honor a veces cuestionable, solo eclipsado por sus éxitos aplastantes en el campo de batalla. Algunos más se alzaron para aprobar la medida de Kalgreese. El Emperador esperó un tiempo prudencial, y al hacer la cuenta, hizo un gesto para que los partidarios se sentaran, y después reclamar a los contrarios. Quien desee apoyar la opción de una vía diplomática, puede alzarse. El problema estaba, en que muchos que estaban diciendo si, no querían contravenir al general Tyrant, era como si... Le tuvieran miedo. Pero sí hubo uno que si se levantó. Su condición de oficial de Edén le impedía forjar una opinión o un voto. Pero Puff Blaze también era drackoyano, y miembro de la aristocracia... Su sangre si tenía voto.

Yo apoyo a la Embajadora Malkal. Si nos proponemos destruir a los Zentran bajo la única justificación de los continuos ataques sufridos, y con el axioma tan drástico de la supervivencia... ¿No seremos entonces tan salvajes y bárbaros como los mismos Zentran? Mis camaradas, hermanos, no os hablo desde mi posición de oficial de Edén. Os suplico desde mi rango como Heredero al Atril de Guerra, como drackoyano. Somos una raza fuerte, poderosa, un gran imperio, y una colosal y antigua civilización. Por ello, debemos mostrar un nivel moral mucho mayor que nuestros enemigos, y averiguar quiénes son, en lugar de masacrarlos indiscriminadamente. Dio una pequeña pausa para proseguir. Esta alianza que estamos formando, no debería ser solo una fuerza de ataque, en pos de un enemigo en común, puesto que los lazos basados en el odio, no pueden dar lugar a forjar algo más allá de lo táctico. Jovianos y drackoyanos somos razas avanzadas... Demostrémoslo no solo a ojos de los Zentran y el universo, si no tambien a las generaciones venideras. Además ¿Qué honor habría en aniquilar a mujeres y niños? Nos vanagloriamos de ser guerreros con un código ético, no asesinos. Aquello último fue para Tyrant, a quien no le sentó nada bien la proclama de Blaze.

Las reacciones no tardaron, y el primero en apoyar al joven saurio rojo fue el Gran Mariscal Hersk, quien se levantó en un claro acto de soporte a la idea de la invitada de honor. Es cierto, nosotros somos guerreros de honor, no exterminadores. Nuestra fuerza y nuestra superioridad se debe demostrar en nuestra piedad, y en nuestra capacidad de superar estos obstáculos. Voto a favor de la opción de investigar a los Zentran, y abrir una posible vía diplomática. Otros oficiales se alzaron, bastantes más que los que secundaban a Kalgreese y el general rojo. Ofendido, marcado como en una derrota, el enorme saurio se dio la vuelta y se marchó, junto al doctor y tres o cuatro oficiales más. Habían sido contrariados y humillados por un joven sin más categoría que ellos. Sin embargo, el Emperador estaba complacido, pues dos figuras jóvenes habían surgido como unos futuros grandes líderes, de corazón valeroso, y mente amplia y diplomática. En el aplauso global para agradecer las palabras de Leila, Blaze le guiñó un ojo de un modo cómplice. No apoyó solo a la joviana porque era una decisión correcta, si no porque era su amiga.


Mientras, en las alcobas reales...


La Madre de Todos estaba encantada con aquella muchacha. Había determinación, fuerza, convicción, firmeza, y amor, mucho amor. Eso era lo que esperaba de ella, y estaba más que satisfecha. Eso es lo que quería oír. Siente este mundo entonces como tu segundo hogar, hija mía. Y tras escucharte, se de verdad que amas a Puff. Y en el futuro, dejaré que ambos toméis la decisión acertada. Dijo para coger sin tapujos a Kaori con su garra, y apoyarla en su antebrazo, en un gesto cariñoso y maternal. Mis consejeros y administradores me habían aconsejado una acción algo "tradicional y clásica", que era afianzar esta alianza, mediante el matrimonio entre la embajadora Malkal y nuestro querido Puff. Pero me he negado. Dijo para luego subir su enorme testa hacia las estrellas. Si algo he aprendido, es que el amor es el que forja los lazos, no al revés. No quería ver envueltos a tres gobiernos por una decisión así. Aunque la capitana joviana aceptase, el amor de tu saurio rojo por ti le habría hecho negarse... Imagina las consecuencias políticas de un acto así.

Respiró profundo, y acarició suavemente el rostro de Kaori, como si fuera su cachorra. Por eso te he traído aquí, mi niña, para que apoyes a nuestro querido héroe cuando más lo necesite. Para que siga luchando por lo que es correcto, y por el amor. No quiero que los dos caigáis en mi desgracia. Con el tiempo, le he cogido cariño a mi esposo, pero nos casamos sin conocernos, y a veces, somos dos extraños que compartimos alcoba, y no es sano. Solo el amor por nuestro pueblo y por nuestra hija de sangre nos mantiene unidos. Porque creo que él no me ama, y no quiero que nadie más comparta mi destino.

Una historia triste, y lógica, los matrimonios concertados eran necesarios para mantener intacta la estirpe imperial, pero... ¿La decisión del posible matrimonio no sería también una ventaja al unir a tres pueblos, Edén, Irantia y Júpiter? O sería minar la moral al obligar a hacer a dos personas algo que no quieren, pejudicando a una tercera... La política era un arma de doble filo al fin y al cabo.