Una colonia fronteriza en una zona montañosa de los territorios salvajes, todo un paraíso para los pioneros, al menos aquí podía convivirse en paz gracias a los guardias que impedían que alguna criatura peligrosa se aproximara. Belcross había sido enviado a esta zona apartada para poder inspeccionar el trabajo que hacían los científicos en las minas, trabajo de rutina que llevaba haciendo desde hace varios días. El día de hoy se había levantado de su recinto y luego de echarse algo de agua en la cara va hacia las minas, su trabajo de inspector en teoría termino hace un par de días pero le había gustado ayudar a los mineros, tenían problemas con la maquinaria y pues, un poco de músculo nunca era rechazado. En la mina principal se dispuso a darle varios golpes a la dura roca, esta comenzó a agrietarse soltando rocas de esa parte del muro o al menos aflojándolas lo suficiente como para que pudiesen sacarlas con una pala.

El calor dentro de la mina no se sentía mucho, tenían equipos para dar cierta refrigeración, los mineros al menos no pasaban calor con esas temperaturas. Continuaban sus actividades con bastante regularidad, sacando los minerales y colocándolos en carros con rieles, llenaron el equivalente a una locomotora, no tenían normalmente como sacarla con tanto peso, usualmente la llenaban hasta un tercio para que el motor pudiese sacarla, pero con la ayuda de Belcross eso no era un problema. El gigante se coloco en la parte final del riel y comenzó a empujar sacando el tren de la mina hasta un punto donde una pala mecánica podía comenzar a vaciarlo – Señor Belcross tiene un mensaje – dice un mensajero que viene desde una de las cacetas de vigilancia. Aparentemente era referente a que vendría dentro de poco otro enviado de la estación, un tal Jack Freeday, no habían sido muy claros en que haría en la colonia pero estaba relacionado según el informe con un posible criminal.

Lo que no sabía Belcross era que si había un criminal en la zona, pero no era corriente, se trataba de una Magi, se especulaba que sus poderes incluían mentalismo, ósea la manipulación mental de otras criaturas e invocación, de eso ultimo no había mucho referente pero se pensaba que tenía un enorme poder, después de todo nadie escapa de una prisión de máxima seguridad de la estación solo porque a un guardia se le olvido llevar la careta de su casco puesta.

Había decidido viajar en moto para ello hace días había decidido bajar mi vehículo a la colonia principal bajando al puerto con un trasporte pesado, deseaba viajar sentir el viento, había estado meses en el Hekarion y aunque era y es un lugar bastante agradable necesitaba sentir viento fresco así que bien armado subí a mi vehículo encendiéndolo pensaba ir a los páramos a explorar los terrenos baldíos esas grandes llanuras polvorosas en búsqueda de acción más debía pasar por el área montañosa pasando por una colonia limítrofe además de una que otro bosque de clima frío estaba acampando en ese entonces cuando un mensaje me llego era una misión como cualquier otra más para ello mande a pedir una nave de los hangares del Hekarion a la colonia aquella.
-siempre enviándome para sus misiones “imposibles” o para limpiar su basura, bueno por lo menos la paga es buena-
Dije en medio del bosque desarmando mi campamento y montar mi motocicleta, tras terminar aceptar la misión, anduve toda la noche llegando a la colonia muy temprano por la mañana por lo que busque un motel para dormir una par de horas hasta la apertura de los bares primero debía relajarme además aun no llegaría la nave ya que el Hekarion debía coordinarse para estar en la órbita adecuada mientras dormí hasta que se hicieron las 17:15 horas me levante para bajar al bar de aquel motel era un lugar movido donde la gente bebía, me acerque a la barra para pedir un simple baso de wiski con unos dos cubos de hielo, tras ser servido recogía unas aceitunas rellenas de picante a lo que tome el vaso bebiendo su contenido nada más relajante que buena música y un trago, solo una mujer lo arreglaría pero sería una situación bastante trivial, tras beber dos copas pague la cuota y me fui a mi moto para llegar al puerto donde estaría llegando mi nave más debí esperar una cuantas horas haciéndose demasiado de noche para la mayoría más el Hekarion se había atrasado por un pequeño papeleo en la estación bueno cosa que no me molestaba ni me interesaba. Al parecer alguien me esperaba mas no me interesaba esa nave la esperaba y no me movería hasta que llegase, los controladores me decían que no llegaría y querían cerrar el puerto más insistía en que no me iría era de crucial importancia quedarme además se llevarían mi moto la cual deje al lado mío.

El vajra llevaba ya bastante rato de la mañana trabajando con los mineros, había hecho una pausa momentánea mientras esperaba al que enviaron de la estación, pero nada paso, así que continuo trabajando sin problema alguno. Chistes de vez en cuando se decían los mineros en cada jornada, aunque tomaban turnos Belcross era el único que estaba trabajando desde la mañana hasta entradas horas de la noche, varios le agradecían enormemente su ayuda. Belcross había terminado de mover un remolque hasta la zona de descarga, y se dirigía a su cabaña para domar hasta el día siguiente, esperaba que al menos ese día si viniese el agente de Kosmov.

Mientras tanto en las afueras del poblado una mujer de aspecto un poco tenebroso se aproximaba al campamento, tenia un sexto sentido para medir el poder, y sintió una energía particularmente alta. A sus pasos liberaba un humo negro que se extendía por el campamento, todo aquel que tuviera contacto con ese humo caía dormido como una roca, eso le permitió aproximarse tanto incluso con los detectores de movimiento que soltaron las alarmas. Su destino era la cabaña donde dormía Belcross. Ingreso con tranquilidad ahí como si fuese su propio sitio para dormir y observo el cuerpo del Vajra - Si… - una sonrisa macabra se puso en sus labios mientras caminaba a su alrededor hasta estar justo detrás de su cabeza, colocando ambas manos cerca, una en cada cien.

Comenzó a liberar un poderoso hechizo metiendo energía atraves de sus manos en el cráneo del Vajra, este comenzó a agitarse sin despertarse del todo, también había tenido contacto con ese humo negro, y eso le facilito un montón las cosas a la mujer. Poco a poco su mente se introducía en el cuerpo del Vajra, hasta que él dejo de moverse, fue entonces cuando sus ojos se abrieron y solo había un vacio de color negro. La mujer que ahora se sabia era la magi que Jack tenia que cazar, había lanzado una magia que le permitía controlar al gigante como si fuese una marioneta y se lo llevo del campamento.

A la mañana siguiente todos tenían fuertes dolores de cabeza y comenzaron a buscar al Vajra por todos lados. Unos pasos pesados comenzaron a escucharse acercándose al campamento por la entrada principal, se trataba del Vajra y en su hombro derecho se encontraba sentada la artífice de su control, en apariencia no era mas que una niña de menos de 14 años, de cabello rubio y vestida con lo que parecían ser abrigos de piel – Bájame – ordena la niña y Belcross obedece sin decir nada, y luego la niña camino hasta la puerta – Destrózalo todo – sin mediar ningún tipo de palabra o esperar algún momento, se lanzo como tren de carga sobre los mineros. Era todo bastante confuso, aquellos que habian visto ahora a Belcross como un amigo de repente comenzaron a mirarlo como si fuese un engendro salido del averno para matarlos – ¡¿Así que este es el poder de un monstruo?! – dice mientras se rie de forma histérica. Ella no tenia ningún otro objetivo en la mina que probar a su nuevo sirviente, y estaba disfrutando cada momento de ello.

Imagen ilustrativa de la escena cuando la bajan de la entrada:

Al pasar un par de horas decidí irme a descansar para así recuperar energías por lo que pasadas las 11:00 Am mi móvil me despertó a lo que me levante ya vestido como me había quedado en la cama a lo que mis cabellos todos despilfarrados camine al baño para orinar tranquilo y luego de lavarme las manos cepillarme los dientes ya listo fui al puerto espacial donde ya tenían mi envió, les presente mis documentos para luego ir al galpón donde tenía el arcángel un vehículo del orden de los vikingos, similar a un mecha pero más tosco y con un blindaje mayor con dos ametralladoras gatling de última generación era un tanque de dos pues que podía volverse un avión en cosa de segundos difícil de manejar cuando eres primerizo aunque cuando te acostumbras es muy sencillo. Me prepare para asimilarme a los controles para así irme de viaje para iniciar mi búsqueda en los páramos.
Según el satélite la prisionera estaba a kilómetros del lugar ya que la emisión de la caja negra de la nave en que ella huyo estaba a solo kilómetros de la que es una faena minera tras un tiempo de vuelo y horas de viaje vi que el lugar estaba en caos y desorden con llamas de algunas máquinas por lo que descendí pasando de modo aeronáutico a modo mecha caminando con el pesado y blindado robot en búsqueda de algún superviviente que me diera más detalles de lo sucedido

pd: