El chaparrón le había pillado de improviso mientras cruzaba las calles menos indicadas de la ciudad. Por fortuna, pudo cubrir su cabello y llamativas orejas bajo la capucha, para evitar los estremecimientos que le provocaban las heladas gotas de lluvia cada vez que caían sobre sus atributos más sensibles. Se había acomodado en una pared, con los brazos cruzados tras su espalda, mientras esperaba que aquella tormenta amainara.

Observaba el concurrir de la gente, que iba de un lado a otro, apurados. Él era el único que se mantenía quieto, bajo la seguridad que le proporcionaba el desgastado toldo de un local abandonado. No destacaría demasiado en aquellas calles grises si no fuera por el vivo color de su cola, la cual buscaba esconderse a su espalda, lejos de aquellas gotas intrusas que se filtraban por las deshilachadas hebras de la lona.

Pero de pronto, algo llamó su atención. Con el pasar del tiempo, en un callejón cercano se había concentrado una aglomeración de gente bastante bulliciosa. No logró controlar su curiosidad y se dirigió hacia allí, acomodando su capucha y escondiendo su cola bajo su sudadera. No fue difícil colarse, como en toda aglomeración, te acercas, empujas y vas avanzando. Por desgracia, no llegó al centro de aquella muchedumbre. Un golpe seco en su nuca fue suficiente para que se desvaneciera.

Cuando despertó, se encontraba algunas manzanas más abajo. Tenía la vista borrosa y le dolía el cuerpo. Al recuperar parte de la consciencia pudo comprobar los múltiples hematomas que presentaba, además de que le faltaba la cartera y el teléfono móvil.- No me jodas...

Se quedó algunos minutos maldiciendo, hasta que decidió que lo mejor era ponerse en camino antes de que anocheciera. En un principio no se dio cuenta, incluso llegó a incorporarse sin demasiada dificultad aparte de sus músculos adoloridos, pero fue al dar el primer paso que sintió un dolor atroz en su pierna derecha, cayendo al suelo justo antes de proferir un grito. Sus ojos se humedecieron de forma involuntaria producto del dolor, pero no llegó a llorar, solo a emitir varias blasfemias mientras su rostro se enrojecía por la rabia. Cuándo se examinó vio que no se había roto nada, la piel estaba algo inflamada, hinchada y violácea, por lo que podría ser una leve fisura, pero al menos, no se había roto ningún hueso.

Suspiró con exasperación, agarrándose como podía a la pared para poder incorporarse sin poner demasiado peso en su pierna herida. Cojeaba, pero podía avanzar, y no le quedaba otra. Dudaba de que allí hubiera alguien que le brindara algo de ayuda, es más, temía que en el caso de no lograr salir de allí antes del anochecer, resultara con algo más que un jodido robo como anécdota.

La vida era un tanto extraña a veces o al menos asi lo pensaba Nina quien en su ultimo dia libre habia sido contactada por un ex-compañero de la academia para encontrarse y hablar, lo cual le parecia perfecto a la rubia, ya que desde aquellos dias ya casi no veia nadie de su antigua clase. El problema era que cuando iba en camino al lugar que le habia indicado, a medio trayecto la habia llamado para decirle que debia posponer su reunion por trabajo, lo cual habia descepcionado un poco a Nina pero ella entendia los gajes del trabajo que tenian, nunca se sabia cuando podia iniciarse una emergencia, pero lo peor del caso es que estaba en una zona de la ciudad menos que agradable y no conocía el lugar, estaba mas que perdida, lo bueno es que no estaba desarmada, pero eso no le ayudaria si la noche caia en el lugar donde estaba al darse cuenta donde exactamente estaba.

Un tanto preocupada Nina caminaba por las calles buscando algo que la guiara de vuelta a la estacion para tomar el tren, pero la mayoría estaban manchadas o eran confusas, entonces y sin darse cuenta tropeso con un muchacho que aparentemente estaba cojeando junto a una pared, la joven logro mantenerse en pie.

Nina: cuanto lo siento, no fue mi intensión ¿estas bien?

Le pregunto mientras se giraba hacia el y estiraba su mano para ayudarle un poco, ya que habia notado la forma en que caminaba desde un segundo plano de su vista.

Su brazo derecho estaba soportando casi todo el peso de su cuerpo cada vez que tenía que levantar su pie zurdo para andar, su otra pierna, la diestra, apenas era apoyada, pues al mínimo roce o movimiento ya le provocaban algunos pinchazos de dolor, pero eran soportables. Había logrado avanzar ya cerca de un kilómetro o así, todo un esfuerzo suponiendo que lo estaba haciendo a la pata coja.

Estaba tomándose un descanso, inclinado y apoyando todo su costado derecho sobre la pared cuando alguien tropezó consigo. Un solo apoyo, poca estabilidad. Acabó en el suelo. Al caer de sentón, la capucha que cubría su cabeza cayó hacia atrás, dejando a la vista su anaranjada cabellera y sus picudas orejas, en este caso, mimetizadas con la alborotación de su cabello y el erizamiento de las mismas.

Iba a maldecir y seguramente ofrecerle algún que otro insulto al contrario, pero al escuchar su voz, no tuvo otro remedio que tranquilizarse. Alzó el rostro para mirarla desde abajo, disimulando la mueca de dolor que se le formaba de forma inconsciente. Suspiró para tranquilizarse, apaciguar su ira y poder sonreirle a la joven.- No te preocupes, solo fue un golpe -Su tono era ameno y no dudó en tomar la mano que le brindaba ayuda, aunque también clavó su propia mano libre en la pared, para poder incorporarse sin acarrearle demasiado peso a la muchacha.

Obviamente, tanto el moverse como el esfuerzo ejercido le provocó dolor en su extremidad herida, pero intentó no denotarlo, tan solo su cola, con el pelaje abultado y sus orejas, bajas y afelpadas, mostraban que no estaba tan bien como quería aparentar.

-Disculpa, parece que estoy entorpeciendo la circulación -Murmuró con tranquilidad, acomodándose mejor sobre la pierna sana para no caer.- ... -Tomó algo de aire para añadir.- Y dime, ¿qué hace una jovencita tan amable y bonita como tú en un barrio como este? -No, no estaba intentando flirtear ni actuar como un don juan, tan solo iniciar una conversación para distraerse del dolor, pues a aquellas alturas, tan solo deseaba tirarse al suelo, hacerse un ovillo y gritar.- ¿No estarás perdida?

Cuando Nina tomo la mano del muchacho para ayudarle a levantarse, noto que la capucha que llevaba en la cabeza habia caido, notando un par de detalles que eran un poco inusuales, pero a los que no presto demasiada atencion y tomando en cuenta todo lo que ah visto desde la academia ya no le sorprendia. La rubia sonrio al muchacho al escucharle decir que estaba bien, pero la forma en que se apoyaba en la pared y parecia apoyar su peso solo de un lado de su cuerpo le daba a conocer que no era asi, alguien normal no lo notaria, pero Nina habia pasado tanto tiempo en diversos campos de batalla que podia identificar perfectamente a alguien herido.

Muy por debajo de su semblante alegre se podia ver la silueta de la asesina que analizaba al muchacho centímetro a centímetro buscando algo extraño, estaba herido por algun motivo y en un lugar así muy rara vez era por accidente, cuando el muchacho le pregunto que estaba haciendo por ese lugar y si estaba perdida, Nina se llevo la mano derecha a su cabello, alborotandoselo un poco como signo de estar un poco apenada.

Nina: Si.... creo que me perdi jeje.

Dijo riendo un poco de forma boba, entonces su faseta sera salio, sin dejar de camuflarla bajo la sonrisa que le mostraba al tipo que tenia enfrente.

Nina: y tu.....¿eres de por aquí?.... ¿que te paso en la pierna?....

Pregunto directamente sin dejar de sonrier, aunque inexplicablemente comenzaba a irradiar una aura un tanto agresiva que podira aumentar o desaparecer dependiendo de la respuesta del muchacho.

Entornó los ojos, dedicándole una placida mirada, entre enternecida y divertida cuando le vio revolverse el cabello de una forma, a su ver, tan cómica. Escuchó tanto su comentario, como su risa, mientras hacía un esfuerzo por centrarse en ella y no en el dolor. Amplió la sonrisa al haber confirmado que se había perdido, pero de repente algo cambió. Los ojos de Lagi se abrieron, ligeramente sorprendidos, y su cola se mantuvo en alto.

Escuchó su siguiente pregunta, pero acabó frunciendo el ceño cuando aquella terminó de articular las palabras. Sus pupilas se afilaron y clavaron en los ojos ajenos, como si intentara escrutar algo, por su parte, al contrario que la ajena, dejó se sonreír. Si bien podía disimular el dolor con dulces sonrisas, el resto de emociones, tales como las del recelo, eran lo suficientemente intensas en él como para no poder ocultarlas tras una mascara de disimulo.

-No, no soy de por aquí.. -Su voz se tornó seria de golpe, llegando a mirar a su alrededor, desconfiado, no podía ser que le estuvieran tendiendo otra trampa, ¿o sí? La verdad es que no le apetecía añadir más lesiones a su historial medico, pero al no ver gente cercana o atenta en ellos , le dio el beneficio de la duda.- Me acaban de atracar y me dejaron un bonito regalo de recuerdo.. -No logró controlar el deje de ironía que se apoderó de su voz ante esas últimas palabras.

También, sus orejas, habían pasado de estar gachas, a echarse hacia atrás, sus músculos se habían tensado y tanto su respiración como su pulso habían empezado a acelerarse. Pese a la serena expresión ajena, había algo que no hacía sino crisparle.

-Dijiste que estabas perdida.. -No pudo evitar mirar hacia atrás, sobre su hombro, volviendo a examinar sus alrededores al pronunciar esas palabras.- Debo intuir entonces que... -Se tomó su tiempo en articular lo siguiente, entrecerrando los ojos al hacerlo.- ¿No eres de por aquí?

Durante aquel breve lapsus de conversación, se había apoyado ligeramente sobre su pierna mala, averiguando que no, en caso de que se desarrollara una mala situación no podría correr, y dudaba mucho que la adrenalina le ayudara a ello sin llegar a tropezar durante el intento.- Conozco las calles -Pronunció entonces, sin alterar demasiado el timbre de su voz.- Puedo guiarte a donde quieras ir y a cambio, solo te pido que me dejes hacer una llamada, ¿qué te parece?

Tal parecia que la pregunta directa en parte surtio el efecto que Nina esperaba, ya que la actitud del muchacho cambio, dejando de sonreirle y comenzando a hablarle de manera mas seria y por lo que decia el dia le iba de mal en peor, le habian quitado sus cosas por lo visto y lo habian lastimado en el proceso. El sujeto parecia estar mas atento que antes, como si esperar que lo volvieran a asaltar, tal vez le parecia raro que alguien como ella le estuviera dirigiendo la palabra en lugar de haber seguido su camino.

El tipo le dijo a la rubia que conocia las calles y que podia llevarla a donde quisiera, pero a cambio le pedia que le dejara hacer una llamada, ante lo cual Nina aparento una expresion de sorpresa.

Nina: claro, pero no se porque me lo dices como si fuera un trueque o algo por el estilo....

Le dijo al mismo tiempo que se llevaba la mano derecha al bolsillo trasero de su short y se sacaba el movil, lo abrio y desbloqueo para darselo al muchacho, tras lo cual ella se quedo expectante de lo que haria

- Porque lo es -Fue lo único que constestó a aquella respuesta de la joven, llegando a esbozar una sonrisa tras sus palabras, no precisamente afable,  pero tampoco burlesca, simplemente, el comentario le causó gracia, pero no llegó a reírse.

Cuando le vio coger el móvil negó con la cabeza, alzando una mano en señal de negación, indicándole que lo volviera a guardar.- Es un trato, ¿no? -Se acomodó un poco mejor, como preparándose para disponerse a caminar de nuevo.- Eres un poco confiada, sobretodo teniendo el lugar en el que estas.. -Sus orejas se alzaron hacia arriba, moviéndose en un único y breve tic, mientras esta vez el anaranjado joven dejaba escapar una leve risa.- Primero te llevo a dónde quieras y después me dejas hacer la llamada, si no, puedo estafarte, hacer la llamada y hacer como que no te vi -Se encogió de hombros.- No soy de ese tipo de personas, por lo que agradezco la confianza, pero prefiero ser justo.

Alzó la cabeza, para ver el cielo, ahora despejado de las grises nubes de agua, pero que revelaba que las horas de luz solar comenzaban a escasear. Hizo una ademán de apresurarse y comenzó a caminar.- Prefiero salir de aquí lo antes posible, si no te molesta -Mencionó ya habiendo empezando a caminar, o mejor dicho, cojear.- Así que dime a dónde quieres que te lleve y pongámonos en camino, no quiero que una jovencita tan mona como tú vea como hacen de mi cara un cuadro aprovechando que estoy así -Comentó con una sonrisa divertida, amena y coloquial, para amenizar el ambiente y volver a la actitud relajada de antes. Le había caído bien.

Los primeros pasos fueron fáciles, nada del otro mundo, un poco de dolor, dificultad, pinchazo aquí, pinchazo allá, pero según iban avanzando, el tiempo pasaba y los metros avanzados aumentaban, la cosa empezaba a empeorar y el joven zorro cada vez tenía que apoyar más su peso en la pared para no acabar soltando algunos quejidos. Aunque hacía ya algunos minutos que era incapaz de ocultar las muecas de dolor.

La pregunta y la señal del muchacho dejaron un poco confundida a Nina por un momento y sus palabras casi hicieron que quisiera romperle el movil en la cara a ese tipo, aun asi su sonrisa se mantuvo aunque un poco forzada, ya que el tipo la estaba subestimando de sobremanera, realmente le daban ganas de matarlo alli mismo.

Sin mediar ninguna palabra por el momento Nina comenzo a seguir al muchacho quien claramente seguia lastimado, ella no entendia porque queria hacerse el duro, nada perdia con tomar y hacer la llamada y despues indicarle el camino a ella, a la larga no sabia si decir que el tipo era demasiado gentil o demasiado tonto.

Nina: queria llegar a la estacion, para tomar el tren de regreso a casa.

Le dijo observando a su alrededor prestandole atencion a medias al muchacho y sus recurrentes palabras sobre su estado y lo que podía pasarle, en su lugar la rubia notaba en una esquina mas adelante un grupo de personas que parecian estar viendo en su direccion, ya veia venir algun par de problemas.

Nina: y por cierto cual es tu nombre? yo me llamo Nina.

Agrego la joven al tiempo que escondia sus manos detras de su espalda, dejando caer por las mangas de su chaqueta un par de cuchillos, solo por si las dudas de lo que pudiera venir mas adelante.