OFF: Este post es invitacional para todos los aliados de los jovianos y del Imperio Drackoyano, a excepción de Edén. Solo Kaori Kanzaki y Puff Blaze son invitados, por la relación de este último con el Imperio y con la capitana Leila Malkal.

BSO Entrada gloriosa:

Planeta Irantia, alta órbita.
Sistema Iranteo, gobierno del Imperio Drackoyano.
Fecha estelar local: 3800 Tras el Primer Advenimiento.

Era un día especial. toda la capital estaba de celebración. Aquel día, iban a recibir a la Federación Joviana. En las coordenadas de salto, ya había una escolta de tres fragatas, y un destructor, a la par que la comitiva de la Flota Interior, había hecho un pasillo hacia la órbita de Irantia, como una escolta de honor. En tres siglos, pocas civilizaciones habían ostentado semejante honor en la casa de los drackoyanos. El planeta parecía ebullir vida y actividad, y los astilleros orbitales estaban como siempre: Trabajando a destajo. La potencia militar del Imperio era una de las más fuertes y terribles, pero la cultura de Irantia siempre había sido más diplomática. Además, una guerra con los drackoyanos era tan temida, que muchos preferían no tentar a la suerte de una derrota aplastante, o una victoria pírrica.

Irantia, y su capital:

Aquel mundo era similar a la Tierra, pero con unas temperaturas más cálidas, al tener la luz de nada menos que tres soles, y periodos de luz de más de veinte horas. Durante el descenso, se abrió una comunicación hacia la nave capital de la armada visitante, por parte de una de las capitanas de puerto. Saludos emisarios Jovianos. El Imperio, y la Emperatriz en persona les da la bienvenida, son libres de aterrizar. Les iban abriendo paso, y permitir aterrizar tanto naves como transbordadores con todas las regalías. Desde luego, el Imperio sabía tratar a los invitados con cortesía. A medida que los invitados fuesen tomando tierra, las escoltas aéreas se retiraban, dejando solo algunos cazas, para dejar estelas decorativas en el aire. En tierra, una enorme comitiva diplomática y militar, para ofrecer a los invitados un paseo, a modo de desfile. Al fin y al cabo, la Federación había creado una imagen honorable para el Imperio, y era costumbre entre los drackoyanos, alabar a los grandes guerreros.

Quien esperaba a la cabeza de tal recepción, eran dos figuras tremendamente imponentes. Ambos vestían diferentes uniformes. Uno verde y de charreteras a los hombros, como representante de la Armada, y el otro, con una armadura de placas ornamental dorada y negra, simbolizando el Ejército de Tierra. Al aparecer la comitiva, ambos saludaron marcialmente, uniendo su puño derecho al corazón, e inclinando levemente la cabeza. Su tamaño era espectacular, debían medir casi los 3 metros. Con razón los drackoyanos no usaban armaduras de combate, ni robots de asalto. Su propio cuerpo de por si ya era un arma monstruosa, al menos, para los de la casta guerrera. Bienvenidos a Irantia. Soy el Gran Mariscal Douffon Hersk, y él es el General Tyron Rent. El drackoyano de tonos rojos carmesí hizo una leve reverencia a modo de corresponder al nombre. No parecía muy hablador. La Emperatriz les está esperando, todos ansiábamos su llegada, por aquí. El Mariscal Hersk les guió hasta unas plataformas deslizadoras, las cuales, eran tan amplias que ocupaban toda la calzada principal, y podía con toda la comitiva, incluso los soldados de escolta de los Jovianos u otros equipos que pudiesen llevar. En su camino hacia palacio, se podía contemplar la arquitectura drackoyana, basada en mega estructuras de metal y roca, y sin una sola nube contaminante, todo lleno de paneles solares, e incluso de colectores de plasma solar en los puntos más altos. Era lo lógico, pues poseían una fuente de energía en una mayor cantidad que otros planetas, y en el espacio, el plasma solar estaba en todas partes. A los lados, el pueblo de Irantia saludaba curioso a los visitantes, observándose la tremendísima variedad de etnias entre los drackoyanos. No solo las tres castas: La guerrera, la artesana, y la pensadora. Si no también la mezcla de éstas, la variedad de color en las pieles, la diferencia de tamaños. Era un pueblo estéticamente mucho más heterogéneo que el humano, una poderosa civilización, con fuertes creencias en la tradición, el honor y la justicia. Valores que se habían perdido hace tiempo en otras culturas. Y al fondo, en línea recta: El Palacio Imperial.

Los Altos Mandos y el Palacio:

Aquel edificio era el más imponente y grande de todos. Una enorme pirámide de intrincada arquitectura, fuertes muros, y superficies brillantes. La bandera del Imperio ondeaba, y como bandera invitada, estaba la de la Federación Joviana, en un gesto simbólico de paz, concordia y amistad. Al final del paseo, o desfile, según se mirase, las escoltas y comitivas se fueron posicionando para entrar a palacio. En el interior, en la sala del Trono, otros les estaban esperando. Solo cabía la Guardia Real, los emisarios principales, los altos mandos drackoyanos, y unos invitados especiales como testigos: El embajador drackoyano en Edén Kayran Blaze, su esposa, y un testigo especial a cargo de la Emperatriz: El capitán Puff Blaze. El cual, iba acompañado de su oficial y recientemente declarada compañera y pareja, la teniente de ingeniería Kaori Kanzaki. El Embajador, antaño un comandante, portaba su armadura tradicional, mostrando las marcas de ésta, y sus interminables cicatrices. En la cultura drackoyana, mostrar las marcas de combate eran símbolo de veteranía y respeto. La madre, o madrastra de Blaze, Trinidad de Villalobos, una profesora convertida en parte del antiguo cuerpo diplomático de Europa, vestía un precioso traje de gala negro, con detalles de pedrería y cintas blancas. Puff, por su parte, llevaba el traje de capitán de Edén, pero también los charretes y la gorguera de la Armada Imperial, mostrando así su status como testigo y representante de dos culturas. Y el saurio no pudo evitar mirar con cierto embeleso a Kaori, tan súmamente bella. Fue una buena idea darla a conocer a sus padres finalmente, para ser acogida con los brazos abiertos. Pronto llegarían los Jovianos, y con ello, comenzaría la recepción oficialmente. Estás preciosa, querida. Dijo Trinidad apoyando suavemente su mano en el antebrazo de Kaori. Y tú, pedazo de alcornoque, más te vale que te portes bien. La última vez que viniste a palacio te tuvieron que separar de tu primo Tyrant por aquella maldita riña. El enorme drackoyano de fuertes cuernos y gran melena suspiró. La diferencia con su hijo era patente en tamaño, cantidad de pelo, y largo de los cuernos y colmillos. Kayran suspiró pesadamente, para mirar a su esposa, sin poder evitar sentirse mal, o incluso amedrentado por la mirada de reproche de la voluptuosa y hermosa mujer. Si, cariño, me portaré bien... Ah, ahí están. Los invitados llegaban, por fin daría comienzo el encuentro.

El embajador y su esposa:

Es un nuevo camino que se abre entre las relaciones diplomaticas entre la Federacion Joviana y el Imperio Drackoyano, tras las desiciones que el alto mando joviano tomo en relacion a lo ocurrido y la ruptura de relaciones diplomaticas con Eden, mas no posibles dialogos politicos a futuros; solamente se produjo una ruptura diplomatica a causa de un incidente provocado por las acciones de un oficial de dicho planeta. Pero, quedando esto de lado en esta oportunidad; se abre la oportunidad de consolidar una fuerte alianza, tratados y discuciones que hoy dan sus frutos con una gran celebracion de recibimento de los jovianos.

Tema de fondo:

En las coordenadas anteriormente asignadas; emergio desde un salto organico la 5° flota Joviana, de la cual se destacan varios cruceros livianos y pesados de combate; una fuerza que no parecia ser diplomatica sino mas bien una pesada fuerza de combate bien armada. Entre las naes que mas se destacan hay dos; la perteneciente a la designada nuevamente Ministra de relaciones exteriores y capitana de la nave de combate Ikaruga, osea yo; Leila Malkal y comandando el USS Amarillys se encuentra la general Lilith Grant, comandante de las fuerzas espaciales jovianas.

Lilith Grant:

USS Amarillys:

NS955B Ikaruga:

Siendo escoltados por la comitiva anfitriona, un transporte salio del Amarillys, algo para transportar a la comitiva diplomatica; la cual consta de una escolta armada junto a la general Grant y a mi como representante del Almirante en jefe.

Transbordador joviano clase A:

Los saludos se hicieron recibir en el transbordador, pero solamente fueron recibidos por el capitan de dicha nave; sin tener aun contacto con los altos oficiales que alli llevan. La nave se aproximo a la bahia de desembarque; esperando la orden del puente de mando y poder atracar rapidamente en algun hangar. Cuando deje mi asiento y sali de la misma, no tarde en ser recibida por algunas autoridades del planeta; todo en conjunto con la general Grant, quien encabeza la comitiva; las dos luciendo nuestros tipicos uniformes, con la diferencia de que ahora luciamos nuestras medallas y algunos galones que daban a conocer tanto nuestro rango como reconocimientos dentro de nuestra propia armada. - General Lilith Grant; comandante de la fuerza espacial Joviana.- Dando un saludo formal a las autoridades que los estan reconociendo, para luego seguir mi turno. - Ministra de relaciones exteriores y capitana Leila Malkal de la federacion Joviana.- Al igual que mi oficial superior, di mis saludos y reconocimientos a los oficiales que nos reciben; comenzando luego la comitiva a movilizarse segun el protocolo, donde seriamos recibidos por la emperatriz, la cual supuestamente cumple la misma funcion que mi padre, con la diferencia de que probablemente no posea algun rango militar como sucede en nuestro caso, donde en lugar de ser una especie de monarquia, los lideres principales poseen rangos militares;siendo eso indispensable para poder estar al mando de una de las 2 ramas; para luego venir los diferentes ministros, los cuales poseen tanto rango militar como tambien civiles.

Al ir recorriendo, se pudo dejar en claro y demostrar las diferentes obras arquitectonicas y avances que posee esta civilizacion, algo visto en pocas oportunidades y que por supuesto, en Eden parece no verse; oh por lo menos Puff no parecia demostrarlo de esa forma. Al finalizar el recorrido, comenzamos a dar ingreso al palacio imperial, el cual de por si se podia ver que esta repleto de invitados; muchos de ellos desconocidos para nosotros, pero que ahora cmoenza una nueva etapa en relaciones diplomaticas, podrian ser mas frecuentes esta clase de eventos. Lo notorio aqui es que se podian ver diferentes figuras que ya cuentan con constante presencia en Eden y que en varias oportunidades ya habia reconocido, entre ellos se encuentra Puff Blaze y Kaori Kanzaki; figuras que en se les habia visto tanto en Kosmov como tambien en accion. Por cosas de protocolo no podia separarme de la comitiva, pero si los habia mirado de reojo mientras mantengo el semblante serio; no podia salirme de la formalidad, eso es mas que claro y seguramente los presentes lo saben; quizas despues de todo esto se pueda tener un espacio de reunion para poder conversar; ahora que los jovianos se mantienen distantes de Eden, hay mucho de que conversar con respecto a los ultimos acontecimientos.

Por fin la comitiva había llegado. Los acompañantes de la general Grant y de Leila se dispersaron, al igual que la escolta, para que los jovianos anduvieran más a sus anchas por el salón del trono. La sala era enorme, muy iluminada, y con un techo tan alto casi como una catedral. Las columnas estaban talladas con decoraciones de runas tradicionales, e imágenes de antiguos héroes y reyes. Los tapices eran de tonos carmesíes, el color de la Casa Real, y la enorme alfombra roja que cubría la estancia central, estaba bordada a mano con el escudo de Irantia. Al fondo, estaban los tres tronos. El principal, de la Emperatriz, de su consorte, el Emperador, y el más pequeño, de la Princesa. Éstos, eran gigantescos, y no era para menos, la familia real ostentaba no solo el poder, si no el mayor tamaño en cuanto a los drackoyanos, pareciendo auténticos dragones.

La sala del Trono:

En aquellos minutos de cortesía, o de saludos, antes de la llegada de sus majestades imperiales, algunos oficiales jovianos ya estaban hablando con los padres de Blaze, quizás porque se conocieran de antes, debido al tono distendido. Puff tomó la delantera, llevando a Kaori de la mano. No era un gesto muy descocado, ni muy descarado, y más cuando Kaori había sido presentada ya a sus padres como pareja. Tiraba suavemente de ella, de modo que ambos podrían andar juntos. La intención del saurio rojo, era saludar a Leila y presentar sus respetos. Capitana Malkal, me alegro mucho de verla, bienvenida a mi planeta natal. Su reverencia fue leve y abierta, aunque no carente de respeto. En su sonrisa abierta, saludó también a la general Grant, en su actitud cordial, pero desenfadada y sonriente. General, es un placer recibirla aquí en Irantia. Les presento a mi pareja, la Teniente de Ingeniería Kaori Kanzaki. No hay mejor técnico en toda la galaxia que ella. Gracias a sus habilidades, estoy aquí en esta sala para poder contarlo. Se notaba que hablaba no solo desde la idolatría, si no también con el corazón. Me resulta reconfortante que la Federación haya aceptado esta invitación del Imperio, es una gran oportunidad para todos. Por cierto... Solo un pequeño consejo. Cuando hablen con la Emperatriz, no piensen que ella sea condescendiente. Simplemente es que tiene su papel maternal muy elevado, ya que su título oficial es Madre de Todos. No es como una reina en una colmena, es que los drackoyanos somos tan prolíficos y polígamos, que todos tenemos algún parentesco de sangre, aún siendo muy lejano, de ahí el título de la Emperatriz. Así que, no se sientan molestas si ellas les trata de un modo maternal. Además... Ya tiene creo los 1500 años terrestres, por lo que puede llegar a ser afectuosa con los más jóvenes.

BSO "Un clásico":

Los consejos de Blaze podían ser útiles, y a buena hora, porque justo una fanfarria anunciaba la llegada de la Familia Real. En primer lugar, fue la princesa Lisara. A pesar de parecer alguien joven, de la edad de nuestros protagonistas, podía sacar a Blaze tranquilamente cabeza y media de altura. A pesar de su gran tamaño, poseía unos rasgos muy estilizados, armoniosos y agradables, además de unos colores brillantes, y las alas características de la rama sanguínea Imperial. En su cola, llevaba el Cascabel Sagrado, un ornamento otorgado sólo al más rancio abolengo. Al hacerse un lado, los tapices del fondo se destaparon, dejando acceso a un enorme ventanal que se abría. El segundo en aparecer, fue el Emperador Drakon III, llamado así, pues al pertenecer al trono, uno debe abandonar su nombre propio, para adquirir otro como servidor del pueblo, así era la tradición. Su tamaño era colosal, fuerte. no ostentaba ropas, pues su piel coriácea de placas no le hacía requerir tal aditamento, pues ninguna parte íntima quedaba expuesta. Sus tonos blancos y alas doradas le daban una enorme imagen de pureza, y las pinturas tradicionales azules le otorgaban más simetría y armonía. Solo poseía una enorme gema roja en el pecho, el Corazón de Irantia, una reliquia de carácter sagrado para el pueblo drackoyano. Y finalmente, su Majestad Imperial, la Emperatriz Kasira, la Madre de Todos. Era más grande que su consorte aún, y su aspecto, muy fiero, parecía un dragón de leyendas medievales, con sus poderosas alas abiertas, ocupando casi todo el ancho de la sala. Al igual que el Emperador, ésta no iba ataviada de ningún modo, pero en su estética, no parecía necesario. Al replegar sus alas, los tres se sentaron, y acto seguido, todos los presentes hincaron las rodillas, en un saludo de máximo respeto. La voz de la Emperatriz, resonó de manera que hizo vibrar la sala levemente, debido a su gravedad. Aún así, era una voz femenina agradable, dulce y suave. Sed bienvenidos a mi hogar, y a mi casa. Por favor Jovianos, acercáos, no os sintáis tímidos, sentíos como en vuestra propia casa. La forma de hablar pausada y natural, daba a indicar, que verdaderamente, era una líder, una gobernante, una política... Una reina.

La princesa, el Emperador Consorte, y la Emperatriz:

En todos lados el formalismo va de la mano, es una ceremonia demasiado exagerada encuentro yo para mi gusto; en realidad yo solo actuo comoacompañante de mi oficial mayor; ademas de al ser diplomatica mas bien por ser la hija del lider de la Federacion Joviana, por lo que mas bien la confianza depositada en mi es demasiada. PEro bueno, mas bien dentro de todo esto nos acercamos a Puff y su ahora prometida; es alli donde al menos yo estuve escuchando su charla, la general estuvo por breves segundos junto a nosotros y luego decidio retirarse para acercarse a otro grupo, quizas uno donde hay autoridades que utilizan el mismo rango que ella o quizas parte de lo que se esta preparando aqui.

- A decir verdad, es mi padre el que esta buscando ver que tan buena sera esta nueva alianza; despues de lo sucedido con Jack Freeday, practicamente Eden dejo de ser algo confiable en lo relacionado a alianza; incluso teniendo orden de detencion inmediata dentro de los territorios jovianos.- Dije en el momento en que estoy con Puff y Kaori, para luego escuchar lo que habia dicho sobre su lider y el cargo que tiene, ademas de otros consejos mas que al parecer solo el saurio conoce en realidad. No tardo mucho en durar nuestra breve reunion cuando las fanfarreas se hicieron escuchar; por lo visto la entrada de los lideres de Irantia; al fin podria verlos por mi cuenta, a pesar de que por nuestra parte unicamente hay uno de nuestros lideres, aunque solo es uno de los segundos que se encuentra al mando y tan solo de una rama de nuestra fuerza armada; por mi parte parecia ser que yo soy los ojos de mi padre en este lugar; la hija del Almirante en jefe de los jovianos. Tras todo el protocolo, pude ver como es que los nativos del planeta rindieron respeto a sus lideres, viendo que esta parece ser una monarquia al casi estilo europeo, siendo un sistema de liderazgo completamente diferente al nuestro. Luego la emperatriz no tardo en llamarnos a que nos acercaramos, lo cual la General Grant hizo y luego mire a nuestra escolta, la cual me hizo una seña discimulada para que yo tambien me acercara junto con la morena a ofrecer mis respetos a los lideres de los Drackoyanos. - Soy la general Lilith Grant; comandante de la fuerza espacial Joviana.- Expreso la morena a los monarcas acompañada de su saludo formal. - Soy Leila Malkal, Misnistra de Rlaciones Exteriores y capitana de la federacion Joviana. En nomebre del Almirante Malkal y de los jovianos quiero agradecer tanto por la bienvenida como tambien el recibimiento que han tenido con nosotros. Por asuntos militares el almirante hoy no pudo estar aqui, pero envio en su representacion a la Comandante Grant, segunda al mando dentro de la Federacion Joviana junto con sus mas estimados saludos a los lideres de Irantia.- Manifeste mi saludo a los alli presentes, tanto en nombre de mi padre como tambien de los habitantes de Jupiter de sus colonias.

La princesa, de mirada joven y curiosa, portaba una sonrisa muy agradable, casi jovial, a diferencia del serio y feroz semblante del emperador. Pero la emperatriz, mostraba de forma natural, un instinto y una actitud maternales, en especial con sus invitadas. Tienen puestos de responsabilidad volcados en las hembras... Los jovianos empezáis a caerme bien. Dijo, solo para levantarse del trono, e inclinarse hacia las dos jovianas, apoyándose en sus cuatro extremidades, mostrando que podía estar en cualquiera de sus dos formas, solo para aproximarse más a ellas. Dejadme veros bien... Mmmmm, veo fuerza, determinación, armonía, y puedo sentir que tenéis un gran sentido de la justicia. Tenemos mucho en común, y mucho de qué hablar. Y entonces, la Madre de Todos alzó su largo cuello para mirar a los presentes. En su semblante podía observarse poder, distinción, toda una reina, un porte regio y responsable. En sus ojos ambarinos, no solo se percibía su aire feral, también una tremenda sabiduría acumulada por siglos de reinado y decisiones políticas. Hijos míos, agradezco vuestra asistencia, pero nuestros invitados desean tratar asuntos de vital importancia, por lo que desearía que nuestras allegadas pudieran descansar unos momentos, antes de empezar nuestra reunión. Por favor, atendedlas lo mejor posible, mientras preparamos la Sala de Guerra. Nos vemos allí, queridas mías. Y con movimientos suaves, aunque de gran impresión por su titánico aspecto, la Emperatriz se fue retirando de nuevo hacia la apertura principal, para salir volando. Quien tomó entonces la palabra, fue el Emperador.

Todo el Alto Mando e invitados de honor, que acudan a la Sala de Guerra en unos veinte minutos. Gracias a todos por asistir. Y el Consorte acompañó a su esposa en tremendo vuelo, que levantó el aire al aletear con energía. Ya estaba establecido el saludo, ahora llegaba el momento en que daban un descanso protocolario a los invitados, para preparar discusiones y temas de última hora, relajarse un poco mientras servían un pequeño ágape, y dispensar a los que no iban a asistir a lo que era el meollo del asunto: Un tratado de paz, y discusiones estratégicas.

Solo quedó la princesa, la cual se acercó a Leila y la general, y las saludó cortesmente. Parece que ambas les han caído muy bien a mi madre. Es un comienzo prometedor. He leído mucho acerca de la Federación, y de las proezas de su flota, estoy impresionada, y creo que los mandos también. Parecía ser solo una chiquilla, a pesar de su colosal tamaño, pero se le veía acostumbrada a ser también la voz del Imperio, y por ello, tenía modales, y se informaba sobre cuestiones de importancia. Con un leve gesto, disculpó a ambas ¿Me perdonan un segundo? Ando hambrienta y me gustaría tomar algo. Son libres de comer y beber cuanto gusten, están en su casa.

Mientras, los padres de Blaze, que hablaban con el Gran Almirante Hersk, se fijaron en Kaori y Puff. Trinidad, la madre humana, sonrió a ésta última, a modo de gran confianza, una seña de tranquilidad y de cercanía. Blaze, por su parte, besó la mano de su pareja, para afianzar esa tranquilidad. Lo has hecho estupendamente cariño. Le guiñó un ojo, para después, pasar a las bandejas de comida, la cual parecía algo variopinta y curiosa, aunque emitía un olor agradable. Mmmm, hacía que no comía de estos desde niño.

Todo parecía un ambiente relajado, hasta que una leve señal acústica, indicó que los asistentes principales, se movieran hacia la Sala de Guerra... La verdadera reunión, iba a comenzar.

Un gran recibimiento por parte de las autoridades presentes: lo que de inmediato se hizo sentir con alguna especie de halagos y otras cosas mas, al parecer resaltando de que las mujeres tengamos altos cargos a la par que los hombres, pero eso es solamente cosa de las desiciones que toma mi padre, es el quien lleva el liderazgo y toma a los de su confianza para que puedan obtener dichos rangos o a los soldados que realmente lo ameritan y merezcan tener un espacio por sus logros y reconocimientos.

Tras el retiro de las autoridades de Iranteam, se acerco la princesa para darnos una pequeña charla tanto a la general Grant como a mi, destacando que se habia informado acerca de lo que la feredacion Joviana ha hecho durante sus diversos logros y las difrerentes hazañas que ha logrado. Pero pasados algunos segundos se tuvo que excusar, dejandome solamente con la general Grant, mientras hacemos algo de tiempo para poder prepararnos para la reunion que seguia; fue alli que comenzamos a revolvernos con los invitados, siempre estando en compañia de la morena, la cual parecia ser mas la invitada de honor que yo, pasando a ser quizas solamente su acompañante, pero es creo que logico, ya que es ella la que lidera esta mision y yo solamente la cara visible del almirantazgo. - Esta reunion creo que dara para largo, a pesar de que lo mas probable es que de aqui salga una alianza algo mas ferrea que la que existia con Eden; todo por culpa de la irresponsabilidad de uno de sus almirantes; espero ver su cara en un tribunal cuando sea enjuiciado.- Fue comentando al general mientras yo solamente la acompaño a su costado derecho mientras damos un pequeño recorrido por entremedio de los invitados. - Nose realmente quien tendra verdadera responsabilidad en lo sucedido, pero de seguro mi padre tomo la desicio correcta por el bien de todos; ademas que he estado escuchando que ha comenzado una pequeña desercion de algunos subordinados partenecientes al ejercito de Eden, por lo que parece que no se encuentra todo tan bien como parece.- Comente tras escuchar algunos comentarios acerca de incidentes aislados ocurridos fuera de aquel planeta, cosas queal parecer estan comenzando quizas a disminuir la confianza de la gente del ejercito de Eden dentro de sus propias lineas.

Luego de eso, uno de los soldados que nos escoltan, le susurro algo al oido a la morena, lo cual no tardo en afirmar con un leve movimiento de su cabeza. - Bien, llego la hora.- Fue con ello que comenzamos a dejar a los invitados para asi desplazarnos a la sala de reuniones, la cual llaman la Sala de Guerra, para asi ir a lo que realmente vinimos.

La reunión iba a dar comienzo, los paricipantes principales, como los altos mandos, los embajadores de Edén y las invitadas Jovianas eran conducidos por un enorme pasillo descendente, que se rizaba en una espiral hacia las profunidades del castillo. La gran cavidad estaba decorada con luces flotantes, construidas como si fueran dragones de oro, que sostenían los focos y las lámparas como candelabros o linternas antiguas colgantes.

Finalmente, todos llegaron hasta una zona que parecía ser una gran catacumba, custodiada por los famosos y temidos guerreros de la Guardia Berserker, soldados drackoyanos de élite. Nacidos en una selección artificial específica, para preservar los rasgos guerreros más poderosos, se les entrenaba desde su más pronta niñez para servir como soldados de asalto con retrocohetes, escudos de asalto, y armas cuerpo a cuerpo anti blindaje. Haciendo un pasillo, solo los invitados podían pasar. Los escoltas debían quedarse junto a la Guardia Berserker, antes de entrar en la Sala de Guerra.

Guardia Berserker:

Unas gigantescas puertas decoradas casi al estilo barroco, cuyo sello era el de la Casa Imperial, dieron paso a un lugar en semi oscuridad, muy tecnológico. Era una enorme estancia con proyectores holográficos, cuyo ordenador principal estaba en el centro. Blaze, teniendo a Kaori cogida de la mano, se acercó también a Leila y la general, para hablarles en voz baja. Esta sala alberga el Gran Saber, el ordenador principal de Irantia, y servidor principal de la inteligencia del Imperio. Muy pocos han entrado aquí. Dijo de un modo casi solemne, mientras afianzaba su agarre con su chica. De las profundidades de las cavidades del lugar, aparecieron sus majestades, cuyos tamaños les obligaba a estar fuera de la plataforma principal. Quien se adelantó, fue el Gran Mariscal Hersk, quien se mostró en pos del ordenador, cuyo ojo central romboidal le escaneó, para dar una especie de "visto bueno" o aprobación a la reunión. Del suelo, surgieron asientos que estaban siendo distribuidos de forma concéntrica, como en un anfiteatro o salón de reuniones. La sala de tecnología adaptativa parecía ser muy útil, donde toda clase de dispositivos harían aparición con solo la voluntad o petición del usuario. En nuestro caso, fue para la primera ponencia. Con permiso de sus majestades, cedo la palabra a la representación Joviana, para dar comienzo con nuestras discusiones estratégicas y diplomáticas. Fue cuando comenzaría todo.

La Sala de Guerra:

Las sillas de la general y de la representante se iluminaron, y del suelo apareció una consola muy intutiva, que ayudaba a mover los asientos, y desplegar pantallas holográficas. Muy práctico. Tenían la palabra, el permiso de la Emperatriz, y la expectación de sus aliados. Era su momento.