—¡¿Qué es todo este maldito ruido?!— fue lo que pudo escuchar la mercenaria mientras el humo a su alrededor se disipara. Podía ver como un grupo armado de La Familia había bajado mediante poderosas cuerdas como si del mejor equipo militar se tratase. Otra cosa que pudo ver fue como la misteriosa sombra de aquella bestia canina desaparecía dando saltos en la oscuridad. La muchacha intentó decir algo pero lo único que pudo salir de su boca fue sangre, cosa que le forzó a quitarse la máscara de gases.

El mundo a su alrededor comenzó a darle vueltas mientras se desplomaba en el suelo por la falta de sangre. Lo poco que pudo ver antes de que su mirada se oscureciera era la incineración del contenedor el cual la muchacha había investigado antes seguido de ordenanzas y de cómo alzaban a su compañero. Llegó a sentir una mano en su hombro y lo último que notó fue el hecho de que había sido puesto boca arriba antes de perder la conciencia.

¿Cuánto tiempo había estado inconsciente? Lo desconocía en realidad, no llegó a sentir el tiránico calor de la zona diurna del planeta, de hecho, cuando llegó a despertar estaba en un vehículo de transporte, en una camilla, sin su compañero y sufriendo un color con temblores que fue suficiente para hacer que su débil cuerpo temblara. —Finalmente.— dijo una mujer algo corpulenta a su lado quien la miraba con desdén, pasando sus uñas por la coraza que cubría la herida principal de Eve.

—No puedo hacer nada si no quitas esta costra de aquí— mientras que la mercenaria, incapaz de hablar por su estado actual simplemente hizo que la sangre se corriera hasta llegar a la camilla y congelarse reposando en aquel lugar. La doctora hizo una expresión de fastidio. —Solo a ti se te ocurre bajar sin un blindaje. Pareces cortada en dos— la doctora de la familia ejecuto una visión escabrosa para su paciente.

Con anestesia local para que al menos no lo sintiera pero tampoco inconscientemente cristalizara su sangre de nuevo fue poco a poco sacando los intestinos de esta para comprobar si había algún daño y más allá de confirmar el estado azulado de estos no encontró mayores daños más allá del intestino grueso. Las siguientes horas no fueron las mejores para la saphirdrache ya que fue internada en un quirófano.

La doctora no se alejó de ella ni por un momento, de hecho, fue ella quien realizó las acciones de curación, utilizando algo parecido a una impresora digital para hacer una reconstrucción de sus intestinos los cuales en medio de la operación estaban desperdigados a su alrededor, como si fuera una suerte de cadáver al que le hacían una necropsia. El proceso duró poco menos de una hora antes de que las tripas de Eve fueran colocadas nuevamente en su lugar. La mujer con la impresora hizo lo propio con la herida en su abdomen.

La misma no estaba del todo curada. Mientras tanto habían estado aplicando un tratamiento regenerativo en las heridas de su pecho, habiendo abierto su camisa, reduciéndolas a rasguños al igual que lo que sucedió con la de su abdomen. Finalmente tras varias horas de operación la cirujana se secó el sudor de la frente y miró sonriente a la mercenaria. —Me resulta sorprendente que La Familia se preocupara por salvar a un perro de caza…— tocó la nariz de ella con la punta de su dedo, sabía que estaba consiente ya que la estaba viendo. —Aunque mis honorarios han sido descontados de tu pago, disfruta de tu estadía—

Finalmente la mercenaria, en ese moment0o, se sintió físicamente preparada para hablar sin vomitar sangre a cada palabra. —¿Dónde estamos?— preguntó con dificultad ante lo que la mujer hizo una mueca divertida —Bienvenida a la Clínica Báthory, mejor centro médico de Tirios. Yo soy Elizabeth Báthory, la directora.— Mientras hablaba la menor era sentada en la camilla mientras era vendada en toda el área del torso.

Con esto hecho la muchacha fue diligentemente transportada a una de las habitaciones. Mientras que las salas de cuidados intensivos estaban decoradas con todo tipo de manchas de sangre o miembros mecánicos ensangrentados dejados en el suelo el área de las habitaciones estaba bastante limpia, de hecho, tenía poco que envidiar a las mejores clínicas privadas de Eden. La directora, quien la acompañaba, caminaba a su lado pero en un momento, antes de separarse le dijo —Te volvimos a unir en una pieza, solo no te muevas mucho en lo que se seca el pegamento—

Comentó jocosa. En el interior de la habitación estaba toda su ropa, su chaqueta (con los componentes que había pillado del lugar) e incluso sus armas y equipo los cuales reposaban en una mesa frente a la cama. Una vez sobre la cama le fue dejada una mini terminal, del tamaño aproximado de una mini laptop, para que dejara su informe. Eve había sido conectada a múltiples sueros a lo largo de la operación y la habitación no era diferente, estando unida a una solución nutritiva para curar sus heridas más rápido. —Tsk… Fui descuidada…— se quejó gruñendo y volviendo a acomodarse en su cama, reposando la cabeza en la almohada, cerrando los ojos algo irritada e intentando conciliar el sueño.

Directora:

Ser aplastado por un perro gigante no es que era su mejor manera de aprobar un trabajo, pero ser ayudado por mafiosos era peor, no le gustaba deberle favores a ese tipo de gente. En todo caso, no iba simplemente a dejar que le pusieran una mano encima, su cuerpo sanaba más rápido de lo normal gracias a las nanomaquinas. Simplemente cuando llegaron al hospital, pidió que le dejaran una habitación para el irse curando en solitario que no necesitaba la intervención de ningún médico. Ya tenía a su esposa atendiendo sus heridas, el ingreso de desconocidos pondría mas extráñala la situación – Si pasa algo les avisare – Indica el mercenario mientras los “vigilantes” de los mafiosos se retiran de la sala, dejando a la pareja sola en la habitación – Que fastidioso es esto, fui descuidado, a la próxima vez iré mas preparado – No solo lo decía para sí mismo, sino también para tranquilizar un poco a Kyrie. Luego de varias horas, en que la pareja estuvo en la habitación, James decidió salir un momento, dejando que la mercenaria terminara de hacerle mantenimiento al brazo deteriorado, no dejo en ningún momento que se pusiera a trabajar, diciendo que debía descansar.

James simplemente no podía quedarse sin moverse, se sentía inútil, pero caminar un poco no era tan contradictorio para la mujer. Se había sacado la sección del hombro dañada, para luego reparar las junturas, la placa de su pecho tenía un arreglo temporal, era cosa de reparar con mejores herramientas una vez llegaran al taller. Aun así debía cubrirse la sección del hombro con una tela de cobertura. Camino por el pasillo hasta encontrarse con la habitación de Eve, al menos la tenia asignada, al entrar la vio conversando con otra mujer, el escaneo rápido facial indicaba que procedía también de la familia – ¿Cómo esta la bella durmiente? – Pregunta con cierto tono sarcástico – Espero que no se te saliesen todas las tripas

Sus intentos por conciliar el sueño no habían servido de mucho, no era solo el hecho de que el lugar donde sus heridas se habían sanado y unido nuevamente aún le ardía como si se tratase de cera hirviendo sobre su piel sino que simplemente meditaba sobre lo que había ocurrido en la misión, sobre todo lo que había podido haber hecho mejor y era que el encontrar tanto agujeros en su proceder no la ponía del mejor humor, no era que buscara ser perfecta ni mucho menos, sabía que había hecho cosas bien pero a la vez había hecho otras brutalmente mal.

“Estaba asustada, no quería acercarme a esa cosa aunque conocía su punto débil y James terminó haciéndolo todo, también fallé mi primer disparo cuando se acercaba a mí, pudo haberme matado en ese instante, también me resistí en usar la armadura varias veces, debo corregir eso” y sabía que de haber hecho mejor las cosas, de haber jugado mejor sus cartas no estaría allí en ese momento, no lo daba por perdido ni mucho menos pero a la vez no podía permitirse perder la vida por ese tipo de errores, menos ahora que tenía a alguien a quien cuidar, a quien proteger, a alguien que le importaba.

Abrió uno de sus ojos al escuchar la puerta abrirse, su ojo ambarino observó como el ciborg entraba en su habitación, al parecer también había subsanado su herida y repuesto su traje de manera temporal, al menos lo suficiente como para hacer el apaño hasta llegar a la nave. No podía decir que se esperaba su presencia en su habitación, no habían tenido un trato cordial e históricamente, por lo general, su relación se había limitado estrictamente a los negocios, siempre algo que ganar por ambas partes, cosa que le hizo preguntarse qué era lo que esperaba ganar.

La directora miró con sospecha al ciborg antes de irse, sabía que habían rechazado sus atenciones y eso no le gustaba mucho, se lo tomaba un poco como una falta de respeto, como aquel que no acepta un regalo (que no lo era del todo) pero decidió no intervenir, al menos no si no causaba problemas, retirándose a su oficina o cualquier lugar donde fuera necesaria.

Finalmente habló en un tono sarcástico, aparentemente en un intento de saludo hacia Eve, la situación no terminaba de hacérsele natural ni mucho menos, generalmente esperaría que fuera secundado por Valkyrie debido a que con ella si tenía una relación más cordial pero no podía verla. La mercenaria se sentó en la cama un poco lento, el dolor en el lugar de sus heridas continuaba, desde la altura de su vientre hasta sus intestinos los cuales habían sido sometidos a un tratamiento similar.

―Despierta… Aún tengo trabajo― se acercó la mini terminal colocándosela sobre el regazo y encendiéndola por medio de un botón. Mientras esta se activaba se volvía a ver a James. ―Realmente esperaba que a esta hora estuvieras con Kyrie en la nave ¿Nos falta algo?― no intentaba ser del todo borde, su voz era tranquila mientras pasaba sus dedos rápidamente por el teclado escribiendo palabras, detallando de modo tesista, de lo general a lo particular toda la información que había acumulado en su muestreo por la deteriorada terminal y resumiéndola.

De tanto en tanto volteaba su mirada al hombre que acababa de entrar, esperando alguna respuesta, no necesitaba estar constantemente mirando la pantalla para saber lo que escribía así como no necesitaba mirar constantemente al teclado para asegurarse de no equivocarse de tecla, finalmente habló nuevamente. ―¿Cómo están tus heridas? Veo que resolviste ese problema― a modo de comentario.

La mercenaria parecía estar bastante mal, se le podía notar por la manera tan tosca de moverse para algo tan simple como sentarse. No presta mucha atención cuando la directora del hospital le pasa por un costado, por su expresión era fácil darse cuenta que no estaba muy feliz con el comportamiento que mostró James, pero el Cyborg no era tonto, fue mafioso una vez y era imposible que te ofrecieran ayuda con una mano sin tener una daga en la otra, no quería formar parte de ese mundo una vez más sin una razón muy importante de por medio. Cuando la señora se fue, camino un poco hasta terminar en frente de la camilla de la mercenaria – No puedo irme si mi esposa esta todo el tiempo diciendo que tengo que descansar, ni si quiera me dejo reparar mi brazo, me cuesta decirle que no cuando se que solo esta preocupada – Se rasca un poco la nuca, la verdad es que Kyrie podía ser muy persuasiva con el Cyborg sin la necesidad de usar un tono autoritario, James no sabía desde que momento ella tenía ese poder sobre él, tampoco podía explicarlo, simplemente si ella le miraba con ojos llorosos le costaba decirle que no a algo.

La mercenaria aprovecha para preguntar por su salud, dentro del casco el Cyborg arquea una ceja, curiosa manera de hablarle, Eve nunca se caracterizo por ese tipo de actitudes hacia él – Pues la verdad estoy casi totalmente curado, mi cuerpo sana más rápido, las ventajas de ser un Cyborg – Explica a su compañera mientras da unos pasos hacia atrás y apoya su espalda en la pared de la habitación – El problema real son los daños a mi cuerpo mecánico, no esperaba que un perro pudiese romper el metal tan fácilmente, un movimiento en falso y esa cosa podría haberme decapitado – Incluso su espada se había roto, una que pensaba que era más resistente que su cuerpo, de verdad había cosas muy peligrosas afuera como para no tenerlas en cuenta – Solo necesito reforzar un poco mi armazón y esa tontería no pasara de nuevo, hay que adaptarse a las circunstancias para evitar que ocurran de nuevo – Había que ser como los huesos, una vez rotos se reconstruían mas fuertes, así debían proceder, lo pasado no los dañaría de nuevo – Si andas mejor significa que los mafiosos te curaron ¿te han dicho algo? Esa gente no ayuda sin esperar algo a cambio