Tras un servicio que había abarcado hasta 48 horas de actividad, a Nina se le dio un pase de descanso de una semana entera en la superficie, infelizmente para la joven apenas habian pasado 2 dias desde que bajo a la superficie y no pudo dormir nada en lo absoluto, tenia insomnio, estaba ansiosa y algo adolorida, tenia algunas bandas medicas en los brazos y unas curitas en la cara, la habia pasado mal en la ultima misión, aunque realmente solo se habia ganado uno que otro rasguño.

Era temprano en la mañana, hacia frio y otra vez no habia dormido para nada, sin mas Nina se levanto de su cama, ella dormia ligero, por lo que simplemente se puso sus shorts,medias y sus botas, al acercase a la salida tomo una chaqueta azul que tenia siempre a la mano sobre la blusa negra, abriendo la puerta la joven se puso en marcha hacia cualquier lugar en donde pudiera relajarse un rato, despejar su mente y tal vez tomar algo. Que mejor lugar para pasar un rato que el parque mas cercano que ella tenia, por ser tan temprano no se encontraría con mucha gente y el frio que circulaba a esa hora le era agradable le daba un pequeño cosquilleo en el cuerpo.

Caminaba lentamente tarareando una cancion que habia escuchado hace muchos años y que se le grabo muy bien en la cabeza, por alguna razon jamas la olvidaba, sin querer noto en la distancia cerca de una maquina expendedora de cafe a una persona que se arrodillaba y parecia lamentarse por algo, al irse acercando era un poco obvio el motivo, esas maquinas ya tenian sus años despues de todo, la joven se acerco aun mas hasta quedar detras de la mujer que se lamentaba y sin decir nada Nina le dio una fuerte patada a la maquina para que funcionara y como por arte de magia esta dejo caer la bebida que se habia atorado mas una extra que cayo con el golpe.

De la misma manera y sin decirle nada, mas que dedicarle una pequeña sonrisa cuando la mujer se girara, Nina se alejo un poco caminando hasta unas bancas que estaban proximas a las maquinas expendedoras y dejandose caer sobre una de las bancas, la joven se relajo un poco antes de sacarse un pequeño frasquito de uno de los bolsillos de su chaqueta, que al parecer era una medicina que debia tomar para sus heridas.

Nina: grrh..

Gruño sabiendo que tendría un sabor espantoso, era realmente irónico saber que lo que la haria sentirse mejor, tuviera un sabor tan malo.

Nina le hacia mal de ojo al frasco mientras preparaba su mente para el amargo sabor que deberia pasar por su garganta y que posiblemente le duraría por un par de horas y de la nada una fina voz la saco de sus pensamientos, las palabras se referían a la medicina que ella observaba y su sabor, al alzar su vista se cruzo con la mirada de la chica que hasta hace nada se lamentaba frente a la maquina de cafe y en su mano extendida le ofrecia una de estas, tal parecía que la patada que Nina le propino al aparato fue tal que desprendió una segunda.

Nina tomo la lata, lo menos que queria ser con una chica como aquella, era ser grosera; observando como tomaba asiento a su lado en la misma banca soltando una pequeña risa, Nina no pudo evitar dibujarse una mueca que mostraba no entender el motivo de aquello, aun asi y mientras la escuchaba, se dispuso a sacar 2 pastillas del frasco lo cual era la dosis que le habian recomendado y cuando estuvo a punto de meterselas a la boca, se quedo helada con lo que escuchaba, por alguna extraña razon sentia que aquellas palabras le resultaban familiares, aun asi trato de no prestarle demasiada importancia a algo que posiblemente solo seria un comentario casual.

La joven se trago las pastillas rapidamente para tratar de evitar aquel sabor, aun asi abrio la lata de cafe y le dio un largo sorbo para dejar que aquel sabor se le impregnara mas que el amargo. Al terminar dejo escapar un largo suspiro de alivio a lo cual le siguió una pequeña risa.

Nina: hmp, creo que es preferible una bala en la cabeza que a tener que soportar este espantoso sabor.

Le dijo la joven a modo de broma, un tipo de broma un poco típica entre los miembros del ejercito, aunque un poco oscura si se le analizaba mejor a pesar de que ella pertenecía a la clase de gente que todos los días sus vidas eran puestas al filo de una navaja