Welcome to my World ─ priv. Dyon

por Invitado Lun Ago 03, 2015 6:08 pm

Welcome to my world

Zona residencial | Jueves, 14:00 hs. | Despejado | Casa | Julia

Con una tranquilidad graciosamente irreverente caminaba aquel joven por las anchas calles de la zona residencial más exuberante de Eden, cargando sobre su espalda el peso de un bulto que llevaba muy bien resguardado dentro de aquella sábana blanca. Si, porque era un bulto grande, y aquella era una sábana grande, de esas de seda… si hasta bordada y todo estaba. Quizás más de un residente se diese vuelta para observarle pasar con total desparpajo; arqueando sus labios silbaba animadamente una desconocía melodía, notas quizás de una tierra natal ahora tan lejana de su alcance. Y no temió saludar con caballerosidad a un par de damas que pasaba con temor a su lado y acabando ellas por correr despavoridas como si hubiesen visto el más fiero animal.

Frente a una alta y elegante mansión se detuvo con una sonrisa triunfante y exhaló con cansancio, aquello era pesado, como que no ¿de qué demonios estaría hecho? Quizás pronto podría averiguarlo. Pero Ikram tenía buen ojo, aquel aparatejo era valioso sin lugar a dudas. Quizás por eso o por mero capricho había huido con él sin querer entregarlo como parte del botín que seguramente habían logrado obtener en aquella enorme mansión, ¿Qué más daba? Seguramente era una parte muy pequeña del todo.

Y tras subir la pequeña escalerilla arrastrando un poco más aquel bulto pero con mayor cuidado, le dejo finalmente descansar en el suelo; con una amplia sonrisa pintada en su rostro alzó su dedo índice y presionó con graciosa insistencia el pequeño timbre que anunciaba su presencia en la puerta. Muy pocos segundos pasaron hasta que ésta se hubo abierto, y tras ésta la menuda figura de una muchachita de larga y lacia cabellera azabache se hizo presente.

─ ¡Esposa mía! ─fue lo único que llegó a exclamar antes de que la puerta se cerrase violentamente en sus narices─ Aw mi amada Julia no seas mala conmigo… traigo algo que seguro te interesará ~ ─y él conocía perfectamente los gustos de aquella pequeña muchachita de alta sociedad, ella que en realidad era mucho más que una fina damita que estudiaba en la academia más cara de Eden, más, mucho más, en la red era conocida mediante un seudónimo y quizás solo él conociese su verdadera identidad. Uno de los mejores hackers de Eden.

─ Si vuelves a llamarme así te patearé. ─declaró con molestia la muchacha cuando volvía a abrir la puerta, y sus ojos bajaron instantáneamente a aquel bulto que el de cabellos claros tenía detrás─ ¿Qué es?... ¿estás consciente de que estas siendo ridículamente obvio? ─advirtió algo que ya había advertido incontables veces antes pero que el sujeto de enfrente no parecía entender, o más bien muy poco parecía importarle─ Pasa. ─agregó con conocida resignación, y el joven volvió a tomar el bulto para arrastrando dentro, cerrándose la puerta detrás de él.

Habitación de Julia | 14:15 hs.

─ ¡Si que pesa! ─exclamaba el joven cuando se dejaba caer en el suelo exhausto por haber tenido que cargar aquel bulto por las grandes escaleras de la casa; agradecía que los padres de la muchacha casi no se tomasen tiempo de estar en casa o tendría serios problemas dando explicaciones cada vez que hacía algo como eso.

─ No pesa más que un humano común… quizás solo un poco más… ─observo ella─… es una de las características de éste modelo, emplea la más alta tecnología nano inteligente… aunque parece un modelo algo antiguo… de unos diez años quizás… ─en el suelo, sobre la afelpada alfombra de aquella habitación repleta de monitores, descansaba inactivo un androide de piel pálida y lo que parecía ser un antiguo traje de mayordomo, roto y desgastado─ Está muy maltratado, pero no parece faltarle ningún componente… déjame conectarlo. ─comento mientras se ponía de pie e iba hasta un pequeño armario de allí cerca para sacar un conjunto interesante de cableado de colores.

─ Por supuesto que no, ¡ni bien me vio comenzó a atacarme! ─exclamó frunciendo el entrecejo y pateando una de las piernas del que aun dormía─ Pero por alguna razón cayó muerto luego… me gusto su estilo así que me lo quedaré, por eso mismo necesito…

─ Si si, lo resetearé para ti. ─interrumpió la muchacha, empujando un poco al androide de uno de sus hombros para girarlo de lado y abrir con sumo cuidado una pequeña compuerta que estaba muy bien oculta en la base de su nuca, allí colocó un par de cables que enchufó a su ordenador y al toma corriente de la habitación─ No entiendo que quieres tu con uno de estos… ni siquiera sé que podrías hacer con él… ─ le miro incrédula─ Pero espero que al menos lo cuides más de lo que lo cuidaba su anterior dueño… mira su estado. Es lamentable, una pieza tan bella… y es un modelo único, no tiene número de serie y no he visto otro como este antes. ─comentaba mientras corría los programas necesarios para acceder al cpu del androide─ Ponte cerca de él, por si acaso, lo mejor es que lo primero que ve al despertar sea a ti…

─ Por eso te amo Julia ~ ─no acababa de decir aquello cuando una chinela de osito se estrelló contra su cabeza y el rubio no hizo más que reír, prestando atención después a las facciones del rostro de aquel androide, moviendo sus cabellos que aparentaban ser albinos, pero se encontraban demasiado llenos de tierra y barro─ Ahora serás mío, chico rudo. ─sonrió mientras se acomodaba frente a él en posición india, dejando a la muchacha hacer su trabajo, sabía que llevaría un buen rato, pero ella era la mejor en eso.

por **Dyon** Mar Ago 11, 2015 6:59 pm

Vivía dentro del invernadero desde hace tiempo, refugiándose de las recientes lluvias donde aunque no fuese un modelo que se dañase con agua siempre resultaba ser algo susceptible a la humedad, mas porque no había tenido un reciente mantenimiento. Su vida era miserable mas sin embargo era demasiado inocente como para caer en cuenta de ello. Para él eso era lo mejor, estar junto a su dueña era su único propósito, y aunque no todo fuese como antes el hecho de no ser abandonado en su totalidad era una enorme razón por la que estar agradecido.

Tenía sus recuerdos bien presentes dentro de su modo invernado mientras estaba siendo cargado en esos momentos a un sitio que desconocía por completo, no tenia coincidencia de ese momento ni de que estaba siendo alejado de su dueña, de que estaba siendo robado, podría decirse que estaba dormido pero no era así, pues no podía levantarse, su cuerpo había sido dañado a tal grado que sus baterías estaban vacías, cualquiera diría que en ese estado estaba inservible y quizás desechable, al menos las personas inexpertas apenas hubiesen pensado un par de veces antes de tirarlo, pero el chico que lo llevaba a duras penas no pensaba de ese modo.

Se podría decir que comenzó a sentir como lo conectaban a una toma de corriente y casi podría sentir su cuerpo recuperarse de forma gradual, muy en el fondo sentía alivio pero no estaba del todo consiente, se sentía tan agotado y pesado que no podía despertar y atacar como lo hubiese hecho en cualquier otro momento, pero justo en el momento que sintió como accedían a sus datos perdió total conciencia, se podría decir que era su ultimo recuerdo de esa versión con su anterior dueño pues después su sistema inicio de nuevo como una nueva persona, como otra identidad aunque era el mismo.

Aun se sentía demasiado pesado pero eso era como nuevo para él, escuchaba voces a los alrededores, voces que identificaba pues su sistema de dialecto e información básica estaba intacta. Pronto comenzó a abrir los ojos teniendo la mirada ligeramente apagada hasta que gradualmente recupero el color y aquella especial luz, observando apenas unos segundos su alrededor, mirando a un joven frente a él de cabellos blancos y ojos color ámbar, era la primera vez que lo miraba sin embargo su información decía que era él su dueño y que debía servirle como lo habían programado.

-Amo, lamento las molestias… mi sistema está agotado, necesito descanso…- pronuncio de pronto como si él fuese su dueño de todo el tiempo y lo reconociera, quedándose sin moverse para ahorrar aquellas energías que tanto le hacían falta en esos momentos. Sus sentimientos y lo que pensaba todo era programado de esa forma, lo hacían ver como si en verdad fuese un humano aunque no lo fuera.

por Invitado Jue Ago 13, 2015 9:16 pm

Quién le viera… ese androide parecía un humano como cualquier otro; y es que a diferencia de lo que podría parecer, Ikram había visto y tratado con otros androides, pero ninguno de ellos se veía tan real en cuanto a aspecto físico, siempre habían tenido algo que les delatase. Por otro lado podría decir que le habían llamado la atención desde hace mucho peo ninguno el había gustado lo suficiente como para quedarse con él… se veían demasiado artificiales. Sin embargo éste era distinto, en una forma en que no sabía explicar. Según su juicio lo único que le había delatado habían sido ese par de claros ojos celestes con esa apariencia tan particular… si, no había visto ojos como esos antes.

─ ¿Qué piensas hacer con él? ¿Lo pondrás a robar casas contigo? ─preguntó la muchacha de larga cabellera oscura mientras seguía escribiendo rápidamente sobre aquel conjunto de teclas luminosas; Ikram no tenía la más mínima idea de cómo hacer algo semejante, resetear un androide. Ni siquiera era bueno con la tecnología misma, y a estos humanos artificiales no les había visto como más que mercancía, quizás por esto mismo Julia dudaba de sus intenciones para con el recién llegado.

─ Por supuesto, será mío, vivirá conmigo… llevará mi vida. ─sonrió ampliamente a la muchacha mientras se entretenía revisando la ropa del androide para ver si de casualidad hallaba algo en algún bolsillo; aunque era poco probable teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba─ Aquella mansión parecía ser de una de las personas más adineradas de Eden, pocas veces entre a residencias tan grandes… aún así no entiendo que hacia este en el jardín… puede que sea un bruto pero algo me dice que no encajaba ahí. ─comento mientras frotaba su barbilla con una expresión pensativa.

─ Quizás compraron un modelo más moderno pero no quisieron deshacerse de éste. ─comento ella mientras se sentaba frente al androide y abrazaba un peluche en forma de osito, había hecho los ajustes necesarios y ahora solo debía dejar al programa hacer su trabajo─ Le puse información básica de ti así que te reconocerá cuando despierte. Por lo demás… deberías bañarlo… y cambiarle la ropa, a no ser que pretendas llevártelo caminando por la calle con esa apariencia… ─era algo razonable, pensaba ella; pero dudaba de la inteligencia de quién tenía en frente para notar algo como eso.

─ Esta cosa… ¿puede bañarse? ─cosas nuevas aprendía uno cada día, por alguna extraña razón él siempre había tenido la curiosa idea de que los androides dejarían de funcionar o se averiarían si tenían contacto con el agua; tal y como si ésta les oxidase o dañase sus partes─ En verdad eres…─la muchacha negó con la cabeza y después se puso de pie─ Iré a buscarle algo de ropa. ─finalizó, dejando el peluche sobre la cama y saliendo de aquella habitación que quedó en completo silencio largo rato más. Ikram miraba con atención a su nueva adquisición, él siempre había sido totalmente desligado de lo material y solo amaba y resguardaba a sus dos queridas espadas. Sin embargo tener este androide bajo sus órdenes suponía que fuese también de su propiedad, no había pensado demasiado en ello, pero si resultaba como él lo esperaba, podría llegar a convertirse en parte útil de su inventario al igual que sus espadas gemelas.

Fue mientras aquellas ideas pasaban por su mente que noto un leve movimiento en el cuerpo que descansaba frente a él, entonces vio como sus ojos comenzaban a abrirse y por acto reflejo se inclinó un poco hacia atrás como si buscase protegerse de un posible ataque por parte del androide. Sin embargo escucharle llamarlo “amo” le resultó completamente extraño; lejos de atacarle ahora le hablaba de forma tan cordial y tranquila… era la primera vez que oía su voz.

─ ¿Estás bien? ¿tienes algún daño? ─fue lo primero que se le ocurrió preguntar mientras apoyaba las manos en el suelo para acercarse a él lentamente, alzando las cejas en una ligera expresión de sorpresa como si hubiese visto algo tan novedoso, de cierta forma lo era─ Mi nombre es Ikram Faris Muhammad Nagi, pero la mayoría de las personas me dicen Nagi… ─entonces se acercó tanto a él que su rostro quedó a escasos centímetros del otro, no parecía haber peligro, y eso era maravilloso─ Y tu… ¿tienes algún nombre? ─preguntó.

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